Poema 96: Tajar el dolor.

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La primera vez estaba muy triste,

Demasiado diría yo.

Entonces no lo pensé dos veces,

Tan sólo actué por impulso o instinto,

No me importó el filo ni el juicio de la gente,

Sólo quería cortar el peso que estaba llevando,

Quería  deshacerme de él.

Tal vez si lo pensé un poco,

Pero lo cierto es que era tan alto mi grado de ira que no podía retroceder a lo que hacía,

Debía acabar todo pronto.

La primera vez sentí lástima de mi misma,

Sentí que perdía la identidad que tanto tiempo había llevado.

Pero sobreponerse al dolor de perder sucede de una manera tan extraña que,

Lo volví a hacer una y otra vez.

El mismo sonido,

Una historia parecida,

Alguien al borde de un abismo.

Lo único que debía hacer era lanzarme nuevamente y soportar el dolor.

Las heridas sanan pero quedan marcas.

Entonces me di cuenta de lo que había hecho,

Pero ya era demasiado tarde,

Y lo volvería a hacer probablemente,

Es un circulo vicioso,

Uno que come tu mente.


Tú Me Dices Agonía, Yo Respondo Poesía. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora