Poema 92: Me dejas.

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Entonces vas y me dejas a un lado,

Me enamoras y dices luego que de mi te has cansado.

Ya no hay más cartas,

Canciones ni ramos de flores,

Ahora solo hay cenizas,

De todo lo que hicimos trizas.

Me he encerrado hoy en mi armario,

Donde guardo el amor que hemos dejado,

Y las palabras que en otro tiempo pronunciaste,

Con ellas hago canciones inconfesables.

Mi mayor musa e inspiración,

Se basará en este doloroso desamor.

Yo comprobé que aunque me esfuerce,

Al destino, la mano no se le tuerce.

Yo comprobé que aunque te quiera,

Tú no puedes quererme a igual grado.

La habitación se mantiene silenciosa,

Ni de noche ni de día se oyen mis pasos,

Esperando estoy por una mísera pizca de amor.

Estoy en naufragio.

Me canso prontamente,

Esperando faros en medio de un océano,

Quizás soy yo misma la tormenta,

Que ahoga a los marinos,

Que les da un fin desesperado entre mareas,

Entre caminos nublados.

Fui  yo el huracán de la historia,

Que destruye todo a su paso,

Fue mi nombre el impronunciable,

Después de todo yo hago daño.

No hay amores que me esperen al otro lado,

Ya no busco ser querida ni mucho menos,

Sólo quiero que me sonrían con simpatía,

Sin muchas preguntas,

Sin tanto enredo.

Yo no seré tuya siempre,

Mis ojos son testigos de aquello,

La que soy hoy no será la de mañana,

Y ella puede que se agote de vivir en el tormento.

Tú Me Dices Agonía, Yo Respondo Poesía. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora