Quién iba a pensar que la enemiga de Karla Camila estaría en su habitación, desnuda y menos con un dildo de dos piezas a las 12 de la noche.
"Oh Camz, no te haré daño" reía, ella era mi mayor enemiga. Desde que llegue al colegio, no ha descansado en molestarme, me ha hecho bromas pesadas, detención, me ha quitado a la mitad de mis novios y más, creo que si les cuento, terminarían odiando a Lauren.
"¿Acaso no te cansas? ¿Ahora qué deseas? ¿Deseas ponerme en cuatro?" Pregunte con sarcasmos, a lo que ella asintió.
Mientras Lauren se acercaba, podía ver el cielo y el jodido infierno en sus ojos, se veía tan bien, me encantaba con su lencería, a pesar de ser mi mayor enemiga, no podía dejar de pensar en su maldito trasero, oh Jáuregui eres tan caliente".
"Eres tan ingenua, tan pequeña, tan débil, tan mía" besaba mi cuello, dejaba chupetones en el, mientras besaba mis labios, ella agarraba mis glúteos, ambas estábamos tan mojadas.
Esta vez solo quería estar desnuda en la cama, mientras intercambiábamos orales, la tire contra la cama, mientras lamia sus labios y los mordía. "Oh gatita, quieres escuchar mis gloriosos gemidos mientras intercambiamos jugos" Lauren ya estaba masturbandose con sus dedos, era entretenido verle, más que un vídeo pornografico. Ella era fan ágil, podía ver cómo metía 2, después 3, 4 dedos y al final 5.
"Compré este dildo solo para ti". No aguante, me abalancé contra Lauren, besaba su abdomen, besaba sus caderas, estaba arriba de sus piernas haciendo círculos, Lauren solo gemía. Tome el dildo y lo metí hacia su feminidad, se veía tan bien poniendo sus ojos en blanco, cuando exigía más.
Ambas compartieron el dildo, las dos al mismo tiempo, gimiendo tan alto. No podíamos parar, nos gustaba. Mientras me recuperaba besaba nuevamente a Lauren, mire sus ojos esmeralda, se veía tan bien sudorosa, me encantaba despeinada, solo quería besarla, besarla cuantas veces no pude.
"Me encantas Camz, pero debo irme". Lauren Jáuregui me debe un oral, me dejo en medio de un orgasmo, maldita Lauren Jáuregui.