A salvo.

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*Varios días después*

*Narra Gin*

Desde hacia unos días mis peores pesadillas habían vuelto, parece ser que alguien me había visto con Rupert en la calle y volvía ser la estúpida pelo zanahoria para todos, cada vez que alguien me reconocía, cosa que por mi pelo no era difícil, me decía algo y estaba empezando a hartarme de todo esto. Aunque sería solo el principio, en cuanto me vieran la semana que viene en su serie, estaba segura de que todo iba a estallar, como paso hace unos años, cuando acabe tintándome el pelo negro.

Sonó el timbre, hacía una media hora que estaba lista, hoy era el primer día que tenía que grabar para la serie y estaba nerviosa, me temblaba todo y encima estaba triste por lo de pelo zanahoria ya que había sido algo que había marcado mi infancia pero que ahora había conseguido superar, después de un rato fui a abrir.

Gin: Hola

Rupert: Hola ¿estás lista?

Gin :Si... ¿vamos?

Rupert: ¿Puedo pasar un momento?

Gin: Claro, las chicas no están.

Entonces se sentó en el sofá y aún estaba temblado, por lo que pudiera pasar, o por lo que me fuera a decir. Entonces se sacó un paquete pequeño de la chaqueta y me lo dio. Cuando lo abrí, vi que era mi cookie favorita en el mundo y me sacó un sonrisa.

Gin: Gracias.

Rupert: No hace falta, solo quería hacerte sonreír y pedirte disculpas por lo que esta pasando.

Gin: Vamos, no es culpa tuya.

Rupert: Si no te hubieran visto conmigo nada de esto estaría pasando.

Gin: De verdad, no tienes que disculparte, he sido yo quien lo ha elegido.

Rupert: Pero no quiero que estés triste por esto, se que en una semana será peor cuando te vean en la tele conmigo.

Gin: En realidad, me gustaría liarla antes jajaja, soy demasiado retorcida a veces.

Rupert: ¿Cómo?

Gin: Saliendo a fuera y dándoles algo de que hablar de verdad.

Rupert: Me gusta la idea *Cogió el último trozo de galleta*

Gin: Me has robado la galleta hum.

Rupert: No te enfades, ven.

Entonces me acercó a mi y me acarició una mejilla y después me abrazo, y sonreí aunque el no me veía. 

Rupert: Otra cosa.

Gin: ¿Qué?

Rupert: ¿Recuerdas lo que te dije hace unas semanas? 

Gin: ¿El qué de todo?

Rupert: Cuando nos conocimos, que aún no sabías quien era yo, te dije que me gustaba mucho tu pelo.

Gin: ¿Y qué?

Rupert: Qué es verdad, ahora más que nunca, no dejes que lo que digan los demás te afecte así, llevas dos días sin salir de casa, sin contestarme al teléfono siquiera.

Gin: No quería que me vieras ni me escucharas así.

Rupert: Por favor, no dejes que lo que esa gente diga te entristezca, lo que tienen es envidia de verte tan junto a mi.

Gin: Gracias por todo, de verdad, al final tendré más que agradecerte que a mis amigas por lo que hicieron hace unos años.

Rupert: ¿Qué pasó?

If this was my last song.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora