Hannibal sintió algo caliente sobre su cuerpo, palpo el lado de Will en la cama y estaba solo pero encima de él estaba su eromeno, repartiendo dulces y calientes besos sobre todo su cuerpo, sentado en horcajadas iluminado con la luz del amanecer.
-Will ¿qué haces?- dijo soñoliento , el castaño alzo la vista y sonrió mientras su lengua dibujaba la línea del pecho de su maestro- Will...- lo detuvo a medio camino antes de llegar a su ingle.
-Ven, ven a mi lado- el castaño arqueo la ceja pero le hizo caso
-¿Qué sucede? ¿Hay algo mal? – el rubio negó con la cabeza
-Solamente quiero que antes de...quiero que vayamos a pasear, por favor. Quiero enseñarte el mundo, Will-
-Hannibal no es necesario, lo conoceré junto a ti y tú me dirás...- Hannibal lloraba sin querer- por favor...no llores, serás mis ojos- el rubio lo tomo de la barbilla y lo beso.
-Déjame ¿sí?- el castaño se restregó contra él
-Está bien, haremos lo que quieras pero debo decirte algo...no soporto más el no ser tuyo- el corazón de Hannibal se volvió loco al igual que su polla.
-Will...- el castaño rio bajito y deslizo su mano hasta el miembro de su erastes
-¿Es necesario el viaje?- Hannibal hizo que los dos rodaran por la cama para quedar encima de él y nuevamente lo beso.
-No sabía que tenía un discípulo tan terco, lujurioso y desobediente- los dos rieron y se besaron sin parar- ahora ve toma un baño cuando regreses estaré listo en la puerta para irnos, no lleves nada-
-¿Nada?-
-Nada-
-¿Podemos bañarnos juntos? Prometo no hacer nada más- el rubio asintió.
Fue un baño solemne, con caricias ligeras y provocaciones, parecía como si fuera el último baño de sus vidas, tomaron su tiempo. Ambos se secaron y se cambiaron a un ropaje ligero y cómodo.
Los esperaban en la entrada, solamente un caballo.
-¿Iremos los dos en un caballo?- no le parecía mal pero tal vez fuera un poco pesado el viaje para Hannibal; el maestro se acerco por detrás de su alumno y susurró en su oído.
-No creo que te incomode el sentir mi polla erecta restregándose contra su culo ¿verdad Will?- el moreno se sonrojo y se sobre salto.
-¡Hannibal, están los sirvientes aquí! – el rubio rio, hacía tiempo que no lo hacía.
-Vamos, sube- el maestro montó el caballo y luego le ayudo a Will a hacerlo, lo acomodo frente a él para rodearlo con sus brazos, Hannibal guió al caballo a un galope medio.
-¿A dónde vamos?- cuando Hannibal bajo la velocidad Will se dejo caer hacia atrás, contra el pecho de su maestro.
-Kalami- los ojos de Will brillaron y se emociono tanto que una sonrisa se dibujo en su rostro.
-Hace tiempo que no voy a una playa, sentir las arena bajo tus pies, el agua fresca y cristalina ¿dónde nos quedaremos? ¿tienes una propiedad en la playa?- Hannibal volvió a reir desde el fondo de su corazón
-Tranquilo Will, pareces un niño chiquito, hace tiempo que no te veías así, desde que eras un niño...me hace feliz verte así y puedo ya no ser un Dios pero sigo teniendo un hermano que lo es y contactos en lugares que ni te imaginas- Will lo recordaba como si fuera un sueño.
-Lo siento, estoy muy emocionado, al fin nuestra relación puede ser como la que siempre soñé- cerró los ojos y espero a llegar a su destino.
Al cabo de unas horas sintió que era sacudido por el hombro, habían llegado a una casa de playa, modesta pero con todas las comodidades, estaban completamente solos en varios kilómetros a la redonda, justo como Hannibal lo planeaba y quería.
-Es muy bonita, maestro ¿cuánto tiempo nos quedaremos aquí?-
-El tiempo que tú quieras, Will- el rubio bajo del caballo y ayudo a su compañero a desmontar- vayamos a conocer la casa y que te instales, puedes tomar un baño y puedo hacer la comida para luego conocer el lugar ¿estás de acuerdo?- el castaño asintió y sonrió- igual, en la noche te tengo una sorpresa-
-Oh, yo también lo quiero sorprender maestro ¿podemos divertirnos un poco?- el castaño se coloco contra la pared de la puerta con una pose que invitaba a Hannibal.
-Will...-se acercó a él y lo acorralo más- también quiero llevarte a la cama Will y hacerte el amor hasta que no puedas más, hasta que tu mente se nuble y quedé solo mi nombre y con tú último aliento lo pronuncies en un gemido de éxtasis y placer- Will gimió, su cara estaba sonrojada , temblaba como un cachorro indefenso.
-Ahhh, yo...-
-Sé que has tenido una erección todo el día, Will, necesitas alivio pero por favor se fuerte- lo beso- córrete- y así lo hizo.
-Ahhhh...-espasmos recorrían su cuerpo, sus piernas temblaban y busco apoyo en el cuerpo maduro de su maestro- lo siento, yo...ughhhh-
-Will...- la voz ronca del erastes volvió a revivir la juventud de eromeno
-Cielos, yo...esperaré, seré fuerte maestro- Hannibal estaba tan feliz de los cambios que Will había logrado, se había vuelto maduro, fuerte, inteligente y disciplinado.
-Vamos, toma un baño, te prepararé de comer- Will se quedo quieto en la puerta con la cabeza baja, sonrojado y tratando de regular su respiración, inhalo fuerte para recuperarse.
-¿Cocinar? ¿sabes cocinar? No sabía que usted...- el rubio abrió la puerta y Will admiro la sencillez de la casa de playa
-Hay más talentos y cualidades que no sabes de mi Will pero tenemos el tiempo suficiente para aprender de ambos. Mi pasión por el arte culinaria es muy arraigada y amada, ve y toma tu tiempo-
-Es cierto...hemos pasado por tanto en tan poco tiempo pero sabemos muy pocas cosas el uno del otro...- el tono del castaño era serio
-Pero las más importantes, tal vez para ti el saber cuál es mi color favorito sea tan importante como el saber que era un Dios, lamentablemente nos toco correr antes de caminar pero ve el lado positivo tenemos una vida por delante para descubrirnos poco a poco sino la vida sería aburrida ¿no crees?- tenía razón si ya supiera todo de su maestro o el haberlo vivido todo con él y junto a él, no les quedaría nada.
-Tiene razón maestro, lo siento es solo qué todo fue apresurado y me sentía ahogado en un torbellino. Solo estaba cegado por la premura con la que nuestra relación se dio. Tomaré un baño- lo dejo en la entrada de la cocina y se dirigió al segundo piso.
Tomo un largo y relajante baño, con sales, con cremas aromáticas, le dedico tiempo a su cuerpo, lavo y trato cada área, se afeito y colocó un poco de loción. Se dirigió al cuarto, desnudo y encima de la cama pudo ver una túnica sencilla de un color blanco con tiras en color oro. Recordó cuando Hannibal le había regalado las joyas...hace tiempo que no se las ponía tal vez debería, siempre las traía consigo cuando salían de viaje pero nunca había encontrado el momento oportuno para volver a usarlas y esa noche sería la indicada. Coloco algunas, solo las que la túnica cubriera, sabía que su erastes no le pondría un dedo aún, solo suaves caricias.
Su corazón temblaba sin frenesí, tenía miedo pero lo que más quería era decirle que lo amaba, demostrarle su amor; lagrimas agridulces de miedo y felicidad brotaron de su pecho y luego recordó : "te amo y siempre lo haré".
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Maestro y Discípulo
FanfictionWill ha sido prometido a un Maestro, el cual nunca lo cortejo frente a frente y no conoce. Un oscuro secreto rodea a su maestro y el pasado de este junto a la familia de Will. Ambientado en la antigua grecia, entre el caos de los dioses y donde la...