Las cartas de ambos bandos por fin se encuentran sobre la mesa, es momento de definir al ganador, por ello, ambos bandos preparan a consciencia sus ataques finales, enteramente conscientes de solo uno de ellos puede salir victorioso.
¿Quién consegui...
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Bien, no me siento importante quedándome, sin embargo, debería estar feliz por el simple hecho de estar con vida.
- ¿qué estás pensando?
Diana llega con total sorpresa por mi espalda y me abraza.
- que no es divertido quedarse, no para mi.
- bueno, eso será mientras mejoras, estás mucho mejor.
- dudo poder pelear con lentes, si se me caen estoy perdido.
- buscaremos la forma de que eso no suceda, unos de contacto no estarían mal, pero por el momento no es recomendable.
- lo sé, aunque no me convence la idea, necesito recuperarme lo más que se pueda, así no soy útil.
- eso es lo que tú crees, para mi eres demasiado útil - me besó la espalda - mucho.
- vamos, Dayana Queen, ¿estás aceptando que soy lo mejor que has probado?
- con todo y que eres más joven que yo.
- supera esa parte, ni se nota.
- se notará.
- pero ahora no, tonta, deja de hacer que se note con tus comentarios.
- oye...
- ¿sí?
- creo que necesitamos un momento de Diana a Mauro.
elevo las cejas y me apoyo en una muleta para girarme a verla.
- ¿estás hablando de una cita?
- una deliciosa cena, para ser exacto.
- quieres que cenemos ésta noche.
- si - me besa el pecho - en mi casa.
- ¿de la que me corriste la otra vez?
- Mauro.
me reí.
- solo quería molestar, pero claro, no sé qué es lo que tengan pensado los que se quedaron, pero después de ir a Cofradía cenaremos.
- ¿tienes que ir a Cofradía?
- si, necesito ir.
y recordar en qué puto momento estuve a punto de morir a ver si logro recordar algo más sobre el secuestro de Vico, es una investigación personal, lo dije en mi mente, pero igual y cuenta.
- entonces te espero en mi casa, a las 8, no llegues tarde que sigues a prueba.
- ¿yo? ¿a prueba? no inventes, llevamos meses juntos.
- te conozco desde hace casi un año, que rápido.
- ni lo sentiste - eleva las cejas, me acerco a ella suavemente y le soplo el cuello - o tal vez si.
