CAPITULO XX "4° MIEMBRO"

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Seguí caminando con cautela con mi bebé dentro de la canasta, agradecí traer chaleco antibalas y de alguna forma, cubrí la canasta, nada lastimaría a mi bebé, nada

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Seguí caminando con cautela con mi bebé dentro de la canasta, agradecí traer chaleco antibalas y de alguna forma, cubrí la canasta, nada lastimaría a mi bebé, nada. 

miré a los lados y había fuego, detonaciones, un abrumador olor a pólvora y mucho humo, me mantuve alerta, hasta que vi a mi Artemisa peleando a un costado, retrocedió y me miró con la canasta, corrió hasta nosotros.

- Dios mío, Isaac...

me miró todas las heridas.

- toma al bebé y sal de acá, Will irá contigo como lo acordamos.

- no, yo quiero que vengas conmigo.

- no puedo, y lo sabes, tengo que terminar ésto sino nunca vamos a poder vivir en paz. 

- la Bratva está acá, no son muchos, pero aumenta la posibilidad de perderte, Isaac, por favor. 

- no va a suceder, solo tienes que tomar al bebé y salir de acá. 

- no quiero irme sin ti.

masculló entre molesta y llorosa. 

- vamos piolina, no me hagas esto, tengo que terminar lo que vine a hacer, nos vamos a ver cuándo ésto acabe ¿de acuerdo?

- ¿me lo juras?

- no soy un hombre de juramentos...

- necesito una garantía. 

me quité mi medalla del leopardo, esa que me había pedido el día de su cumpleaños, en ese preciso momento en el que nuestros mundos chocaros y el crujir de huesos se hizo manifiesto por parte de nuestros súbditos, no estábamos hechos el uno para el otro, pero nos importó poco y decidimos amarnos, le coloqué mi medalla y la besé tiernamente. 

- sabes que siempre vuelvo por ella. 

- Isaac... 

- ¿si?

- te amo...

- yo también te amo, con todo mi corazón, Victoria. 

la abracé con fuerza, Will, Hatsu y Brandon aparecieron tal y como habíamos quedado.

- sáquenla de acá, sus vidas si algo sale mal. 

les dije en tono serio, que también era mi tono de advertencia, besé a mi pequeño una vez más y suspiré. 

Will asintió y buscó la forma de que Victoria no se percatara de nada, ella comenzó a caminar y yo hice lo mismo, al lado contrario, la moneda estaba echada al aire, y el azar no es de mis juegos favoritos. 

- TE AMO, VUELVE... POR FAVOR... 

volví a mirarla y ese fue mi error, no debí hacerlo, sabía que si lo hacía me quebraría, mi plan iba de varias a una y eso no me daba mucha certeza de éxito, sin embargo, asentí.

❖ 𝐌𝐚𝐟𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐑𝐞𝐲𝐞𝐬: 𝐄𝐥 𝐌𝐢𝐞𝐦𝐛𝐫𝐨 𝐒𝐮𝐩𝐫𝐞𝐦𝐨 ❖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora