CAPITULO IX "KOVAR QUIERE HABLAR CON USTED"

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Tierra de Dioses, tierra de demonios

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Tierra de Dioses, tierra de demonios...

Pensé mientras movía las piezas del ajedrez, ésta jugada de Isaac había estado a la altura, al grado de que había perdido a dos piezas fundamentales de mi juego, pero conservo a la reina blanca, aunque él tenga a la reina negra y haya vuelto al juego, estaba a nada de hacerle una jaque mate hasta que se le ocurrió la muy bien craneada idea de ir por mi madre.

- bien jugado, Palacios. 

le devolví la reina negra a su tablero, éste es el único juego de ajedrez en dónde puedes seguir en el juego sin tener la reina, aunque el cabrón Palacios la haya recuperado. 

uno de mis esbirros se acerca a mi.

- señor, los cuerpos están listos. 

- llévenlos a la casa del centro, ahí los vamos a velar. 

dije con voz áspera, mi hombre asintió y salió mientras yo movía las piezas en el tablero, muy cerca de la chimenea. 

- ¿ahora qué movimiento harás, Palacios?

susurré mientras me acariciaba los labios. 

- señor, tenemos movimiento aéreo en la casa blanca. 

sonreí de medio lado.

- plan de contingencia, traigan para acá los paquetes y dejen la sorpresa que habíamos planeado. 

moví las piezas a modo que las blancas estaban a punto de devorar al rey. 

- vamos a ver quién de los dos  es el supremo acá. 

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Había pasado toda la noche buscando la casa en dónde tenía Christian a Victoria y al pequeño, dudo volver a pegar el ojo hasta que los encuentre, verdad de Dios

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Había pasado toda la noche buscando la casa en dónde tenía Christian a Victoria y al pequeño, dudo volver a pegar el ojo hasta que los encuentre, verdad de Dios. 

Miré el reloj, me froté las manos, maldito frío ruso. 

me quedé mirando un punto X en la pared y estuve así varias horas hasta que tuve suerte y me quedé dormido, desperté con la alerta de la computadora en dónde me daba la localización de la casa en dónde el satélite había detectado el rostro de Malke. 

❖ 𝐌𝐚𝐟𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐑𝐞𝐲𝐞𝐬: 𝐄𝐥 𝐌𝐢𝐞𝐦𝐛𝐫𝐨 𝐒𝐮𝐩𝐫𝐞𝐦𝐨 ❖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora