Fecha: Lunes 2 de marzo de 2009, ciudad de Talca, Chile
Eran las 7:30 de la mañana, y se repetía una historia que transcurría todos los días en los últimos 10 años.
- ¡Andy, por última vez, levántate que llegarás tarde al liceo!
Era la voz de una señora que, pese a sus ocupaciones, se preocupaba mucho por su hijo.
Luego, el susodicho saltó como un bólido y ni supo cómo se vistió.
Andy López, buen alumno que solo obtenía buenas calificaciones en los exámenes, era sin duda alguna un pésimo ejemplo a la hora de levantarse.
- Hoy será un gran día en mi vida... después de tanto tiempo al fin entraré a la enseñanza media, gran paso para quienes ansiamos ser gente de bien en el futuro, oye mamá, ¿sabes o recuerdas de dónde salió este colgante tan raro que pende de mi mochila?
En efecto, de su grande y pesada mochila llena de libros colgaba una especie de llavero gris plata con la forma de un yo-yo, pero con un brillo que cautivó incluso al normalmente impasible muchacho.
- No, hijo, ¿por qué lo preguntas? ¿Acaso no lo has comprado en alguna de las convenciones donde sueles ir?
Momento de dudas (aunque insignificantes).
- Si lo hice, no lo recuerdo en absoluto. Aún así, me parece muy lindo y exótico a la vez. Lo conservaré, madre.
Luego del desayuno ha llegado el momento de partir al liceo. Hacía mucho que Andy deseaba llegar a esta etapa de su vida, incluso desde el parvulario, donde ya destacaba entre sus pares por su rápido aprendizaje. Imaginaba que el liceo sería la culminación exitosa de su etapa preparatoria, y pensando en ello es que al cruzar la calle 1 poniente a la altura de la Alameda, sin darse cuenta pisó a un pequeño animalito que parecía de goma.
- No puede ser... ¡pero si este "Crescencio" tiene vida propia! Es como una pequeña llama negra, pero no parece presentar...
Un temor vago y mal definido recorrió los nervios de Andy, pues en él la mala intención jamás nació, mucho menos con seres tan indefensos (aparentemente) como esta llamita en miniatura, la cual en una brusca postura replicó:
- ¡Cómo te atreves a pisarme, idiota! ¡No ves que he venido a buscarte, hombre yo-yo!
Rareza. Nunca se había oído en la historia que un animal hablara.
Andy casi se desmaya del susto; pero sin embargo se mantiene en pie contando lentamente hasta cinco
- ¿Q-q-quién e-eres? ¿Y p-por qué ha-hablas?
Con la misma postura, el "Crescencio" contestó:
- ¡Ahora no hay tiempo para responder preguntas! Guárdame en tu mochila y más tarde te respondo lo que quieras, pero ¡primero haz lo que tienes que hacer, ve, ya se hace tarde!
El joven no halló más remedio que hacer caso de las indicaciones dadas y, creyendo tener efectos secundarios de una fiesta donde estuvo el día anterior siguió con la misma calma de antes a sus estudios.
Una vez en recreo, se encuentra con Martín Gómez, amigo de muchos años:
- ¡Gusto de verte, Martín! Me alegro de saber que estaremos estudiando en el mismo liceo, pero... espera, ¿querías darme la sorpresa?
- ¡Hola! No, en absoluto, solo fueron azares del destino. ¿En qué curso estás?
- En el primer grado F, ¿y tú, "brother"?
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Yo-Yo Man Libro I: El Poder del Trueno
General FictionUn antiguo mal se cierne sobre una pequeña y normalmente inofensiva ciudad. Mientras, un joven aparentemente normal descubre que posee un poder sobrenatural ancestral. ¿Podrá este joven combatir al mal con estos poderes?