Yo-Yo Man cap 5 - La cowboy estrellada

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Fecha: Jueves, 23 de abril de 2009, ciudad de Talca, Chile

En una catacumba, bajo el Cerro la Virgen, entre muchas probetas (unas quebradas) una molesta Némesis se enfrenta a los enfurecidos Portus y Lisbon.

Necesito que se me explique, ¿por qué demonios me sacan del lugar cuando el enemigo estaba a punto de ser rematado por mí?

La que debe dar explicaciones eres tú, Némesis -dijo Lisbon- has eliminado a uno de nuestros demonios sin nuestro consentimiento, ¿acaso no te hemos repetido que está estrictamente prohibido entre miembros del Dark Suyu?

Eso no es importante para mí, además no tienes derecho a quejarte, porque tú enviaste a la muerte a Medicrack y a Otakei, so estúpida manipuladora.

¡Esos junto a Peledon han resultado ser unos inútiles sin poder!

¡A mi querida Medicrack no la insultas! -dijo empujando hacia atrás a Lisbon, quien cayó sobre una estantería rompiéndola-

¡Deténganse las dos! -irrumpió el doctor- El error lo cometiste tú, Némesis, al estropear con tus sucias manos este plan que estaba ya resuelto. Confiábamos en Candemon, en su poder y su habilidad, así que Némesis, ¡asume tu responsabilidad y reconoce que no tenías nada que ver ahí!

Está bien, doctor, está bien -dijo cabizbaja aunque esbozando una sonrisa de "plan maestro"-.

Némesis se fue del lugar mientras el doctor lamenta el no poder eliminarla (por ser aún un arma vital para su amo oscuro):

¡Lisbon!

Sí, doctor Portus...

Tendrás la última oportunidad de obtener éxito. Te queda uno de los Brodemon, ¿no es así?

Correctamente dicho, doctor. El demonio número 100 está esperando hace mucho la oportunidad de ser parte de nuestros planes.

El demonio rango 100... tiene un aspecto algo infantil pero sus habilidades son innatas. Que quede a tu cargo desde ahora, Lisbon. Haz los planes que quieras con él, pero ¡no vuelvas a fallarme! Porque si lo haces yo...

¿No querrá decir que...?

Exacto, enviaré a la gran bailarina de bellas artes.

En esas catacumbas solo quedaba el turbio doctor Portus, quien se rascaba los blancos cabellos y Lisbon, quien apenas dicho esto comenzó a sudar desmesuradamente.

Fecha: Lunes, 11 de mayo de 2009, ciudad de Talca, Chile

Son las 12:00 del día. Había afuera una nubada bastante gruesa, la que tenía a todos los alumnos del Liceo Comercial sin poder movilizarse adecuadamente hacia el patio. Andy y sus compañeros no eran la excepción. Aprovechando que la maestra no había llegado conversaba en un rincón Yana con nuestro héroe y amigo:

Esta lluvia no para, ¿eh, Yana?

No, por lo que veo tendremos agua mucho tiempo más. Sabes, Andy, situaciones como esta me hacen recordar los viejos tiempos. Aquellos cuando el mundo era todavía un cúmulo de paz interminable. En los campos, bajo el sol o bajo la lluvia, mi amado Illapa y yo jugábamos y nos reíamos. Aaaayayay... una lástima que esos tiempos terminaran cuando atacaron estos demonios tan crueles...

Cuéntame, Yana, ¿de verdad te gustaría que un día yo te llevara a una plaza para que juguemos y nos riamos como en los viejos tiempos?

Me encantaría, mi amado señor Illapa -lapsus-, perdón, me gustaría mucho, Andy, si bien es cierto que debemos estar atentos ante una eventual reaparición del enemigo, no está nada mal rememorar aquellos dulces años.

Yo-Yo Man Libro I: El Poder del TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora