Capítulo 9.

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Lo prometido es deuda. Éste capítulo es muy especial para nosotras ya que a pesar de todo siempre continuamos amando esto.

#canción del siglo..... En la camioneta de Thiago.

Sábado, 2 de Julio. 8:57 am

En cuanto abro los ojos quiero matar a Arleth, estoy segura que ella puso la alarma de mi celular, yo nunca la pongo no es necesario o quizás sí……… Tal vez por eso siempre llegó tarde a todos lado. Me paro de la cama, y veo la cama de Arleth tendida, eso significa que ya esta abajo ligando con el chico italiano o con Thiago, me rió un poco por que ella siempre niega lo que para las demás personas es evidente. Llevamos tres días viviendo en el loft y después de la noche de los huevos rotos (bautizada así por Bastián) nos hemos llevado un poco mejor, ayer incluso vimos una película de Hellboy, hoy es la parrillada de Thiago, se supone que las princesas hacen esta parrillada para comenzar con el pie derecho las clases, que por cierto comenzaran el lunes a primera hora. Arleth y yo pusimos un pequeño espejo en la puerta así que veo mis ojeras de panda en el y verifico que no tenga baba en la cara, después de eso buscó mis jeans negros y tomo prestada la sudadera color vino de Arleth, es una maniaca del orden a veces ya que ella ya desempaco y yo no puedo aun con las catorce cajas que mamá envió. Si alguno se interesa por mis padres tengo que decirles que su varicela sigue igual. Vuelvo a verme en el espejo y decido que hoy no pelearé con mi cabello por que afuera el clima esta algo lluvioso. Salgo de la habitación con mi celular y algo de dinero en mis bolsillos. En cuanto bajo las escaleras veo a Arleth platicando con Thiago. Prefiero no interrumpir a la pareja y voy a la cocina. En cuanto entró veo a un italiano hablando por teléfono, lo saludo con la mano y el tonto me ignora.

-No planes que te conteste.- veo a Stephen con su celular comiendo froot loops.- Bethlem habla con su madre en Italia, nos llevamos como seis horas de diferencia horaria, por eso siempre hablan hoy en la mañana.- deja el celular en la mesa.- ¿Quieres cereal?- asiento con la cabeza.- Esta en la alacena de arriba.

-Que caballeroso creí que me lo servirías.- digo con tono se indignación.

Camino a la alacena y esta muy alto, pongo los ojos en blanco y tomo un banco de la barra.

-Espera.- dice el italiano.- ¿Qué parece si te lo paso?- toma los froot loops y me los da.- Que bajita eres.

-Supongo que todos nos vemos bajitos a lado tuyo, hombre poste.- digo riéndome poniendo cereal en un plato de la mesa.- ¿Quieres cereal?

-Claro, Carther.- le sirvo y nos sentamos a comer cereal con Stephen.

-¿Cómo esta tu madre?- pregunta Stephen a Bethlem.

-Dice que el clima esta relajado, que olvide mis calcetines y que nos enviará salami.

-Tu madre es una santa.- Stephen pone ojos de borrego antes de levantarse y dejar su plato en el lavabo.- ¿Recuerdas la pizza que nos hizo Thiago la ultima vez? Ese salami es delicioso.

Loft 273.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora