Capítulo 7.

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#Despuésdemilaños.
#Cancionesdeloft.

Lo sentimos, sabemos que nos tardamos mucho en publicar pero por favor disfruta el capítulo y la canción que esta súper.

Mañana siguiente de llegar al loft

Despierto más que cansada de sólo pensar que después de un año de descanso retomaré la rutina del estudiar.

Ruedo cual cerdo para ver a Carther, la encuentro dormida con un hilo de baba escurriendo, quería decirle que hoy tengo que sacar todas mis cosas del departamento de Charlotte.

-Pssst dormilona, oye ¿me acompañas? Ya amaneció, abre tus ojos. Por lo menos dime que no.- le aviento una almohada pero parece que esta muerta. Tendré que ir sola. Me levanto de la cama y agarro el teléfono para ver la hora, pestañeo varias veces para aclarar mi vista, son las 6:20 de la mañana, tengo que lavarme la boca e ir al baño pero no tengo ganas de ver a las bellas miss universo, desgraciadamente mi vejiga está a punto de explotar, así que sin más remedio me levanto.

Salgo acompañada de mi cepillo de dientes sin rumbo fijo pues no sé en dónde se encuentra el baño, salgo de puntitas y de espaldas para no despertar a Carther, inmediatamente choco con una pared cálida, no es cierto soy una torpe, volteo y me encuentro con el francés.

-Podrías caminar de frente para no romper cosas- ruedo los ojos.

-Podría.- le digo mientras camino aún sin rumbo.

-No tienes ni un día aquí, debes una cámara, una taza francesa y no quieres hablar con nadie.- volteo para empezar a discutir pero la persona que sale del cuarto que se encuentra junto al nuestro se me adelanta.

-¿Por qué pelean?- me dice un adormilado ¿Stephen?.

-Rompió mi taza, de mis pocos recuerdos de casa.- alega francés y yo cruzo los brazos.

-Me sé su historia Bastián pero no creo que Arleth despertara con esa meta. Por la cámara no te preocupes- voltea a verme.

-Ya te dije que la pagaría, es parte del material para tu escuela.

-Ni creas que te dejaré pagarla.- frunce el ceño como niño berrinchudo.

-Bueno, por lo menos déjame mandarla a arreglar.

-A mi sólo me importa mi taza, no me interesan si quieren coquetear después.- dice el francés al mismo tiempo que bosteza.

-Debo confesar que esa taza ya se había caído varias veces y todas por tu culpa, además no es la original.

-No me importa, quiero que la pague.- se da la vuelta y se mete a una habitación del fondo del pasillo.

-No le hagas caso, tiene problemas en su casa, con su novia y otros tantos en la escuela.

-Creeme que no me importa, sólo es uno de mis compañeros de departamento. Pero gracias, podrías decirme ¿en dónde está el baño? Por cierto, conozco a alguien que puede arreglar esa cámara y no aceptaré un no por respuesta.

- No prometo nada, pero tal vez en la noche podemos ir a ver eso. Es la puerta del fondo.- se da vuelta para meterse de nuevo al cuarto. Hasta ese momento me doy cuenta que su pijama es sólo el pantalón, ¡dios! Bonita espalda.

Al salir del baño escucho una guerra de cacerolas en la cocina, me acerco pues huele a quemado.

-Buenos días Thiago, ¿puedo pasar?- asomo la cabeza y le digo al chico estresado que tiene un pantalon blanco y un mandil, si, sólo eso.

Loft 273.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora