Luchar contra esa cosa no era nada fácil; Kai fue el primero en deducirlo cuando los pétalos no causaron ningún daño en la sombra.
Landon miró a su hermana.
–Esto me recuerda a esos años... –murmuró con una sonrisilla–... cuando tu chico era un completo inútil.
La sombra gruñó y avanzó dos pasos hacia ellos.
Todos corrieron hacia el final del pasillo.
–... como ahora –concluyó Landon.
–¿Sabes? –Kaidmel miró hacia atrás y vio a la sombra demasiado cerca de él–. Es molesto cuando sé que hablas de mí en un tiempo del que no recuerdo nada.
–¡Allí! –jadeó Kaylee, señalando una puerta entreabierta: la habitación de Kendal.
Landon sostuvo a Kaylee cuando ésta tropezó y estuvo a punto de caer. –Ten más cuidado. No sé los demás, pero yo no quiero ver muertos hoy.
Un completo idiota, pensó Kaylee, y entró a la habitación seguida por los otros.
–Ahora sí, Tatum, dime qué es lo que está sucediendo –exigió Kaidmel mientras una gota gruesa de sudor bajaba por su sien.
Landon lanzó una mirada a Tatum antes de decir–: Bueno, Kai, ni siquiera sé por qué lo preguntas –el mencionado lo miró confuso–. Realmente creí que serías un chico con un coeficiente intelectual un poco más alto, pero parece que me equivoqué.
–¿De qué coño hablas? –replicó Kaylee perdiendo la paciencia con él.
–Hablo de que allá afuera hay una cosa huesuda y horrible que ha tratado de jodernos a todos hoy –Landon vio y sintió el temor de Kaylee hacia él, por lo que se obligó a mostrar una mirada más... humana y compasiva.
–No me refería a eso –respondió Kaidmel con brusquedad.
–Eso es lo que has preguntado.
–Es un Dökkálfar –Tatum alzó la voz por dos motivos: uno, para alivianar la tensión que comenzaba a sentirse; y dos, para dejar de mentir–. O elfos, como son comúnmente conocidos.
–No son elfos, Tate –replicó Landon con enojo–. Ellos no pertenecen a esa raza.
Kaylee estaba asustada, pero pudo decir–: ¿Cómo que elfos? En tal caso, ¿no podrían traspasar la puerta?
–Pueden –admitió Tatum–, pero no aquí.
–¿Por qué? –Kaylee lanzó una rápida mirada a su hermano, quien se había quedado anormalmente callado.
–Aquí hay muchas Centaureas Cyanus que han recibido la luz solar durante veinticuatro horas –los ojos de Tatum relucieron, incluso cuando nadie había encendido la luz del cuarto–. Las que tomó Kaidmel jamás recibieron tal cosa como la luz solar.
–Así que el sol... –Kaylee comenzó a entender, poco a poco, pero lo hacía.
–La luz les hace daño y los debilita, pero el sol los destruye, los evapora como si nunca hubiesen existido.
Kai lo había visto, oído y sentido, pero no terminaba de tragarse esa ridiculez, porque... ¿elfos? ¿de verdad? Era la explicación más descabellada que había escuchado en toda su vida.
Tatum lo miró con ojos astutos. –Tú ya sabes todo esto, Kai.
–¿Cómo? –preguntó Kaylee, observando con desconfianza a su hermano, quien se había sentado en una silla.
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Get ugly, la maldición comienza
FantasiKaidmel proviene de una familia grande, por lo que es travieso, revoltoso e indiferente a las opiniones de los demás. Pero hay un defecto en él: Kaidmel no tiene memoria. No recuerda absolutamente nada de sus años anteriores, más permanece en silenc...