La chica perfecta [Fanfic CDM Castiel]

Capítulo 1 "Irás, y punto"

Elizabeth POV's

Odio el ballet. Siempre lo he hecho. Y aún así aquí estoy, en mi práctica diaria.

Mi madre quiso que aprendiera para ser ‘‘perfecta”. Porque, según ella, es un baile de representa la excelencia y la disciplina.

Alguien toca la puerta y dejo de practicar.

—Adelante —digo. Entra en la habitación un mayordomo.

—Señorita Elizabeth, la cena está lista.

—Gracias, voy en un momento.

El mayordomo se retira. A veces pienso que mi vida es... perfecta.

Porque, lo tengo todo, pero siento como si no tuviera nada.

Mis padres son los fundadores de una de las empresas más importantes a nivel internacional.

Siendo sincera nunca he sabido bien que es lo que maneja dicha empresa.

Lo único que sé, es que produce mucho dinero, por lo cual vivo como muchos dirían "la vida perfecta".

Pero yo no lo veo así. Vivo en una vida llena de obligaciones, horarios, reglas... nunca puedo ser quien realmente se supone que soy.

Según mis padres debo ser "perfecta" para así, saber en un futuro como dirigir la empresa que por herencia me pertenece al ser hija única.

Yo no quiero eso.

Bajo por las largas escaleras hasta llegar al comedor. Mis padres ya están sentados significa que llegué tarde.

—Llegas tarde Elizabeth —dice mi padre. Lo sabía, estúpidos horarios.

—Lo lamento padre.

—Lo sé Elizabeth, siempre lo sientes.

Me siento en la silla recargada de mala manera en ella.

—Elizabeth, siéntate bien —me reprende mi madre con su voz monótona.

Suelto un suspiro mientras me acomodo de una manera "correcta".

Los mayordomos entran con la cena y la colocan en frente nuestro.

Mis padres empiezan a hablar de su empresa. No tengo permitido hablar durante la cena, a menos que mis padres me hagan una pregunta directa, cosa que casi nunca sucede.

—Elizabeth, tenemos que hablar —la voz de mi padre me sorprende y me obliga a levantar la cabeza para encararlo.

—¿Qué pasa padre? —mi voz demuestra la clara confusión que tengo.

—Tu madre y yo hemos estado hablando sobre tu comportamiento.

—¿Mi comportamiento?

—Así es hija —comienza a hablar ella—. Últimamente no has cumplido con tus horarios y no has estado comportándote de el modo correcto.

—Por lo que tomamos una desición. Te enviaremos al internado —concluye mi padre.

Me quedo helada. No puedo creer lo que acababa de decir, no, no puede estar hablando en serio.

Ese maldito internado.

Él mismo me había hablado de ese lugar antes, pero jamás pensé que se le ocurriría enviarme allá. Maldita sea, ¿por qué todo lo que hago les tiene que parecer incorrecto?

—¿Qué? —es lo único que sale de mi boca. Ellos no dicen nada—, ¿por qué?

—Ya te lo dijimos —dice mi madre tratando de sonar comprensiva— Haz tenido una disciplina demasiado baja.