Capítulo 8

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No sabía cómo se había dejado liar, pero ahí estaba en la presentación de su primera novela, según las críticas salidas aquella mañana la novela era una brisa de aire fresco en el saturado y normalmente monótono genero de novela policíaca, asegurando al escritor novel un gran éxito si no se desviaba del camino tomado.

Durante un tiempo anduvo perdido, tras el no apto del ejército no sabía cuál sería su futuro, en las primeras semanas se empeñó en crear una empresa de seguridad internacional y se afanó en ello. Contacto con algunos compañeros del ejército para contarles la idea, la mayoría fueron muy receptivos.

Aprovechó sus contactos en las altas esferas para preguntar si obtendría contratos fácilmente, dada su hoja de servicios todos le aseguraron que los nuevos contratos firmados por Defensa serán suyos.

Sólo hubo un pero, Kate no estaba nada convencida, no le gustaba la idea de no poder ver a Castle cada día, además de los peligros que su trabajo conllevaría.

Tras la última discusión Castle tomó una decisión sobre la empresa.

-No lo entiendes ¿verdad? No quiero preocuparme por ti a cada minuto, no podría soportar perderte. Me ha costado toda una vida lograr tener a mi lado al único hombre que me puede hacer feliz y no lo quiero perder. No podría vivir si te pasase algo. No sólo perdería a mi pareja, perdería a mi mejor amigo, a la persona que me conoce mejor que yo misma - lloraba mientras intentaba convencer a Castle.

-¿Y yo? Yo sí puedo preocuparme cada día por ti, ¿no? -Kate se sorprendía al escuchar aquello- cada día cuando sales por esa puerta para ir a la 12th me quedo pensando si esa habrá sido la última vez en la que te haya podido besar. Me paso el día nervioso, sólo el verte entrar en casa nuevamente me relaja. Me estás pidiendo que no me dedique a algo peligroso cuando tú pones tu vida en peligro cada día. No puedes pedirme que haga algo que tú no estás dispuesta a hacer.

-Castle, sabes que tengo cuidado, uso siempre el chaleco antibalas - se defendía ella.

-Ya, pero el resto del cuerpo no está protegido. No me cuentes milongas, sé perfectamente lo que puede hacer una bala, y con algunas de las que existen hoy en día no te salvaría ni el chaleco. ¿Me pides que no me dedique a la seguridad internacional? - Ella asintió- vale no lo haré - Kate sonrió abiertamente- pero tú dejarás el cuerpo de policía.

-Debes estar de broma, no me puedes estar pidiendo en serio que deje de ser policía - Beckett se ponía en pie y comenzaba a pasear por la habitación.

-Sí te lo estoy pidiendo. Tú no quieres tener que preocuparte por mí y yo no quiero hacerlo por ti, la solución a nuestros problemas es que tú dejes el cuerpo de policía y yo no cree la empresa.

-Rick, soy policía es lo que siempre he sido. No puedes pedirme que deje mi vida a un lado - miraba por la ventana mientras las lágrimas se agolpaban en sus ojos.

-Antes de ser policía eras abogada, podrías volver a ejercer. No te pido que renuncies a tu vida, te pido que vivas una nueva conmigo - Castle se acercaba a ella posando sus manos en la cintura de la detective- Ambos tenemos miedo de perder lo que tanto nos ha costado tener, pero podemos hacer cosas para evitar nuestros miedos. La pregunta es si estamos dispuestos a cambiar parte de lo que somos por amor al otro.

Kate se giró sobre sí misma, apoyó su cabeza en el pecho de él y rodeo con sus brazos su cintura.

-Te amo, lo único que sé es que quiero pasar el resto de mi vida junto a ti. Quiero que seas el padre de mis hijos, quiero vernos de viejitos pasear de la mano por una playa. Y si para ello tengo que dejar la policía lo haré - él besaba la cabeza de su novia- Yo seré abogado, pero ¿qué narices vas a hacer tú con tu vida?

-Algo encontraremos. Siempre puedo volver a ser guionista, tengo imaginación de sobra - ambos rompían en carcajadas.

-Podrías escribir un libro.

-Claro, cómo no lo había pensado, escribir un libro. Estás loca - la cargaba su hombre y comenzaba a andar hacia el dormitorio.

-¡Bájame! Castle, por favor bájame. Te vas a hacer daño -daba pequeños golpes en la espalda de su novio.

Al final Kate se había salido con la suya y tras muchas charlas que terminaban casi siempre con los dos haciendo el amor, Castle se decidió a escribir una novela.

Tenía que reconocer que no le había sido tan difícil como en un principio había pensado. Tenía su musa al lado, Kate había sido su máxima inspiración. Para la detective no había sido complicado encontrar un despacho de abogados que quisiera contratarla.

Había llegado el día de la presentación del libro y allí en aquella fiesta estaban todas las personas que eran importantes en su vida, Martha, Jim, Kate. Faltaban sus padres y Johanna, pero el resto estaban allí.

No podía negar que tenía todo aquello que siempre soñó, una familia a la que amar y a la que cuidar.

Cuando su agente Paula le presentó, su familia y todos los amigos de la 12th se pusieron en pie y comenzaron a aplaudir como locos, el resto del público les siguió, logrando que Castle sintiese un poco de vértigo.

Cuando la fiesta estaba en lo mejor Castle se alejó del grupo dónde estaban su novia y sus amigos y se dirigió hasta el pequeño escenario preparado para la presentación una vez allí tomó el micro que aún estaba ahí. Con un solo: "Buenas noches" logró captar la atención de todos los presentes.

-Sé que estoy es una locura y que probablemente alguien querrá pegarme un tiro, pero aún así es lo que más me apetece hacer y quiero que todos ustedes sean testigos de ello.

Soltó el micrófono y se dirigió hasta el lugar dónde se encontraba Kate, todos los presentes le siguieron con la vista, una vez delante de Kate se arrodilló.

-Katherine Beckett ¿quieres casarte conmigo? - preguntó al tiempo que mostraba un precioso anillo de diamantes y oro blanco.

Kate ni siquiera podía contestar, las lagrimas corrían por sus mejillas.

-Oh dios mío. Me lo estás proponiendo - fueron las únicas palabras que logró articular.

-¿Esa es tú respuesta? - decía él sonriendo.

-¡Sí! claro que quiero casarme contigo Richard Alexander Castle. No hay nada que quiera más en la vida que ser tu esposa.

La gente rompió en aplausos.

Castle se puso en pie y colocó el anillo en la mano de su ahora prometida.

Kate sonreía emocionada, se abrazó a Rick.

-Tengo una sorpresa para ti - decía ella susurrando y levantaba su cabeza para ver el rostro de sorpresa de él- Pero tendrás que esperar a que lleguemos a casa.

FIN

Historia de lo nuestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora