17. Palabras

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Dos terapias diarias y mucho esfuerzo de Mitch se habían requerido, para que después de tres días, la doctora decidiera quitarle el tubo que estaba en su costado y pasar de la máscara de oxígeno a una cánula en su nariz, ésto le permitiría estar más cómodo.

Durante esos días la visitante frecuente era la especialista del habla, siempre que visitaba a Mitch, este acababa de terminar las terapias respiratorias, se encontraba tan exhausto que no podía mantener los ojos abiertos, pero hoy era diferente, la doctora Robert cedió la hora de la terapia para que está pudiera empezar a trabajar en la comunicación de Mitch.

La doctora ingresó a la habitación y se encontró con el rubio dándole de comer a su paciente, la imagen era simplemente romántica, -perdón por interrumpir- dijo ingresando a la habitación.

-Soy la doctora Sanders, tu fonoaudióloga y vamos a trabajar juntos en tu terapia del habla, he revisado tu expediente y veo que has mejorado muy bien y me alegra que por fin podamos empezar con tus terapias-

Mitch esbozo una sonrisa en señal de aprobación a la doctora, durante los últimos días se había negado a decir cualquier palabra, cuando tenía que decir algo o responder acudía a un cuaderno, tenía mucho miedo de hablar,  miedo de no volver a ser el de antes de no poder cantar de nuevo no sabría qué hacer si no podía volver a cantar era una idea que venía rodando en la cabeza y que le había ocasionado un ataque de pánico.

La doctora acercó una silla a la cama de Mitch -Bueno por lo que veo ya estas comiendo mejor, así tendrás fuerzas para que empecemos a trabajar, porque no iniciamos con algunas preguntas mientras terminas de comer-

Mitch la miró sin saber que responder en ese momento Scott acercó la cuchara con algo de comida, por lo que la recibió y asintió con la cabeza para no tener que hablar

-Terminamos- dijo Scott entusiasmado, los últimos días Mitch había empezado a comer y aunque no era una dieta vegana si no la que le habían dado en el hospital Mitch terminaba la mayoría de las comidas lo que hacía muy feliz a Scott, que terminaran la comida no le daba más excusas a Mitch para evitar hablar era el momento y no podía evitarlo.

-Ok, es posible que nos dejes solos, tengo que empezar a trabajar con Mitch y sería más cómodo si estamos solos- se dirigió la doctora a Scott

-Mitch está bien que me vaya- Mitch había superado un poco el apego a Scott sin embargo en algunas circunstancias no podía aceptar que Scott lo dejara solo, a pesar de estar avergonzado de las pocas palabras que salían o de las torpes respuestas que daba no quería que Scott se fuera necesitaba un apoyo alguien que lo alentará y ese sería Scott, Mitch negó con la cabeza y la doctora no tuvo más que aceptar

-Está bien, ya que te vas a quedar qué tal si me cuentas un poco de Mitch y tu relación con él- la doctora se acomodó en la silla y saco el bolígrafo para empezar a tomar notas, Scott miraba a Mitch con una sonrisa gigante no había mejor cosa que hablar de Mitch tenía tantas cosas que decir de él, así que empezó.

-Mitch es mi mejor amigo, es muy divertido, inteligente, gracioso y talentoso- Scott miraba a Mitch mientras decía solo cosas buenas de él, -además tiene la voz más angelical que se pueda imaginar y puede llegar a unas notas increíbles, escucharlo cantar es lo mejor que hay en este mundo-

Mitch se sentía en el cielo Scott siempre decía cosas buenas de él, pero esta vez era diferente o por lo menos así lo sentía Mitch.

-Bueno me gusta lo que escucho, por lo que veo usted no viven en Las Vegas, sino en los Ángeles, espero que podamos avanzar en la terapia y puedas regresar a tu casa, te parece Mitch-

Mitch sonrió, era lo que más añoraba regresar a su casa con Scott

-Algo más que deba saber- preguntó la doctora viendo las manos de Scott y Mitch que se mantenían unidas

-Ohh si Mitch es mi esposo hace una semana y media- Scott apretó la mano de Mitch con seguridad al parecer el rubio estaba feliz de decirlo en voz alta y la semana y media de matrimonio con Mitch lo había hecho muy feliz a pesar de las circunstancias.

-Mitch sé que tienes un poco de miedo, pero créeme, entiendo perfectamente que en tu cabeza las palabras y las frases están armadas pero cuando llegan a tu lengua todo parece ir mal, pero he visto casos más graves que los tuyos y se han recuperado completamente, así que vas a estar bien-

Mitch lo pensó un segundo -Siiiii- se escuchaba como su voz arrastraba la corta palabra, pero por lo menos la podía decir con seguridad.

-Vamos a empezar por el principio, puede ser frustrante y puedes creer que no es necesario, pero es muy importante así que lo primero son las vocales, tengo estas tarjetas y tú me vas a decir que letra es, empecemos- la doctora saco la primera tarjeta tenía la letra U

-Mitch que letra es esta- Mitch observaba la tarjeta sabia la letra que estaba ahí la conocía, pero era difícil decirlo, sin embargo, se quería esforzar veía a Scott ilusionado esperando que Mitch lo dijera con todo su esfuerzo lo dijo -U- claro y como si nunca hubiera pasado nada

-Está muy bien es la letra más difícil y lo lograste estoy segura que esto va a resultar bien-

Durante más de 30 minutos trabajaron con el abecedario y los números con mucho esfuerzo logro decir la mitad de las letras, en un momento Scott pidió permiso para ir al baño por lo que el rubio se levantó y entró al baño, Mitch aprovecho el momento para escribir rápidamente en la libreta que utilizaba para comunicarse con Scott y escribir "te amo",

Durante más de 30 minutos trabajaron con el abecedario y los números con mucho esfuerzo logro decir la mitad de las letras, en un momento Scott pidió permiso para ir al baño por lo que el rubio se levantó y entró al baño, Mitch aprovecho el moment...

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ya había logrado decir Scott sin ningún problema pero había algo más que quería decirle al rubio y necesitaba la ayuda de la doctora

-Quieres decirle eso a tu esposo-

-Sii-

-Está bien, tu puedes hacerlo- en tan solo dos minutos que Scott demoró en el baño la doctora logró que Mitch lo dijera, así que cuando Scott salió del baño los dos guardaron silencio como si estuvieran haciendo algo malo

-Está todo bien- pregunto Scott acercándose a la cama

-Sí, Mitch está bastante cansado por lo que hoy dejaremos acá, lo estás haciendo muy bien y sé que vamos a lograrlo muy rápido, voy a organizar un horario con los demás doctores para que no se crucen con tus otras terapias, sin embargo, quiero que practiques con Scott y seguro pronto podrás decirle muchas más cosas-

La doctora salió de la habitación dejando a un Scott muy emocionado, después de esa pequeña sesión de abecedario, Mitch se recostó despacio en la cama haciendo pequeñas muecas del dolor que le ocasionaba las costillas y los puntos del costado, Scott rápidamente acomodo las almohadas y quedo frente a frente con Mitch, por un segundo todo se detuvo, solo quedaron los dos cruzando las miradas con todo que decir, solo una pequeñas tos que le dio a Mitch interrumpió el hermoso momento, Scott acerco a Mitch un vaso con agua, del cual Mitch tomo, ese era el momento su garganta se sentía mejor y no podía guardárselo más, Scott retiro el vaso y se acercó al otro lado de la habitación donde estaba la jarra de agua, Mitch miraba cada movimiento y cuando Scott se sentó nuevamente Mitch tomo la mano de Scott él le sonrió y como si fuera lo último que pudiera decir tomo aire miro a Scott y lo dijo – Scootttt ttteee amo- 

Mi Mejor AmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora