33. Cuéntamelo Todo

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El vuelo a New York paso rápido Mitch y Scott durmieron durante todo el vuelo y despertaron cuando sintieron el avión aterrizar, Mitch levantó la cabeza del pecho de Scott lo miró a los ojos y sonrió, Scott devolvió la sonrisa, recogió las cosas de los dos y salieron del avión, durante el camino al lugar de llegada del equipaje los dos tenían sus manos entrelazadas pero no decían nada, los demás habían notado que seguía el ambiente tenso pero esperaban que las cosas mejoraran en los próximos días.

Al llegar al hotel Mitch y Scott se dirigieron a su habitación, tendrían la tarde libre por lo que podían descansar, Scott abrió la habitación y como siempre estaban dos camas dobles, pensaron que tendrían una sola cama para los dos, pero al parecer Esther cuando hizo las reservas olvido que eran esposos.

Mitch entró a la habitación dejó la maleta en el armario y se sentó en la cama con los codos sobre sus piernas y las manos en la cabeza, Scott que estaba terminando de dejar sus cosas en el baño, se encontró con esa imagen al salir del baño.

-Mitch, te sientes bien- el castaño no contestaba nada, solo se escuchaban los sollozos, por lo que rápidamente Scott se arrodillo al frente de el y quito las manos de su cabeza para que lo mirara

-Mitch, que está pasando, cuéntamelo todo-

-No sé, como explicarlo-

-Mitchie habla conmigo, tú siempre has confiado en mí-

-Lo siento-

-Porque-

-Por todos los problemas que te he dado, estos últimos meses no han sido fáciles y entiendo que quieras separarte-

Scott se sorprendió con las palabras de Mitch, de donde había sacado esa día, estaba muy feliz con su matrimonio, había sido una noche de copas, pero fue la mejor decisión que tomó en mucho tiempo

-De donde sacas que me quiero separar, eso es lo que tú quieres-

-No, noooo, yo quiero estar contigo, pero no se que pasa, mi cabeza no procesa las cosas bien, me siento confundido, tengo rabia y al mismo tiempo miedo, remordimiento-

-Mitchie desde cuando te sientes así-

-Ya va una semana, es una sensación muy extraña-

-No crees que me podrías haber dicho antes-

-No sé, es todo tan confuso, quiero decirte las cosas, pero es como si no me entendieras-

-Mitchie, ni siquiera has intentado hablar conmigo-

-Lo sé, no sé qué pasa conmigo-

Mitch empezó a llorar más fuerte entregándose en los brazos de Scott, como un niño pequeño

-Mitchie, sabes cuánto te amo-

Mitch solo sollozaba

-Te amo desde que estábamos en la escuela, sabes muy bien que nunca quise que se acabara nuestra relación, en esa época fue tu decisión y yo lo acepte, pero en este momento quiero entender que pasa por tú cabeza, por que no entiendes que no voy a permitir que esto se acabe-

Mitch lo miró con los ojos llenos de lagrimas y despacio se acercó para besarlo, Scott aceptó el beso y sintió en su boca el sabor salado de las lágrimas de Mitch, después de unos segundos Mitch se alejó

-Scott, te amo más de lo que imaginas-

-Entonces por que te comportaste de esa forma esta mañana, me lastimaste-

-Perdón, no sé qué pasa, desde que estoy tomando todos esos medicamentos me siento extraño-

Scott se quedó pensando por un segundo, Mitch recientemente había ido a una sesión con su terapeuta, quien le había dado nuevos medicamentes para controlar la ansiedad y los ataques de pánico, desde que Mitch cambio de medicamentos si había notado cosas extrañas, pero las dejó pasar

Mi Mejor AmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora