Florecimiento emocional

404 34 7
                                    

Luego de la pequeña salida con Gary, tenía que ir al banco, resulta que el jefe me había aumentado el sueldo unos días atrás y no pude aprovecharlo hasta ahora, por mi memoria que dura menos de 3 minutos, al parecer; además, mi refrigerador estaba vacío, exceptuando por un pescado. Anoté en mi celular una pequeña lista de las cosas que me faltaban, comida sobre todo.

Estuve dando vueltas por el supermercado porque no me decidía si una marca era mejor o peor, pero más era por fijarme en los precios tan exagerados. En fin, estuve una hora hasta que volví a mi casa; mientras me iba acercando a mi casa, recordé que dejé a Gary dentro. Cuando abrí la puerta, un fuerte aroma me hipnotizó y me obligó a dirigirme hacia la cocina. Gary había cocinado un delicioso estofado de pescado, con cebollas, vino y demás; se me hizo agua la boca y el aroma era demasiado cautivador.

-Ga... Gary, mmmh... De verdad tienes un don para cocinar.- Dije entre babas.

-Ah... Esto? No... Es una receta familiar pasada de generación en generación, en este caso, me la pasó mi madre por mensaje, ya que le había dicho que me quedé en tu casa y la cocina estaba casi vacía, entonces me pidió que te lo hiciera de cortesía.- Amablemente me respondió.

-De verdad lo aprecio mucho...-Mue fui sentando en la mesa que Gary había preparado y todo.- Sabes, tenía pensado en que estuvieras en mi casa por un tiempo, pero torpemente recordé que ya tenías un departamento. Se me vino a la mente porque mi cama es de 2 plazas y hay ocasiones en las que me siento muy solo, aburrido o cuando compro las cosas, hay veces que compro comida de más, y tengo que desperdiciarlo todo. Necesito un compañero digamos.- Añadí.

-Bueno, verás, yo también siento eso... Y considerando que el precio de estadía en mi departamento es alto... No lo sé.- Dijo, soltando poco a poco esa idea principal.

-Yo tampoco sé, después veremos. Por ahora, disfrutemos de tu manjar, que la verdad te pasaste de exquisitez.

Luego del festín, levantamos lo que había en la mesa, dejándola impecable, ordenando y limpiando.

Eran las 20:47 y aún era temprano para dormirse, muy temprano; le ofrecí a Gary quedarse un rato más.

Gary aceptó, me dijo que igualmente no tenía porqué volver temprano, después de todo era Sábado. Nos quedamos viendo una película de terror hasta las 21:40, a mitad de la película, el calefactor dejó de funcionar y nos vimos obligados a taparnos con una manta de mi cama y un té de manzanilla, bien pegados. Hubo una parte en la que estuvimos muy tensos, pues el monstruo de la peli estaba acercándose y el pobre mapache intentaba escapar, aunque tenía la pata atrapada en unos escombros, demasiado tenso, encima que en casa se había caído un objeto mal puesto; eso hizo que se nos erice el pelaje. Eran las 23:08 y Gary, al parecer, tenía la intención de quedarse conmigo.

-Gary, emmmh... Mañana no tengo nada que hacer. Tienes planes mañana? Digo, por si quieres quedarte a dormir.- Dije entre bostezos.

-Nop. No tengo nada que hacer. Te molestaría si me quedo a dormir?- Preguntó tímido.

-No, para nada, por eso pregunté. Sería bueno que te quedaras a dormir.- Respondí.

Fui a preparar la cama; Gary me pidió permiso para bañarse y, como no tenía otra opción, le dije que sí. Encendí la radio de mi despertador ajustándolo para que se apague en 15 minutos. Gary, seco, se acostó al lado mío.
-Que curioso! Yo también duermo con la radio, detesto dormir en silencio; bueno, para ser sincero, me da miedo dormir en silencio.- Dijo mientras cerraba los ojos.
Mi instinto fue instantáneo y no pude controlarme (aunque no quise) me di vuelta y lo abrasé, puesto que yo siempre abrazaba una almohada, ahora estaba Gary en su lugar.

-Mañana será... *(bostezo) un nuevo día...- Me desmayé y dormí. 

Wolves of LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora