Para deleite de Tetsuya esa fue la primera noche que Taiga le visitó después del trabajo... como no se lo esperaba le recibió en el patio de la escuela, cubierto con su albornoz y pantuflas, cielos, tendía a dormir temprano por sus medicamentos así que no se podía evitar.
Taiga le miró con gesto indescifrable, sus pupilas fieramente dilatadas, sonrojado.
-quería verte...- le había susurrado en la intimidad de la noche mientras se inclinaba y resguardaba su rostro en el hombro del chibi. Cielos, habían sido tan solo unas horas y realmente le había extrañado.
-puedes venir cuando quieras... - Tetsuya acarició los cabellos bicolor y ladeó un poco su cabeza al recibir un suave beso que le envió corrientes de electricidad a todo el cuerpo. Gimió despacito.
-hueles a jabón...- sonrió Taiga que, al ver la suave respuesta del otro quiso seguir besando por aquí y por allá.
- me acabo de bañar...-
Oh... aquello era maravilloso, su cuerpo se movió por sí solo, sus manos tomaron el rostro del ojiazul, acariciaron su cabello aun húmedo, sus orejas, las mejillas, descendieron con lentitud por el cuello y abrieron un poco el albornoz, la curiosidad le picaba por saber qué tipo de pijama usaba el director.
De haber sido correspondido por Tetsuya con verdadero agrado pasó a ser rechazado de inmediato por una fuertísima cachetada, o mierda... al parecer había pasado el límite...
-yo... yo...- susurró Tetsuya avergonzadísimo enredándose más en la bata. ¿Pero que en nombre de Dios había hecho? Había reaccionado por puro instinto... no quería que Taiga viera la fea cicatriz y al sorprenderse a sí mismo correspondiendo las caricias por puro nervio había hecho lo que había hecho...
Taiga se agarró el cachete golpeado... ¡ardía como el diablo! Lo que tenía aquel joven de chiquito lo tenía de fuerte. Miró al más bajito con los ojotes abiertos, parecía a punto de ponerse a llorar.
-lo siento... creo que sobre pase los limites...-
Con tan solo algunos días de haberse conocido sin lugar a dudas lo había hecho, realmente solo quería ver qué tipo de pijama usaba, su gesto debió ser malinterpretado a algo más sexual y el menor había respondido de esa manera.
-no... Taiga-kun no tiene que pedir perdón... yo... no debí golpearte... lo siento mucho, solo fue...-
-está bien, no te preocupes... casi ni me dolió... -decir aquello había sido la mentira del año, pero tras asegurarse que sus dientes estaban en su lugar continuó - me sobrepase, es la verdad... no lo volveré a hacer hasta que tu realmente quieras... -
Pero Tetsu si quería...
-buenas noches...- se despidió el ojirojo dándole un último beso. Tetsuya se aferró a su playera y simplemente se resguardo ahí, en su pecho.
-quédate otro rato... por favor...- y Taiga así lo hizo... se sentaron juntos en una banca del patio y conversaron de muchas cosas. Tetsuya le compensó la cachetada con muchos besos en su mejilla y finalmente el ojiazul fue literalmente vencido por el sueño.
Para Taiga fue fácil levantarle en brazos y caminar con el hacia su departamento, se sorprendió de ver lo ligero que era y el sueño tan profundo que tenía. Antes de llegar a la puerta esta se abrió, sospechaba que mamá Kise le había estado supervisando desde la ventana.
Pero Kise no estaba solo, a lado de el un alto moreno de cabellos cobalto abrazaba al rubio de manera posesiva... al parecer ahí estaba el su suegro putativo...
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siempre contigo.
Romancela vida siempre te da segundas oportunidades... una nueva familia... un corazon que atesorar un nuevo amor...