cap 15 te entrego mi corazon

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Tetsuya se sintió por demás extraño cuando abrió los ojos y se dió cuenta que estaba de pie, a un lado de Taiga. Se sorprendió al verse a si mismo acostado en la cama del hospital, con la mascarilla, respirando rítmicamente.

¿Qué había pasado?

-saliste de tu cuerpo...- una suave voz llamó su atención y Tetsuya giró sobre si mismo para ver que en el dintel de su puerta estaba un sensual moreno observando con intensidad a Taiga.

-¿Himuro... san?- cuestionó Tetsuya con cierta vergüenza en su voz, no sabía como pero tenía la certeza de que el moreno era el esposo fallecido y su donador, o cielos, nunca en la vida ganaría un certamen de belleza, lo sabía, pero sin lugar a dudas Tatsuya lo haría. El moreno era sexy, sensual, caliente, todo al mismo tiempo.

-hola Kuroko-kun...-

El moreno le sonrió relajadamente, le cogió del brazo y comenzaron a caminar juntos por el pasillo del hospital, como si fueran dos viejos amigos. Tetsuya se sintió un niño guiado en un recorrido de por demás extraño.

-tenía mucho que quería hablar contigo... ¿te has sentido bien?... –

-si... muchas gracias.-

-¿Taiga ha sido bueno contigo?-

Las mejillas de Tetsuya ardieron ante esa cuestión, ¿Quién hablaría de su novio con el fallecido esposo?

-si... lo ha sido...-

El moreno sonrió plácidamente y al ver una banca vacía se sentó con el menor a un lado.

-Taiga no sabía lo de tu carta... cuando llegó hace meses no la abrió, tenía miedo de saber lo que fuera de cualquier receptor...-

Tetsuya había intuido eso cuando Taiga había leído la carta en el baño, sus gestos y sus ojos habían transmitido toda la sorpresa que el mismo había sentido.

-lo se... o al menos lo sospechaba –

-eso es bueno... Kuroko-kun... ¿amas a Taiga?-

El ojiazul asintió simplemente... ¿Qué más podía hacer?

-Taiga también te ama... temo decir y estoy casi seguro que incluso más que a mi... pero eso no importa... Taiga... él fue la persona más maravillosa de mi vida y sé que lo será en la tuya, quiero solo por favor pedirte que correspondas sus sentimientos, no lo engañes y no me refiero a una infidelidad... me refiero a que si lo dejas de amar no estés con él por lástima... él es... pese a su apariencia es muy sensible, ama con todo su ser, se ha entregado a ti con toda su persona... puedes hacer lo mismo...-

-lo hago...- susurró Tetsuya

-eso es bueno... - el moreno se puso de pie, tomo sus manos y le ayudó a incorporarse para regresar a la habitación.

-Taiga y tú estaban destinados a estar juntos.... Yo solo tenía que conocer a Taiga para que ustedes tarde o temprano se conocieran... y para que tarde o temprano Atsushi conociera a su persona más amada...-

El ojiazul escuchó cierto temblor especial en la voz del moreno y supo que estaba llorando, su único ojo visible era hermosamente cristalizado por las lágrimas contenidas.

-los dos fueron lo más hermoso de mi vida... los amo mucho, cuídalos por favor... -

Tetsuya abrazó al moreno en muestra de todo... agradecimiento, pena, consuelo, una promesa silenciosa de que estaría ahí para las dos personas más amadas de este joven y ahora también suyos.

-dile a Atsushi que no fue el... que no tema a decir sus sentimientos nunca, que no volverá a pasar nunca lo que pasó, el entenderá...- las lágrimas se le habían contagiado también a Tetsuya, aquello era una despedida – cuida a mis dos corazones por favor... - sabiendo que se estaba refiriendo a Taiga y a su corazón neto el ojiazul asintió con emoción.

-y Kuroko-kun... sería bueno que Taiga y tu vieran sus fotos juntos...- una cálida sonrisa apareció en el rostro del moreno y todo desapareció.

Tetsuya se despertó incorporándose como si un resorte lo hubiera catapultado de la cama, espantando en su proceso a Taiga que yacía en la orilla de esta sujetándole su mano, a Ryota y Daiki que estaban en el sofá de visitas y a Shintaro que le estaba revisando las respuesta ocular; y no conforme con el susto le había dado un buen golpe con su frente, probablemente incrustándole los lentes en los ojos.

Ryota saltó lleno de emoción y abrazó al pequeño ojiazul, Taiga, igual de contento tuvo que contenerse para no lanzarse sobre este, en su lugar ayudo al doctor a ponerse de pie y revisarle la cara, ouch, saldría un horrible y enorme hematoma en el puente de la nariz y las orbitas oculares... tuvo que reunir toda su concentración para no reírse. Daiki se acostó cual pantera negra en el sofá y cayó profundamente dormido, probablemente el estar estresado y con más de 24 horas sin dormir le habían fatigado más de lo que quería admitir; aunque Taiga estaba seguro que si Tetsuya hubiera tardado una semana más en despertar Daiki no la hubiera dormido.

-¿estás bien cariño? ¿Te duele algo? ¿Quieres comer? ¿Quieres bañarte? En un momento te quitan la sonda y los monitores para que te puedas levantar... -

Kise como buena mamá gallina presionaba al médico a que actuara rápido, checara a su amigo y de ser posible le diera el alta del lugar.

Tetsuya se quitó la mascarilla de oxígeno, y susurró con anhelo no solo en la voz, también en la mirada...

-ven Taiga...-

El pelirrojo se acercó cual gatito con las orejas gachas, se sentó nuevamente en su lugar antes ocupado y permaneció ahí, sin saber muy bien que decir.

Ryota, el doctor y un recién despertado Daiki supieron que la pareja tenía que hablar a solas.

Una vez lo estuvieron Tetsuya miró a su novio detenidamente.

Oh cielos, era tan guapo y se le notaba a kilómetros de distancia que estaba nervioso,  quería abrazarlo y llorar y besarlo.

Con un poco de esfuerzo Tetsuya alcanzó su mano y lo invitó a acercarse más a él.

-perdóname...- se susurraron los dos al mismo tiempo, después se abrazaron y finalmente se dieron cuenta que no era suficiente así que optaron por besarse.

-¿tu cuerpo está bien? ¿No te duele?-

Tetsuya hizo una revisión rápida de su propio cuerpo, la cadera, su entrada y sus muslos dolían un poco, como si hubiera sido sometido a una rutina de ejercicio, era un dolor rico que con gusto podría tolerar todos los días de su vida, estaba seguro que tenía un chichón en la frente al haber golpeado la nariz de Midorima y la sonda le estaba molestando un poco, estaba seguro que iba a perder el tino para orinar durante unos días.

-estoy bien... -

-Tetsu... yo...- el ojiazul selló los labios del mayor con la yema de sus dedos, no era necesario ninguna explicación, Taiga lo amaba a él por ser la persona que era, porque era Tetsu, no por ser el receptor del corazón de su esposo.

-abrázame... no quiero que me digas nada...-

Y Taiga cumplió lo que le pedían.

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