Glory [Yuri Plisetsky] [EDITANDO]

Capítulo 3

- ¡¿Qué?! - Exclamó demasiado fuerte para mi gusto, una chispa de furia decoró sus ojos.

Yakov estaba a punto de hablar pero lo hice yo primero.

- Te daría una explicación pero tengo cosas más importantes que hacer - Salí de la pista y le toqué el cabello.

Pude escuchar las voces de él y Yakov pero no presté atención a lo que decían.

Me senté y llamé al hotel de mi padre, situado en Rusia.

- Buenas tardes, me gustaría reservar una habitación, la más lujosa, soy la hija del dueño, soy Lenna O'... - Me vi interrumpida.

- Lo lamento señorita, su padre llamó hace un rato y dijo que no le dieramos la habitación si usted llamaba - Dijo tranquilamente el chico al otro lado del teléfono que, aparentemente, pensó que podría alterarme.

- ¿Disculpe? - Dije un poco molesta, lo cual provocó que varias personas que se encontraban ahí, me miraran - Quiero hablar con el encargado, me tienen que dar esa habitación, rápido.

- Claro, un momento -

Esperé unos segundos hasta que contestó.

- ¿Me podría explicar por qué...- Me interrumpió.

- Lo lamento, pero no hay nada que podamos hacer, su padre lo dijo y debemos de acatar sus órdenes -

- Esto es horrible, no quiero quedarme en otro hotel, debo quedarme en ese - Coloqué una mano en mi cintura.

- Lo lamento, también le dejó un mensaje, ¿Le gustaría escucharlo? -

- Sí - Suspiré molesta.

- Dice.
"Te fuiste de la casa sin el permiso de nosotros, tus padres, y no toleraremos más esa actitud, no quiero que te quedes en ninguno de nuestros hoteles, quiero que aprendas a conseguir las cosas por tu cuenta.
Te cancelaría las tarjetas, pero sé que eso sí te hará falta, lo demás quiero que lo olvides.
No regreses a casa hasta que tengas todo hecho, un trabajo estable y no estés en esas tonterías del patinaje, o hasta que regreses porque no soportas más la vida que te tienes que ganar.
Hasta entonces, tus padres" -

- Gracias - Colgué

*Demonios, me tendré que quedar en el simple hotel donde están ellos* Miré a Yakov y Plisetsky *Grandioso*

Me levanté de donde estaba y fui hacia ellos.

- Vengan, vamos a cenar, conozco un lugar maravilloso por aquí - Los tomé del brazo y los llevé a la salida, Plisetsky se resistió.

- Tú ni conoces nada de aquí, ¿Cómo sabrías... - Coloqué un dedo en sus labios haciéndolo callar.

- Shhh, sólo disfruta - Tomé mis maletas y salí junto con ellos.

Después de treinta minutos llegamos al restaurante.

Nos dieron una mesa y ordenamos, mientras esperábamos, Plisetsky comenzó a quejarse.

- Sigo sin entender qué obligación tienes con ella - Frunció el ceño.

- Su anterior entrenador es un amigo muy cercano mío, y me pidió que la entrenara -

- No le des explicaciones, no tiene porqué interesarle - Lo miré.

- Claro que me interesa, Yakov es mi entrenador - Comenzó a subir la voz.

- Yo no estoy diciéndo que ya no lo sea - Le sonreí - Claro, a menos de que se dé cuenta de lo que es bueno.

- ¡Yakov! -