CAPÍTULO 4.

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(Álex en la foto)

Ya era por la tarde, llegué al punto de encuentro unos cinco minutos más tarde de lo que habíamos acordado y vi a Álex mirándome con mala cara.

- Bueno, tampoco es tan tarde eh? -Le dije dándole un golpecito en el hombro. - Como tu sueles llegar tarde...
Suspiró - Anda no me vengas con tonterías que siempre eres tú.
Caminamos un rato hasta llegar a un banco cerca del campus de Álex.
- ¿Te enteraste de lo de Izan? - Me dijo medio riéndose. - No me lo esperaba para nada.
- ¡¡Oye!! No te rías que es grave, pudo haber acabado fatal, vaya suert...- Pero Álex me interrumpió antes de que pudiera acabar de hablar.
- ¿Cómo que grave? Tenía entendido que tú hermano era gay. - Me quedé callada mirándolo con perplejidad.
- ¿De qué me estás hablando? - Pregunté intrigada.
- Pues de lo del tío de anoche, ese tal Tyler, que se liaron. - Ante mi cara de sorpresa cambió la entonación de su voz. - No lo sabías. Mierda.
- Me habían llegado rumores, pero no se... ¿cómo sabes que es cierto?
- Yo los vi, estaba con Britney y de repente me da un codazo y los señala, la verdad es que flipé.

Vale, entonces era verdad. No podía serlo... Osea ¿y no nos dice nada?

Decidí cambiar de tema porque antes de nada prefería hablar con Izan de primera mano.

- ¿Qué hacemos? - Dije, aburrida.
- Vamos a mi habitación, que tengo clase en una hora y tengo que coger el ordenador.

Como estábamos cerca de su campus, no protesté, así podría tumbarme un rato antes de recorrer el camino de vuelta.

Llegamos a su habitación a los diez minutos siguientes. Estaba medianamente ordenada, alguna prenda de ropa por la silla pero nada fuera de lo normal.
Que suerte tenía de haber pillado habitación individual, era bastante bonita, en la decoración más que nada. Supongo que se debía a que Álex tenía un muy buen gusto para decorar interiores, quería hacer esa carrera pero al final se echó atrás.

Me tumbé en la cama de sábanas verdes y rojas y cerré los ojos por unos instantes.

Álex se tumbó a mi lado. - ¿Un día largo? - Dijo imitando la voz de Sara a lo que me reí, solía decir eso muchas veces.
Sara es una amiga en común, yo tampoco la conocía mucho pero era bastante amiga de Álex.
- Pues no te voy a decir que no, la verdad. - Respondí abriendo los ojos.

Álex se levantó de la cama y empezó a cambiarse.
- Sigo aquí eh. - Dije riendo y con cara de en realidad quítate la camiseta que no me importa. Reí ante mis pensamientos.
- Ya, me da igual. - Y mis sueños se hicieron realidad, se quitó la camiseta y me la tiró encima. - ¡Ayúdame a elegir! - Dijo cogiendo otra camiseta diferente y un polo rojo. - ¿Cual estiliza más mis músculos? - Y se puso a hacer posturitas, a lo que me reí.
- ¿Qué músculos exactamente? - Repliqué en tono bromista mientras me quitaba la camiseta que me acababa de lanzar encima de la cabeza.
Entonces Álex se tiró encima de mí y se puso a darme "camisetazos" entonces me giré y quedamos cara a cara.
La escena se paró, yo me quedé en silencio. No me cuadraba nada.
Pero Álex me miró, sonrió
y me besó.

Me quedé parada por unos segundos, nunca me habría imaginado esto, Álex es Álex osea está buenísimo y por eso mismo pensaba que no jugábamos en la misma liga, desde luego viendo las chicas con las que sale Álex , ahora mismo Britney una de ellas.

Pero le seguí el beso, ni dudarlo claro. Estas cosas no pasan todos los días, madre mía.
Y como besaba... Pasó sus manos desde mi cuello hasta mi culo, acariciando mi abdomen. Yo puse mis manos en su espalda y el beso se intensificó.
Una de sus manos subió de nuevo y me acercó más a él, metiendo sus manos por mi abdomen, decidido a quitarme la camiseta.

Pero
Como no,
Llamaron a la puerta.
Y me cagué en todos los ancestros de la pobre persona que no tendría la culpa de nada.

Álex se levantó rápidamente al principio maldiciendo por lo bajo pero después riéndose. Yo me reí también, era una escena muy de película adolescente. Me incorporé un poco y hice como que estaba mirando mensajes en mi móvil.

Abrió la puerta y entró un chico al que no conocía.

- Hola tío. - Saludó Álex pasando una mano por su pelo despeinado.
- ¿Interrumpo algo? - Preguntó al verme tirada en la cama, pero con esa sonrisita burlona en la cara.
- Que va que va, pero ¿qué haces aquí? - Dijo Álex apartándose más de la puerta para que el chico entrara.

- Ayer cuando me fui se me olvidó el libro de Derecho Penal y lo necesitaba para mañana, así que como tenía hora libre pues me pasé. - Álex abrió la boca para decir algo pero su amigo siguió hablando. - Y tú ¿quien eres? Yo me llamo Dave. - Y me tendió la mano con una sonrisa.
- Encantada. - Respondí estrechándole la mano. - Yo Lydia. - Y le devolví la sonrisa.
El chaval era guapo, no tanto como Álex, pero estaba bastante bien. Rubio de unos ojos muy oscuros, bastante alto y una sonrisa casi perfecta.

Álex observaba la escena desde la puerta, que ya estaba cerrada. Y mirando a Dave con mala cara.

- Deja de intentar ligarte a mi... - Se quedó mirándome sin saber que decir por unos segundos. - amiga.
Dave le miró y puso los ojos en blanco.
- ¿Para ti ser amable es ligar? - Dije yo poniendo morritos y riéndome.
- Zas en toda la boca. - Dijo Dave estallando en risas.
- Si es Dave sí. - Respondió Álex un poco serio.

Madre mía, es que... Nunca había mirado así a Álex, está verdaderamente genial.

- Bueno, me voy. - Dijo Dave cogiendo su libro. - Que parece que aquí no me quieren. Un placer Lydia. - Me dedicó una última mirada y salió por la puerta.

Álex se rió un poco. Cosa que no entendí. Y me miró.
- ¿Por donde íbamos? - Dijo quitándose la camiseta.
Pero antes de que acabara le interrumpí.
- Me da que te tienes que ir a clase, son menos diez y vas a llegar tarde. - Esas palabras me dolieron hasta a mí.
- Hostia, joder lo siento. - Dijo mirándome y colocándose otra vez la camiseta.
Me levanté y me coloqué la ropa.
Salimos los dos de la habitación y en el punto de desencuentro nos paramos.
- Bueno pues... Hasta aquí. - Dije separándome un poco.
- Ssssí. - Dijo él y me dio un pico.
Me sorprendí. Y reí.
- Adiós entonces.

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