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Otra mañana, otra vez me dirigía a la línea 8.
Desde los últimos meses lo único que me animaba a abordar el metro era ver a ese castaño.
Y ahora sabía su nombre.

Alonso.

Y realmente eso era lo único que sabía sobre él.
Es cierto que había tenido muchos descubrimientos pero eran cosas básicas como que olía bien y era muy cursi. Además de que le gustaba The Strokes.
Pero fue era de eso seguía siendo un gran misterio para mí.

Subí al metro de todos los días y me senté en una silla.
En la siguiente estación Alonso subió, y esta vez venía con sus dos amigos de la vez pasada.
Aunque ahora también los acompañaba un chico alto de cabello rizado.

Que por cierto también estaba muy guapo.

Lo que me extrañó fue que esta vez no venían haciendo chistes como la vez anterior que habían subido, sino todo lo contrario.
Se veían serios, sin ningún expresión en su rostro. Alonso se veía igual de triste que las últimas veces que lo había visto.
Extrañaba su sonrisa sincera y el brillo en sus ojos.

Noté que el chico de las largas pestañas y el rizado se susurraban cosas y no sé si yo estaba alucinando o realmente giraban su vista hacia mí para seguirse diciendo cosas en el oído.

Alonso los miraba con el ceño fruncido y negaba.
Un celular sonó y el moreno de las perforaciones contestó ya que era su celular el que estaba recibiendo la llamada.
Su conversación duró muy pocos segundos y luego dijo:

"Era Bryan, dijo que nos alcanza en el hospital"

¿Yo había escuchado bien? ¿Dijo en el hospital?
Alonso asintió bajando la mirada. El chico rizado le dio unos pequeños golpes en la espalda en forma de consuelo mientras el castaño cubría su rostro entre sus manos.

Ahora me quedaba más que claro que algo realmente andaba mal con él.

"Todo estará bien, amigo"

Eso es lo que había dicho el pelinegro de largas pestañas antes de que se pusieran de pie en la estación en la que había estado bajando Alonso los últimos días.

Los 4 bajaron del metro en silencio. Todos se veían demasiado tristes pero sin duda el que estaba más afectado era el castaño.

Hoy no había descubierto nada, pero me había prometido algo.

Iba a averiguar lo que le pasaba a Alonso y lo iba a ayudar.

Línea 8 || Alonso VillalpandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora