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Al día siguiente también abordé el metro como ya era costumbre para ir a la universidad.
Me sentía agotada ya que estábamos en semana de exámenes y evaluaciones.
El final de los parciales era la parte que más odiábamos todos los alumnos.
O al menos yo lo hacía ya que siempre dejaba cientos de apuntes para el final y me pasaba la tarde encerrada en una biblioteca haciendo investigaciones para proyectos.

Me senté en el vagón del metro como siempre.
Y Alonso también subió en la siguiente estación.

Pero esta vez su aspecto me sorprendió bastante.
No traía la chamarra que le distinguía, ahora llevaba una camisa negra de mangas largas y un pantalón del mismo color.
Hoy su cabello no lucía tan despeinado, lo había peinado de lado.
Pero eso no fue lo que me sorprendió, sino su rostro.
Se veía demacrado con grandes ojeras que cubrían parte de su rostro, estaba más pálido de lo normal lo que hacía resaltar aún más sus labios rosados. Sus ojos habían perdido cualquier rastro de energía positiva, estaban rojos, como si hubiera llorado.

Se sentó a mi lado como siempre pero esta vez no me sonrió como acostumbraba a hacerlo, solo tomó asiento cabizbajo.

Se estaba derrumbando frente a mis ojos.

Me sentía demasiado mal, no podía verlo así porque me dolía.
Después de dudar mucho por fin pregunté lo que había querido saber desde hace varios días.

"Alonso, ¿qué sucede?"

Intenté que mi voz sonara suave y comprensiva para no parecer una chismosa, no lo era.
Quería saber que le pasaba porque quería ayudarlo.

Levantó sus ojos hacia los míos con tristeza y me abrazó.
Puso su nariz en mi cuello absorbiendo lentamente como sin intentara tranquilizarse. Sentía mi hombro húmedo.

Alonso estaba llorando.

No dudé en apretarlo más a mí. Realmente estaba mal y quería que supiera que podía confiar en mí.

"Anelle, mi hermano mayor murió"

En ese momento me congelé. Suponía que sería alguno de los que había visto en aquella foto.
No me separé de su cuerpo y él tampoco parecía querer separarse del mío.

"Tuvo un accidente en su motocicleta, estos días había estado yendo al hospital pero nos avisaron en la madrugada que había fallecido"

Me sentía realmente mal, yo alguna vez había perdido a un familiar pero no alguien tan cercano como un hermano.
Acaricié su cabello sin soltarlo aún.
Algunas personas miraban la escena en silencio.

"Todo estará bien, ya lo verás"

Yo no era la mejor consejera pero intentaba tranquilizar a Alonso.
Se separó lentamente de mí y limpió su rostro.

"Gracias, espero verte pronto"

Se levantó de su asiento y bajó, pero no en la misma estación de hace algunos días, esta era una nueva.

Intenté sonreírle pero supongo que más bien pareció una mueca.

En la siguiente estación bajé yo y me dirigí a la universidad. Toqué mi rostro y estaba llorando.

Hoy descubrí algo nuevo.

El estado de ánimo de Alonso me afectaba a mí también de alguna manera.

Línea 8 || Alonso VillalpandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora