1. Andén 9 3/4

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Evana P.O.V.

Hoy era el día en que por fin iría a Hogwarts, mis padres se conocieron ahí y por lo que me han contado es el mejor lugar que podría existir.

-Vamos cariño, llegaremos tarde al andén y no podrás ir a Hogwarts.- sentí mi alma abandonar mi cuerpo al oír aquellas palabras, no pensaba dejar ir esta gran aventura.
-¡Por Merlín, no digas eso madre, casi muero de un infarto!
-Apurate si no quieres morir de tristeza al no ir.- tomé mi baúl y baje las escaleras corriendo.- ¡no corras, podrías caer!.

¿Qué no era que me pedía ir rápido? Esta mujer terminará por acabar con mi paciencia.
Al estar en la planta baja miré todo mi alrededor, no vería mi casa dentro de mucho tiempo y eso en cierta forma me entristece.
-¿Volveré para navidad, madre?
-Sí tu quieres volverás para navidad.
Sonreí mientras suspiraba y tomé a mi lechuza que se encontraba durmiendo en su jaula.
-Es hora de irnos Ayten.- abrió un poco sus ojos y al instante volvió a cerrarlos, sonreí por lo floja que es la lechuza y caminé hacia puerta dónde mi padre nos esperaba con el auto.
-¿Estas lista pequeña?.- di una afirmación con la cabeza un poco efusiva y subí las cosas al auto.- vamos sube, tenemos que llegar antes.

Durante el trayecto estaba hecha una bola de nervios.
-¿Qué pasa hija?.- miré a mi madre y sonreí levemente.
-No ocurre nada.
-Puedes decirnos lo que sea hija.- esta vez fue mi padre el que hablo, baje la cabeza pero seguía sintiendo su mirada.
-¿Creen que entre en Gryffindor?
-¿Es eso lo que te preocupa? Evana, ninguna casa es mala, no te vamos a desheredar si no quedas en Gryffindor, sin importar la casa que te toque, siempre te apoyaremos.
-¿Hablas en serio, mamá?
-Claro que sí, no tienes que seguir nuestro camino si no es lo que deseas, te verías muy linda con cualquiera de los uniformes.- sonreí ante la imagen de tener el uniforme de Gryffindor
-Quizás formes parte de los Hufflepuff, todos son muy amables en esa casa.
-¿No te importaría si soy una Hufflepuff, papá?
-No me importaría así fueras una Slytherin, una casa no te define, tus cualidades y creencias son lo que te definen.- junte mis manos a la altura de mi pecho en un gesto de aparente alegría, mi familia me apoyaba, la casa que fuera estaba bien para ellos y si ellos no tenían problema con ese tema, yo tampoco lo tenía.

-Muy bien, llegamos, deja que te ayude a bajar tus cosas, cariño.- tomé la jaula de mi lechuza y bajé del auto.- muy bien, vamos.- seguimos a mi papá dentro de la estación, sentía que pronto mis piernas no podrían sostener mi peso y caería, estaba a reventar de felicidad.- bien, es aquí, correremos juntos y atravesaremos esa pared, ¿deacuerdo?.- mi mamá y yo asentimos con aprobación y nos tomamos de las manos mientras mi papá llevaba el carrito con mi baúl. Tomé con fuerza a mi lechuza y cerré con fuerza los ojos, comenzamos a correr hasta atravesar la barrera que separa al mundo mágico del mundo muggle, al abrir mis ojos podria jurar que mi mandíbula tocaba el suelo, por fin estaba enfrente del tren escarlata que me llevaria a mi más grande sueño, Hogwarts.

Narrador Omnisciente

La pequeña bruja estaba dando saltitos de felicidad en su lugar, faltaba poco para que el tren partiera, giró para ver a sus padres, no había pensado ni un momento en ellos, se sentía egoísta al ver sólo su felicidad y no la tristeza que ellos sentían, se lanzó a los brazos de ambos y los abrazó con fuerza en un intento de retener las lágrimas que picaban con fuerza en sus ojos, su madre lloraba en silencio mientras correspondía el abrazo, en cambio su padre cerró los ojos y devolvió el abrazo encerrando a su mujer e hija entre sus brazos, le dolía tener que dejar ir a su única hija, la tendría a cientos de kilómetros de distancia, por la mañana no podría ir a despertarla, no la llevaría a su trabajo en un largo tiempo, no escucharia sus pisadas corriendo por toda la casa, pero sin duda lo que más extrañaría serian los momentos que ambos compartían en la biblioteca, investigando sobre alguna criatura mágica.
La niña se separó apenas unos centímetros para verlos a la cara.
-Les escribiré a diario, les contaré cada una de mis aventuras y los muchos amigos que haré.- su madre limpió sus lágrimas con un pequeño pañuelo mientras sonreía por lo que su hija había dicho.
-Estamos seguros que tendrás muchas aventuras en Hogwarts.- le dijo su padre dedicándole una sonrisa cargada de ternura.- tendrás que decirme si ves alguna criatura mágica rondando por tu colegio.- la niña asintió con ganas y los volvió a abrazar hasta que el conductor del tren pidió que todos subieran.
-Te amamos hija, no lo olvides.
-No los defraudare, haré que se sientan orgullosos de mi.- sus padres sonrieron con cariño.
-Nunca nos podríamos decepcionar de ti, siempre habrá algo que nos haga sentir orgullosos.- su padre a agachó hasta su altura y limpió la pequeña lágrima que caía por los ojos de la pequeña.- anda, sube y ve a tu nueva aventura.- la niña los abrazó una última vez y corrió con sus cosas hacia el tren, se apresuró a llegar a una ventana justo cuando el tren ponia marcha, se acercó un poco más y se despidió de sus padres a través de esta misma.
-¡Mamá!, ¡Papá!.- sus padres se despedían de ella agitando su mano.- ¡Los quiero mucho!.
-¡Nosotros a ti cariño!.- gritaron sus padres al unísono, poco a poco los fue perdiendo de vista la estación hasta que por fin desapareció, suspiró profundamente y emprendió camino en busca de algún vagón vacío
Luego de buscar por todo el tren, llegó al último vagón que parecía desocupado y lo abrió dejando ver a un chico de cabello pelirrojo con aspecto tímido
-Disculpa, ¿podría quedarme? Todo el tren va lleno.- el chico la volteó a ver y le dio una afirmación acompañada de una pequeña sonrisa, la pequeña hechicera se sentó frente al chico y le sonrió con amabilidad.
-Me llamo Evana Potter, ¿tú cómo te llamas?
-Newton- susurró el chico en un tono bajo.
-¿Cómo?
-Newton Artemis Fido Scamander
-Vaya...es un nombre un poco largo, ¿puedo llamarte Newt?.- el chico asintió evitando la mirada de la niña, lo que lo hacía más tierno ante los ojos de ella.
-¿Te gustaría ser mi amigo, Newt?.- el chico esta vez si la miró, se detuvo unos instantes en la lechuza de la joven y al ver como esta misma la acariaba, se decidió.
-Sí...¿te gustan los animales?.- la chica lo observó con curiosidad y detuvo las caricias a su lechuza.
-Sí, me gustan, mi padre y yo investigamos sobre algunas cuando él tiene tiempo libre, ¿a ti te gustan?
-Me gustan mucho.- la chica se fijó en sua ojos, tenía una brillo especial al hablar sobre el tema.- me encantan a decir verdad, son mi pasión, me gustaría estudiar a cada una de ellas, pero no atraves de libros, me gustaría interactuar con ellas.
Y así fue su viaje, charlando como si se conocieran de años, sin que ninguno de los se diera cuenta, algo fuerte estaba naciendo entre ellos dos, algo más allá de una amistad.

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Hola!
Bueno, esta es la segunda historia que hago, la primera la puedes encontrar en mi perfil, si te gusta la pareja de Draco y Hermione te invito a leerla, espero que está historia sea de su agrado.
Gracias por darme una oportunidad ♡

¿El tímido Hufflepuff me gusta? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora