4. ¿Un ave del trueno?

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Evana P.O.V

Cuando llegué a la sala común subí directamente a mi habitación para tirarme sobre la cama y descansar unos momentos antes de ir a mi siguiente clase, el día iba comenzando y ya había tenido un día de locos, definitivamente mi vida no es normal. Bufe y me revolvi en la cama, al momento llegó a mi la imagen de el tímido Hufflepuff por el cual me metí en problemas. No pude evitar sonreír, me metería en problemas mil veces más si es por él.

-Evana, ¿estás aquí?
-Por aquí Alex.

Mi compañera de cuarto y mejor amiga asomó su cabeza a través de las cortinas de mi cama y me dejó ver su preocupación.

-Merlín Evana, sólo te pido un día sin problemas, ¡sólo un día!
-Esos chicos estaban molestando a Newt.
-Creo que lo proteges mucho, deja al chico defenderse, no es un bebé al que tengas que cuidar.

Su comentario me hizo enojar, me incorporé en la cama y cerré los ojos.

-No es un bebé, pero es mi mejor amigo, ya hemos hablado de esto, si no te cae bien no hables de él
-No te enojes Evana, se que es tu mejor amigo, pero tienes más chicos alrededor, ni siquiera tienes novio por su culpa.

Frunci el ceño enojada y apreté los labios.

-Que no te importe mi situación amorosa, no necesito de un hombre para ser feliz.
-¿Entonces porque sigues con Newton?

Abrí la boca para contestar pero la volví a cerrar, ¿por qué lo necesitaba?

-Yo...no lo se, no estoy segura.
-¿No será que te empieza a gustar?
-Déjate de tonterías, vámonos o llegaremos tarde a pociones.

Tomé los libros de la mesita junto a mi cama y salí en dirección a las mazmorras.

Me senté al final de la clase esperando a Newt, mantuve la mirada en mi libro de pociones, no quería creer lo que Alex me había dicho, Newt era mi mejor amigo pero...¿Qué no era así como iniciaban las mejores parejas?. Moví la cabeza rápidamente de lado a lado queriendo librarme de esos pensamientos. Justo cuando lo estaba logrando, apareció el Hufflepuff que últimamente no salía de mi cabeza y los pensamientos volvieron con mayor intensidad.

-Hola de nuevo.- me mostró esa sonrisa tan suya, llena de amabilidad y sinceridad, no pude evitar devolverle la sonrisa con la misma intensidad, no podía resistirme a él.

Tomó asiento junto a mí y la clase comenzó, recargue mi mentón en el puño de mi mano queriendo captar algo de lo que decía el profesor pero era imposible, sentía la mirada de Newt sobre mí, suspiré con pesadez y lo miré.

-¿Qué ocurre?
-Tengo otra criatura.
-¡Newt, no podemos tener tantas criaturas, será cuestión de tiempo para que escapen!.- le reclame en un susurro
-Lo se pero esta...esta es especial, sólo espera y verás.

Asentí y volví mi vista al frente donde el profesor ya había llenado la pizarra de información, hice un puchero y comencé a escribir antes de que lo borrara, esta sería una clase larga.







Newt P.O.V

Guarde rápidamente mis cosas cuando finalizó la clase de pociones, esperé a que Evana terminara de recoger las suyas. Apenas se levantó, la tomé de la mano y corrí en dirección al bosque prohibido.

-Espera, Newt, ¡espera!.- poca atención le prestaba.- la siguiente clase está por terminar, no podemos faltar.

Me detuve un momento para tomar aire y giré a verla con una ceja levantada.

-Merlín Evana, la siguiente clase es Historia de la magia.
-Pensándolo bien, ¿a dónde vamos?
-Te dije que tenía que enseñarte la nueva criatura.

Volví a correr sin esperar una respuesta suya, no tenía tiempo para escuchar sus quejas. Al llegar al bosque prohibido solté su mano y con un movimiento de mano le indiqué que me siguiera. Íbamos apartando las ramas que tapaban nuestra visión, no tardamos en llegar a un claro oculto por los arboles.

-Newt, ¿no crees que nos estamos metiendo mucho en el bosque?
-Para nada, ya he venido antes, además, aquí es más seguro, nadie verá al ave.
-¿Esa es la magnífica criatura?, ¿Un ave?
-Cuando la veas dejarás de creer que es ridículo.
-No creo que sea ridículo pero.- la miré inclinando ligeramente la cabeza hacia la derecha mientras alzaba una ceja.- bien, pienso que es un poco ridículo.

Sonreí y me senté en el pasto tirando el maletín donde guardaba mis libros al suelo, miré desde abajo a Evana, ella también me miraba, di unos golpecitos en el suelo indicando que se sentara junto a mí. Al principio dudó pero terminó por aceptar y se tiró al pasto junto a mí, abrí el maletín y saqué el otro maletín.

-¿Qué demonios?, estas loco Newt.- comenzó a reír y yo no podía hacer nada más que mirarla con extrañeza ante su repentina risa.
-¿Por qué lo crees?
-A nadie se le ocurre meter un maletín dentro de otro maletín.

Ella seguía riendo mientras mis mejillas tomaban color, su risa acompañada de su sonrisa no tardaron mucho en arroparme entre sus encantos logrando embobarme. La observaba fijamente con una sonrisa, no se cuanto tiempo habrá pasado pero sentía que apenas habían sido unos segundos cuando Evana me dio un pequeño golpe en la frente con sus dedos.

-Disculpa, ¿decías algo?
-Nada, pero parecía que estabas demasiado metido en tus pensamientos.
-Oh sí, lo lamento.
-No hay problema, ¿ya me enseñarás a tu magnífica ave?
-Claro.- sonreí y abrí el maletín, dejando salir al ave.
-¡Merlín Newt, eso no es un ave, es enorme!
-Claro que es un ave, se le conoce como el Ave del trueno
-¿Ave del trueno?

Asenti con una sonrisa y miré al ave que volaba sobre nosotros, se veía realmente hermoso, chifle un poco para que el Ave bajara, abrí la maleta y está inmediatamente se metió en ella, la cerré y coloqué bien el seguro para que no se escapara nada.

-¿Y ahora que piensas del ave?
-Pienso que estás loco, es una criatura enorme, si se llega a escapar...
-Haré lo posible para evitarlo.-respondí seguro de mis palabras.
-Prometelo Newt.- apreté los labios quedándome callado.- Newt...Prometelo.
-Yo...lo prometo.- suspiró y hablé antes de darme cuenta.- si no quieres ayudarme a cuidarlo lo entiendo, no hay problema alguno.
-Claro que te ayudaré tonto, eres mi amigo, te apoyaré en todas las locuras que hagas.

Sonreí forzosamente, eso era, sólo su amigo, no sabía porque me dolía que me llamara así pero no quería ser conocido como el tonto amigo de la chica popular, quería otro título. ¿Qué me estaba pasando?



¿El tímido Hufflepuff me gusta? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora