¿El tímido Hufflepuff me gusta?

5. La sala que viene y va

Evana P.O.V

Después de volver del bosque cada quién se fue a su clase. Iba caminando hacia la clase de encantamientos, era una de mis clases favoritas por el simple hecho de que la impartía el profesor Dumbledore, llegué más temprano que los demás y tomé asiento hasta delante para poder ver y prestar más atención. Estaba sacando pergamino y tinta cuando una voz me hizo tirar mi pluma.

-Señorita Potter, siempre es la primera en llegar.

-Así es señor.- recogí mi pluma y me giré a verlo.

-Tengo una pregunta para usted, ¿puedo?

-Adelante profesor.

-Es sobre el señor Scamander.

Lo miré atentamente esperando que continuara, estaba realmente nerviosa, ¿y si nos había visto con el Ave?

-Son muy cercanos, me preguntaba si entre él y usted hay algo.

-Oh no profesor, no, sólo es una amistad.

-Ya veo, disculpe mi atrevimiento señorita Potter.

-No...no se preocupe señor.

En ese momento agradecí que la sala comenzara a llenarse, mi cara debía parecer un poema, no me esperaba semejante pregunta, ¿Newt y yo dábamos la impresión de ser novios? Merlín Santo.

-Hola, ¿puedo sentarme?

-Me da igual.

Se escuchó el sonido de la silla ser arrastrada hacia atrás. Me giré lentamente para observar a mi acompañante en esta hora, Leta Lestrange estaba sentada junto a mí.

-Maldición, ¿qué diría la familia Lestrange si se enterara que su hija está sentada con una Potter?

-No me importa lo que ellos me digan.

-Vaya, eso si que me sorprende, una Lestrange intentando socializar conmigo, si tuviera mi cámara tomaría una foto.

-Por favor Evana, intento ser amable y llevar una relación amistosa.

-Los Gryffindor nunca podremos tener una relación con ustedes.

-Eso es porque ustedes quieren, yo estoy intentando hablar civilizadamente contigo.

-¿Esperas que me lo crea después de ver como golpearon a mi amigo?

-Te pido una disculpa por eso.

-Tú no deberías disculparte y menos conmigo, deben disculparse con mi amigo.

-Te la pido a ti, tú amigo es extraño, no me gusta estar cerca de él.

-Somos parecidos, si no te gusta estar con él, no te gusta estar conmigo, así de fácil.

La escuche suspirar profundamente, esperaba que se levantara y cambiara de lugar pero al pasar los minutos me di cuenta que no se iría. Recargue mi cabeza en el puño de mi mano y anoté todo lo que el profesor Dumbledore decía, este día no estaba prestando verdadera atención, mi mente se ocupaba en Newt y lo que había dicho el profesor, el tejon acababa de rescatar un nuevo animal, otro problema encima.

Las clases por fin habían terminado y ahora me dirigía al lago para estar unos momentos en tranquilidad pero creo que nunca podré estar realmente tranquila

-Evana.- miré al chico con una sonrisa, no podía desquitarme con él.- ¿me acompañas? Ya sé donde esconder a mis criaturas para que no tenga que estar con la maleta todo el tiempo.

-¿Si? Vamos, quiero ver dónde meteras medio bosque prohibido

El tejon sonrió con inocencia y estiró la mano para que la tomara, sonreí soltando un suspiro y tomé la mano que me ofrecía. Caminábamos por los desiertos pasillos rumbo a un lugar que desconocía, ya habíamos subido varias escaleras y parecía nunca llegar a su fin, ni siquiera podía creer que el Castillo tuviera tantos pisos, tan modesto que se veía.

-¿Falta mucho?

-Lo único que falta es tu condición física.

Frunci la nariz y seguí subiendo las escaleras.

-¿Ya casi?

-Ya llegamos.

Nos paramos frente a una pared, al verla casi quería matarme, me había hecho subir casi seis pisos sólo para ver una pared.

-Mira Scamander, esto no es nada gracioso.

-¿Quién dijo que estaba bromeando?

-Entonces, ¿me estás diciendo que en esta pared pondrás a todas tus criaturas? ¿las vas a colgar o algo así?

-¡Qué horror Evana, claro que no!

-¿Entonces?

-Sólo observa

Camino tres veces frente a la pared, yo me recargue en la pared del frente mientras lo miraba fijamente, parecía un loco. Cuando había decidido abandonar al demente que tenía enfrente, apareció una puerta en la pared.

-¿Cómo? Entiendo que vivamos en un mundo de magia pero esto...esto es irreal

-Creí que ya te habías acostumbrado a las cosas extrañas.- lo miré, seguramente con una expresión de horror.- entremos

Caminé hacia la puerta y la abrí lentamente, al poner un pie dentro sentí un terrible viento helado, levante la vista para observar todo lo que me rodeaba.

-¿Qué es esto?

Giré un poco para descubrir cada parte de la sala, estaba dividida en secciones, había de un clima caluroso a un clima helado, un clima templado y uno tropical, perfecto para todas las criaturas que llevaba en el maletín.

-Yo le llamo la sala que viene y va.- lo vi sonreír por el rabillo de mi ojo.- pasaba por aquí buscando un buen lugar para esconder a todas mis criaturas cuando apareció esa puerta, se adapta a tus necesidades.

-¿Y si lo que necesito es una cama? Creo que han sido demasiadas emociones por hoy

Me miró de mala forma y luego giro.

-La sala podría aparecer una cama pero no es momento para dormir, tenemos que acomodar a todas las criaturas.

Hice una mueca y asenti

-Pasame a las criaturas que necesitan un ambiente frío, tú colocaras las del ambiente caluroso

Asintió y abrió un poco la maleta para que pudiéramos entrar en ella.

-Bien, tratalas con cuidado por favor

-Oye, yo también me encariñe con ellas, no las trataré mal

Sonrió y se alejó hacia las criaturas que necesitarían del sol, por mi parte fui a buscar criaturas que tuvieran un clima frío.

-Vengan con mamá, las llevará a un lugar más amplio.

Frunci el ceño, no sé porque había dicho eso pero al procesar mis palabras no pude evitar sonrojarme, giré hacia Newt para comprobar que no me había escuchado, suspiré al verlo entretenido con una criatura.

-No le digan a su padre que dije eso.

Tomé algunas criaturas y salí de la maleta para poder colocarlas en su nuevo hogar, luego suspiré y pasé una mano por mi cabello, parecía que nunca terminaría el día.