"No te diré razones para quedarte, sólo quiero que sepas que aquí se te ama hasta cuando tú te odias."
Correr por la calle a mitad de la tarde no era su taza preferida de café. Mucho menos, si el frío y fuerte viento chocaban contra su rostro porque sí, estaba en posición contraria a este para que no molestase. Aunque no era algo por lo que había que enojarse. El problema era, que Jungkook no se había levantado de buen humor o algo por el estilo. Porque, ¿cuándo el se levantaba de buenas? Esa era una de las tantas preguntas que el menor evitaba responder.
Sep, podrían llamarle toca pelotas o un muy gran, hijo de puta. Lo bueno de todo eso, es que a él le valía un bledo. No era como si viviese por todo lo negativo que la gente hablaba a sus espaldas. Sí le molestaba, más bien dicho, le herían. Pero él no era de esos que la pasaban llorando, sin hacer nada para remediar lo que les hacía daño.
La vida podía ser muy mierda, pero solo era mierda cuando tu querías que fuera una mierda.
¿Suena estúpido? No, de hecho, sincero. Él prefería sentarse en una silla de madera, en su cafetería preferida y perderse entre las líneas de cada párrafo de un viejo libro, a estar llorando como un cobarde por lo que el había decidido con su vida. Esas personas no eran su té preferido.
-Arg.
Arrugó la nariz. El café sabía amargo, probablemente se estaba compadeciendo de su vida. Aunque no todo era color negro, como muchos piensan, ni tan poco rosado, como los libros cliché hacen ver la vida.
Rio sosteniendo el libro entre sus manos. El amor era algo tan absurdo, tan imbécil y tan estúpido, pero era algo tan inevitable que sucediera. Probablemente, era como evitar que el viento no se lleve la arena. Porque por algún extraño motivo, todo lo que sus abuelos le habían dicho alguna vez, ahora lo entendía.
Entendía como cuando le habían dicho que su actitud era algo insoportable. Qué eso evitaría que las personas que más quería se acercaran a su persona. Pero, ¿qué podía hacer? No era como si la gente cambiara del día a la mañana, porque eso, no sucede en la vida real.
Cambiar puede sonar una palabra tan fácil, una acción de hacer rápidamente aunque irónicamente, cuesta más de lo que uno piensa. No es como si él no hubiese intentado. De hecho, lo había intentado eufóricamente. Podrían llamarle un idiota alienado por alguien, pero es que Taehyung, no era cualquier alguien. Era ese alguien, que complementaba todo aquello que le faltaba y ambos lo sabían. Solo que uno era terco y el otro un idiota.
Respiró hondamente, cambiando de página. Dándose cuenta que realmente no le había entendido a nada de lo que había leído anteriormente. No todo estaba funcionando como él esperaba. Como tenía que ser. Tal vez, si hubiera despedido a Taehyung desde el primer día que lo había visto tener sexo en su carro en el parqueo, nada de esto hubiera pasado. Porque él no creía en esa puta mierda del destino o la suerte. Esos eran cuentos para niños ingenuos que aun creen, que la vida es dada por el destino.
-¡Jungkook! -Brincó en su silla por el susto. Mirando con el ceño fruncido a la voz chillona y casi molesta de Jimin.
-Mierda. -Toco su pecho. -Tío ¡mierda! Casi me dejas sin respirar, joder.
El peli naranja se había sentado en frente suyo y Jungkook frunció el ceño, porque en ningún instante le había invitado o eso era lo que él se quería hacer creer.
-Ya se, ya se. -Jimin lo miró sonriendo. -Probablemente te pregunta, ¿qué mierda hago aquí?
-No es un probable, es una acierto. -Masculló.
ESTÁS LEYENDO
Sorry, daddy? ; [2da Temporada.] KookV / VKook
Fanfiction❝ Fui tonto. Tonto al entregar mi corazón a alguien que advirtió romperlo. . ❞ Book #2 [serie, oblivion.]