Prólogo

64 4 0
                                    

Tome el sobre que la mamá de Liam me ofrecía, le di una última mirada, sus ojos rojos por haber llorado tanto al igual que los míos; Me despedí de la señora con la poca fuerza que me quedaba, me dolía todo, yo me dolía, me sentía tan impotente, porque aunque quisiera no lo había podido ayudar, en nada; Llegué a mi casa, las lágrimas no paraban y yo sabía que no pararían, analice el sobre que decía: "De: Liam Clifford" "Para: Megan Collins" en la parte frontal, solo ver su nombre me dolía; abrí el sobre con las manos temblorosas, constaba de una pequeña hoja con una nota, la tomé y me percaté de que tenía una fotografía en la parte trasera, éramos él y yo. Que sonrisa tenía.
Con un gran dolor empecé a leer:

Hola Meg, tienes que leer esto,-eso hago idiota- por mi, aunque yo ya no este,-algunas lagrimas amenazaban con salir- tu tienes que seguir y dejarme ir, porque no lo soportaría, vive, cuando estés lista para partir te estaré esperando con los brazos abiertos Meggi-carajo, había usado el apodo con el que se refería a mi cuando sabía que estaba enojada o triste, una sonrisa llena de nostalgia se formó en mis labios-; Lo más difícil de alguien que padece cáncer es ver a todos y mirarse a uno mismo, ¿sabes? Sabiendo que, aunque te digan que todo estará bien, no será así, saber que dejarás todo, que no lo lograrás, por más que pelees todos los días de tu miserable vida, eso sentí yo Megan, y aunque yo lo intentara, sabía que no iba a ser así, sabía que no lo lograría, que no viviría para poder estar a tu maldito lado y decirle a cualquier idiota que te mirara "es mi chica" ; Incluso cuando te conocí Meg, pensé que, por fin podía luchar por alguien que no fuera yo, pero aquí te tengo, luchando por mi, sufriendo, animándome, ¿sabes? quiero vivir, Más bien, quería vivir y tener hijos contigo, quería casarme y tener un trabajo del cual sustentarnos pero, ¡joder!-Dolía, como dolía, lo extrañaba tanto; no dejaba de sollozar, el dolor me carcomía por dentro, y es que, ¿cómo no me iba a doler? La persona con la que había vivido tantos recuerdos, ahora era uno, y dolía, en verdad lo hacía- Admito que si fuera posible desearía haberte conocido antes de mi ultima etapa, te amo Megan Collins, cada parte de mi amará cada parte de ti, este donde este. Agradezco que me hayas amado, y de verdad que lo hago, y te pido perdón, por todo el sufrimiento que te hice pasar hasta ahora, te prometo que te cuidare donde sea que esté. Te lo prometo. Gracias por haber leído esta carta. Por cierto, a pesar de que ya no estoy, revisa bien la carta, hay algo muy especial que siempre te quise pedir, pero tenía miedo, debería habértelo dicho antes Meg, pero, aunque ya no este, por favor acéptalo, requiero el si.

Te amo Megan, no lo olvides.

-Liam Clifford.

Lloré como nunca antes, un jodido anillo, un anillo de matrimonio, carajo hombre, hubiera dado el maldito si en un puto segundo. Lo habría dado Liam, lo habría dado.

-Te amo Liam, tu tampoco lo olvides- solté algunas lagrimas que habían permanecido retenidas, y sonreí- nos veremos pronto idiota.

¿Y mi final feliz?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora