Capítulo 2

38 5 0
                                    

Zuko corrió lo más fuerte posible, hasta que llegó a las puertas del comedor y entró, todavía tratando de regularizar su respiración.

-¡Donde estabas esta vez!- Su abuelo gruñó, y juraba que el niño podía oír su propio padre gruñiedole también.

-Em... yo...- Zuko empezo a decir, Sintió su juguete en su bolsillo de su jaqueta e immediatamente pensó en una excusa.

-Estaba jugando con mi juguete- Él dijo.

-¡Niño tonto!- Su abuelo excalmó de la mesa.

-¡Sólo por tus juegos nos mantuviste esperándo!- El señor Fuego continuaba.

-Tal vez deberían quitarselo- Murmuró Azula.

-Azula- Su madre le susurró firmemente,

- Su majestad, él todavía es un niño, aprenderá ser mejor pronto.- La princesa dijo al Señor Fuego, él se acomodó en su asiento.

- Está bien, puedes sentarte- Dijo el Señor Fuego con una agitación de su mano. La princesa asintió su cabeza a su hijo para que se asienta, Zuko hizo caso y el almuerzo fue servida al fin.

Después de un rato, Azula empezó a hablar.

- Abuelo, su permiso para hablar- Dijo ella. Zuko rodeó los ojos.

- Tienes mi permiso,- Su abuelo respondió.

-Temo que mi hermano no comprende las reglas que tenemos a la hora de comer, si él continua así, no cumplirá ningún arreglo,- Dijo esto con un tono alzada.

-Yo creo que la mejor solución será deshacerse de ese jugete que tiene, es un obstáculo a la obedencia, - Ella añadio.

Zuko la miró con ferocidad, La princesa también la observaba descorazonadamente.

- ¿Qué opinas, Padre?- Ella le preguntó, El Príncipe Ozai casi sonreía.

- Estoy de acuerdo contigo,- Él estiraba la mano a Zuko.

- El jugete, Zuko - Mandó su Padre.

- ¡Qué! ¡No! - Empezó a tener Pánico. miró a su madre si ella le podía ayudar. Pero sus ojos solo se entritescieron, significando que él debería hacer caso.

- El juegete- Ozai dijo otra vez, Zuko lentamente sacó su jugete que era un caballo de guerra hecha de madera, lo mas fino. La abrazó antes de entregársela a su padre. El Príncipe lo sostuvo en su mano y lo quemó hasta que se quedaba pequeñas cenizas. Un sirviente se acercaba con un bandeja, El Principe sacudió las cenizas de su mano en el. Mientras el sirviente se fue a deshacerse de las cenizas, Zuko se quedó dejando sus lagrimas caer silenciosamente.

- Es por tu bien- Dijo el principe firmemente.

- Ademas...- Azula dijo.

-Hay que seguír las reglas-

Zuko corrió a su cuarto después y lloró alli, Su madre se sintió lastimosa por el. Claro, ella puede conseguirlo un jugete nuevo para él, ¡Pero por qué tenía que dejar que su hijo pasara por algo así! No era justo para ningun ser innocente, mucho menos a alguien como su hijo.

Pero si ella dijiera algo durante ese momento, sabía que Azula no se iba a callar y tal vez contaria sobre la amistad que Zuko tiene con Omi. No quería arriesgarlo, no quería que nada pasará a Omi y que su hijo se queda solo de nuevo.

~Mientras tanto~

- ¿Qué tienes allí pequeña?- La madre de Omi le preguntaba mientras terminaba a lavar los platos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 20, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Solamente Una Llama: Se Cumplan las Reglas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora