-Tienes razón, es que estoy acostumbrada a que mis amigos piensen eso de mi- Le miro y me doy cuenta de que no me había fijado en sus preciosos ojos color gema.
-Realmente esos no se merecen que les llames amigos- sonrío inconscientemente.
Andamos en silencio, con las miradas al frente, hacia la esquina donde se encuentra mi habitación.
A lo lejos visualizo a la enfermera, que se encarga de traer la cena normalmente.
-Bueno Ethan creo que ya es hora de que me vaya- Le miro a los ojos mientras sonrío tímidamente y me dirijo hacia mi habitación.
Siento una leve presión sobre mi brazo, lo miro y observo la mano de Ethan rodeándolo. Le aparto delicadamente.
-Hasta el domingo Ethan.-Me dedica una cálida sonrisa y se va.
Cierro la puerta detrás de mi, apoyándome sobre ella y suelto un pequeño suspiro.Después de cenar, me encuentro tumbada leyendo sobre mi cama, mientras que April, cómodamente sentada en su cama, disfruta de su imaginación jugando con sus muñecas.
-¡Anne mira!-Me levanto y voy hacia ella.
- Este es Ethan- Dice entusiasmada enseñándome uno de sus muñecos.
- y esta eres tú- Dice cogiendo de entre muchas de sus muñecas la del pelo castaño.
Mueve lentamente los muñecos haciendo que sus labios rocen. Estallamos a carcajadas mientras que la hago señales para que no se ría tan fuerte, ya que podríamos despertar a la gente.
- No te hagas ilusiones, nunca podré estar cerca de una persona- vuelvo a mi cama.
-¿Por qué?- pregunta con curiosidad.
- No lo entenderías- Vuelvo a coger mi libro y lo abro por donde me había quedado.
-Sabes, a veces puedo llegar a ser más inteligente que tú- Muestra orgullosa su sonrisa.
-Está bien...¿Alguna vez te has quemado?- Me mira con atención.
- Sí,alguna vez- Responde algo extrañada.
-Bien... Pues cada vez que alguien me toca, siento como mi piel arde.--¿Y por eso estás aquí?- Pregunta.
-No- sonrío irónica - Estoy aquí porque un día, cuando tenía tu edad, adelgacé demasiado.
Mi madre se preocupo por la gran pérdida de peso. Entonces me llevó al médico y el me diagnosticó desorden alimenticio.- April escucha atenta - A partir de ahí los niños de mi colegio se reían de mi cuerpo delgado, lo odiaba así que un día pensé necesito desahogarme y lo primero a lo que recurrí fue destrozar lo que me había causado todo este daño. Mi cuerpo.- Levando mis mangas de pijama enseñando las marcas de mis antebrazos.
- ¿Esas heridas se curan, verdad? - dice preocupada.
- No, por eso prométeme que tú no lo harás-.
- Te lo prometo- Se lanza a abrazarme.
Y cuando menos me lo espero, la estoy devolviendo el abrazo.
- ¿Por qué yo puedo tocarte?- Me susurra al odio.
-Porque eres diferente- sonrío.
- pues te voy a enseñar a no tener miedo a tocar a las personas- Dice orgullosa.Foto de Ethan
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Anne...
Teen FictionQue nadie se de cuenta de tu estado de ánimo. Que nadie se de cuenta de que lloraste. Que nadie se de cuenta de que extrañas a personas que un día estuvieron ahí. Que nadie se de cuenta de nada. Y es ahí cuando te das cuenta de que las cosas solo oc...