La School | Divalejo |

La Espectro ft. Queen Mamaza

"Llegué..." Pedro abrió la puerta de su casa y dejó su bolso en el sofá sin fijarse bien si caía a salvo y de inmediato fue a la cocina donde sabía que encontraría su madre.

Acorde a lo predicho, Pedro entró a la cocina y encontró a su mama, usando su delantal de fresitas, un bowl de cocina recargado en su brazo y un batidor en la mano contraria moviendo lo que a simple vista parecía una mezcla para una deliciosa torta. "Mi amor~"Queen Mamaza dio un giro para estar cara a cara con su hijo y darle una despampanante y cálida sonrisa que parecía salida de una serie de tv de los viejos tiempos y el público invisible aclamó por ella estruendosamente, confundiendo a su hijo.

Pedro apagó el pequeño televisor, que estaba detrás de ella junto al tazón de las frutas, sintonizando un programa de entrevistas con publico en vivo, para poder hablar con su madre sin sentir que estaba delirando.

"Hola," Pedro se adentró a la cocina para curiosear "¿Qué cocinas?"

"¡Panquecas!"

Porque una torta en el medio del día era demasiado bueno para ser verdad.

"Genial."

"¿cómo te fue en la escuela, cielito?"

Pedro suspiró pesadamente y se dejó caer en una silla con una pereza más pesada que planetas enteros, agarrando distraídamente una manzana del mesón y jugueteando con ella entre sus manos.

"Tomaré eso como un 'fastidiosa como siempre'" Queen Mamaza vertió la mezcla en la sartén.

No era para menos, lo único bueno que tenían los viernes para él, era que empezaba el fin de semana porque del resto todas sus clases eran para que le diera un infarto.

Hablando en serio, ¿quién fue el sádico planificador del horario que decidió poner Química a última hora un viernes? Pedro tenía la teoría conspiratoria de que el sistema educacional tiene como objetivo freírle el cerebro a sus alumnos a una tierna edad para que no entraran en la universidad y terminaran de meseros y en los puestos de comida rápida porque hacía falta personal.

Definitivamente tiene que ser eso.

Otra teoría conspiratoria sería que Pedro estaba ocupando su mente con el sistema y sus trucos para no pensar en su encuentro con Alejo más temprano ese día.

Su manzana tenía marcas de uñas.

¿Qué tan novelesco pudo haber sido ese encuentro? sus manos rozando al recoger sus cosas, sus caras a centímetros de distancia, sus ojos encontrándose con los de Alejo, tan oscuros y profundos... sera mejor que deje de darle vueltas al recuerdo en su mente porque le puede dar un ataque de asma en plena cocina con su mamá presente.

Sólo hacia falta Taylor Swift con su guitarra escarchada del 2010 sonando al fondo y ya era una película juvenil de Disney sobre amores encontrados y su vida definitivamente no era eso, ni iba a serlo nunca.

Ahem.

No es como si el guapo de la película, por razones desconocidas, tomaría interés en un chico cualquiera para terminar enamorándose de él y viviendo felices para siempre. Claro que no...

ahem.

...Follando tres veces al día en su chic apartamento en Lóndres-

"¡Pedro!"

"Mande." El adolescente se bajó de su nube de pensamientos de golpe por la voz de su madre.

"¡Se me van a derretir las amígdalas tratando de hacer que me escuches! ¿en dónde tienes la cabeza? he aclarado la garganta dos veces ya para llamar tu atención."