Capituló 14

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Emma

"¿Tía Shelby, por qué estás caminando chistoso?" Leonardo preguntó mientras Shelby prácticamente cojeaba hacia la cocina para tomar una taza de café.

"Monté un caballo," gruñó.

Casi escupo mi desayuno, pero me las arreglé para recomponerme. "Debió haber sido un gran caballo," contesté quedito.

"¿Qué dijiste?" preguntó Shelby, mirándome cuidadosamente.

"Nada," sonreí. "Vamos, chicos. Tenemos que ir a comprar algunos útiles escolares." Ambos, Ethan y Leo, gimieron. "No me hagan eso. Al menos Lauren se aseguró de que estuvieran en las mismas clases." Tener conexiones con la directora de la escuela me venía bastante bien.

Ethan llevó su plato al fregadero. "Espero que nunca tengamos que visitar su oficina. Ella puede ser atemorizante." Me lo puedo imaginar.

"¿Qué hay de ti, Señorita Sophie?" pregunté, limpiando el jarabe de su cara. "¿Estás lista para el preescolar?"

Arrugó la nariz y sacudió su cabeza. "¿Me puedo quedar en casa contigo?"

Sonreí y froté nuestras narices. "¿Por qué no lo intentas por unos cuantos días? Harás un montón de amigos."

"¿Pero, y si no?" preguntó.

"Entonces te secuestraré," prometí. Eso pareció apaciguarla, así que se unió a los chicos y fuimos a la cochera.

Antes de que saliera de la casa, Shelby gritó, "¡Hey! ¿Consigue algunas trampas para ratones, quieres?" Reí quedito mientras me apresuraba hacia la camioneta.

No creo que alguno de nosotros estuviéramos entusiasmados por ir a comprar útiles escolares. Leo caminaba junto a mí, e Ethan del otro lado, y Sophie estaba sentada en el carrito de compras. Estaba sosteniendo la lista en mi mano. "¿Para qué diamantes necesitan cuatro cajas de pañuelos cada uno?" Me estaba volviendo mejor al elegir mis palabras delante de ellos.

"¿Para los resfriados?" sugirió Sophie.

Me encogí de hombros y arrojé los pañuelos al carrito. Troy probablemente se iba a irritar porque yo comprara todas sus cosas, pero planeaba enviar a Leo con él e Ethan para recoger los uniformes que había mandado hacer.

Leo se tomó su tiempo eligiendo la mochila perfecta. "Esto me deprime." Rodeé mis ojos. ¿Qué niño habla de esa forma? "Tal vez deberíamos conseguir algo de pizza."

"Entre más rápido elijas una mochila, más rápido nos iremos," acepté. Rápidamente, tomó una mochila verde y la arrojó al carrito. Ethan había elegido la misma en azul.

Justo cuando terminaba de cargar todo en la camioneta, escuché un vehículo apartando en un espacio junto a mí. "¡Gorda!"

"¡Métanse en la camioneta!" arrojé el carrito a un lado y ayudé rápidamente a Sophie a meterse en el asiento trasero con los chicos.

"¡Emmalyn Elisa Goolldan!" gritó Noah.

"¿Nos debe dinero?" preguntó Ethan.

Puse mi mejor sonrisa inocente y me giré. "¡Noah! Qué agradable sorpresa."

Me lanzó una mirada de regreso. "Anoche estaba cruzando las calles, buscando a la siguiente chica afortunada en tener una pieza de esto, cuando vi a esta hermosa castaña con curvas en los lugares correctos. Decidí atraer su atención, así que hice sonar la bocina." Sostuvo mi cara gentilmente en sus manos. "¿Sabes que pasó después?"

"¿Vivieron felices para siempre?" pregunté.

Sus manos ya no fueron tan gentiles, pero no me estaba lastimando. "La hermosa castaña arrojó un zapato de tacón a mi macho móvil. ¡Entonces, sacó su lápiz labial rojo y escribió 'pendejo' en mi capó! Estaba completamente en shock. Afortunadamente, el tipo detrás de mí me trajo de regreso a la realidad. ¡Hizo sonar su bocina y gritó que Miss Noah se quitara del camino! ¡¿Por qué diablos todos me están llamando Miss Noah?"

Emma Goollda: SecuestradoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora