Capituló 9

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Troy

Me cambié por un par de pantalones cortos y una playera antes de salir de mi oficina. "Estaré fuera por el resto del día."

Shelby resopló. "Descubres que tu novia escribe pornografía y no puedes llegar a ella lo suficientemente rápido."

Novia. Estoy seguro de que Emma frunciría el ceño con esa palabra, pero pensé que encajaba perfectamente. Podía llamarla así en mi cabeza. "Me aseguraré de saludar a los Garcia y decirles que les mandas saludos." Se estremeció. "Que tengas un buen día, Shelby," sonreí.

"Seguro, seguro," murmuró mientras caminaba fuera del edificio.

Temprano, cuando fui a dejar a los niños, tuve oportunidad de conocer a Shredder. Cuando Emma lo llamó una bestia, solamente estaba exagerando un poquito. Su perro era más grande que Sophie. Pasé la primera parte de mi día diseñando los bocetos de su nueva casa. Después, tomé prestado el Jeep de Antonio y me detuve en la tienda de herramientas antes de ir a casa de Emma.

Soné el timbre, pero como era usual, nadie contestó. Eso no importaba ahora que tenía una llave, así que entré por mi cuenta. No escuché ningún ruido, así que me imaginé que estarían en la parte de atrás. Caminé a través de la casa y me congelé cuando vi a Emma. Se arrastraba por el piso con una pistola de agua en las manos. Tenía rayas negras en su cara que la hacía lucir tan ruda como si estuviera lista para una batalla o para jugar fútbol.

Aclaré mi garganta, causando que todo su cuerpo se encogiera. Entonces, se dio cuenta de que era yo. "¡Borruws! ¡Me diste un susto de muerte!"

Seguí viendo con una sonrisa divertida. "¿Qué diablos estás haciendo?"

Hizo una mueca. "Esta es mi casa. No me juzgues." Sus ojos se dilataron cuando escuchamos pisadas. "¡Abajo!" susurró urgentemente. Antes de que me diera cuenta, mis piernas habían sido jaladas. "Lo siento," susurró, escuchándome gemir.

"¿Qué diablos, Goolldan?" gruñí. Golpear el piso así de fuerte no había sido placentero.

"Quédate callado," siseó. "Te escucharán."

Seguimos agachados en el piso mientras los chicos nos buscaban. "¡Emma!" canturreó Ethan. "¡Sal, sal de donde quiera que estés!"

"¡Shredder!" Ese era Leo. "Encuentra a mami, chico."

Emma maldijo bajito. "Esos pequeños tramposos." Antes de que pudiera escapar, Shredder llegó corriendo por el cuarto. Leo, Ethan y Sophie vinieron corriendo detrás de él, cada uno armado con su propia pistola de agua. Emma trató de pelear de vuelta, pero eran demasiados. Como estaba junto a ella, yo terminé igual de mojado.

"Aw," dijo Sophie. "Está vacía." Jaló el gatillo de su pistola, pero no salió nada.

"Está bien, vamos a recargar," dijo Leo. "¡Hola, Troy!" Se fueron tan rápido como llegaron.

Volteé para ver a Emma jadeando contra la pared. "Así que esto es lo que haces cuando estoy en el trabajo."

Sonrió, "A veces. ¿Qué estás haciendo aquí de todas formas? Llegaste temprano."

"Estoy aquí para construirte una casa para perro," contesté. "¿Quieres ayudar?"

"Seguro," se encogió de hombres, soplando un mechón de pelo de su rostro. "Voy a poner el tobogán de agua para mantener a los chicos ocupados. No me siento con ganas de ser disparada por una pistola de clavos otra vez."

"No estuvo tan mal la última vez. Pudiste pasar todo el día conmigo," la molesté. Me puse de pie y la jalé hasta ponerla de pie a ella. "Voy al Jeep por las cosas. Te veré en el patio trasero." Podía decir en ese momento que iba a ser un día interesante.

Emma Goollda: SecuestradoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora