Emma
Mis puertas y ventanas estaban cerradas. Leo y yo habíamos movido los muebles que no llevaríamos con nosotros para bloquear las puertas, en caso de que alguien se las arreglara para forzar la cerradura. Era mi día, y estaba decidida a levantarme como yo quería. En el par de meses pasados, había sido bombardeada con planes de boda. Esos Borruws no hacían nada a medias, así que terminé envuelta en una descomunal cantidad de decisiones para tomar.
Afortunadamente, tenía a Shelby. Ella estaba ahora de vuelta en la Universidad, pero hacía visitas frecuentes para lavar su ropa, meterse conmigo, y pelear y besuquearse con Tyler. Fue ella quien trajo nuestro brillante sistema de toma de decisiones. Dardos. Podía elegir las opciones que me gustaban, ella las colocaba aleatoriamente en un pizarrón de corcho, y nos turnábamos para arrojar los dardos. Donde quiera que aterrizara, se lo hacía saber a las damas. Se impresionaron con mis habilidades para elegir rápidamente, hasta que descubrieron cómo lo había hecho.
Solo hubo tres cosas que elegí: los colores, el pastel, y al novio. Para todo lo demás, busqué la ayuda de otros. Kim me ayudó con la locación, Mia me ayudó a encontrar el vestido perfecto, y Lauren supervisó a los hombres con sus tareas. Ella tenía el trabajo más pesado.
Había estado en incontables pruebas, fiestas y despedidas. Troy y yo trabajamos juntos para tener su casa lista para que Leo y yo nos mudáramos junto con Shredder y el maldito gato. También tuvimos que mover la casa del árbol. No había manera de que la dejáramos atrás. Todo estaba listo y planeado. Todo lo que tenía que hacer era vestirme y decir "Acepto".
Rodeé sobre mi costado y abrí mis ojos, solo para encontrar un par de pequeños pies. Leo y yo tuvimos nuestra última noche para nosotros dos solos, así que jugué juegos casuales con él hasta que se pasó a mi cama. Aparentemente, se había girado en algún momento de la noche. Bajé la mano y cosquilleé ligeramente la parte de debajo de sus pies para despertarlo.
Sus risitas adormiladas alcanzaron mis oídos, así que me bajé y lo jalé para voltearlo y poder verlo. "Necesitamos levantarnos y ponernos en marcha. Si vamos a ser Borruws, tenemos que aprender a estar a tiempo para las cosas."
"Necesito algo de café," dijo Leo, estirando sus brazos sobre su cabeza.
"Tú no bebes café," contesté, haciéndole cosquillas otra vez.
Bajó sus manos, como un intento de bloquearme. "De acuerdo, de acuerdo, tomaré jugo."
"¿Tienes todo empacado?" pregunté. Él, Ethan y Sophie iban a pasar la semana con sus abuelos, mientras Troy y yo nos íbamos a nuestra Luna de Miel.
"Sí, Capitán," contestó.
Me senté. "Entonces, pongámonos en marcha, chico."
Cepillamos nuestros dientes y tomamos algunas cosas que no habíamos llevado a casa de Troy. No íbamos a vivir en esta casa nunca más, pero podíamos seguirla visitando. Alegando que le había gustado el vecindario, Noah la había comprado con todo y los muebles que no me iba a llevar. Le deseé suerte. Esas personas estaban locas. De hecho, probablemente él iba a encajar muy bien.
Aparqué afuera de la casa de Antonio. No estaba permitido que entrara ya que Troy estaba ahí, así que le envié a Antonio un mensaje de texto para hacerle saber que había llegado. Salió en poco tiempo con Sophie en sus brazos.
Me incliné y besé a Leo en la mejilla. "Sé bueno. Te veré en la boda."
Él sonrió. "Está bien, mamá." Me besó de regreso. "Te amo."
Ese niño en serio sabía cómo derretir mi corazón. "También te amo," le dije antes de que se bajara de la camioneta, saludó a Antonio y corrió hacia adentro.
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Emma Goollda: Secuestradora
Fanfictionquien diría que salvar a unos niños de una horrenda mujer sería la mejor decisión de vida