Emma Goollda: Secuestradora

Capituló 10

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Emma

El tener un papá.

Esas cuatro pequeñas palabras rompieron mi corazón. Yo quería que Leo tuviera todo. Él era mi vida y nunca querría que fuera infeliz. Al ser criada por Jasón, sabía lo que era extrañar un padre. De cualquier manera, yo tenía algo que Leo no. Yo tenía la opción. Podría haberme ido y vivir con Kat y Dillon si lo hubiera querido, pero ellos tenían a Shelby y Jasón me necesitaba. Leo nunca tendría la opción. Ni siquiera conoce el nombre de su padre. Eso era algo que jamás podría arreglar, y eso me hacía sentir bastante inútil.

"¡Santa mierda!" Salté ante el sonido de la voz de Shelby.

Me di media vuelta para verla mirando por la ventana con un par de binoculares. "¡Shel! ¿Qué demonios estás haciendo?"

Ella no apartó la vista. "Tus vecinos está haciéndolo como conejos con las persianas abiertas. Ese chico francés está dándoselo de verdad." Jadeó. "¡Está azotándola!" Resopló y se volvió hacia mí. "¿No podrías haberme enviado con esos vecinos?"

Cogí los binoculares, alejándolos de ella. "Tú, libidinosa pervertida."

"Vamos, Emm," gimió. "Tengo un trabajo. Estoy a punto de comenzar la escuela de nuevo. No bebo o me drogo más. Estoy convirtiéndome en una respetable señorita, y eso me está poniendo enferma."

"Aw, Shelby," puse mi mano en su hombro en un gesto consolador. "No eres una respetable señorita." De verdad traté de no sonreír.

Ella empujó mi brazo juguetonamente. "Gracias, mariquita. Tú siempre sabes que decir para hacerme sentir mejor." Luego me sorprendió envolviéndome con sus brazos. "Lo que sea en lo que hayas estado pensando antes, déjalo ir," dijo sinceramente. La abracé de vuelta. ¿Quién hubiera sabido que la pequeña pervertida podría ser tan dulce? "Ahora," retrocedió. "Tengo que irme temprano. Voy a enviarle a Lily algunas flores para jugar con su mente."

Esa era la Shelby que conocía. "Ten un buen día," llamé después de ella. Mientras ella salía, Troy llegaba. Sonreí cuando Ethan corrió hacia mí.

"Buenos días, Emma. ¿Está Leo despierto ya?" preguntó.

Sacudí la cabeza. "Sigue dormido. ¿Por qué no vas a abalanzarte sobre él y ver si puedes levantarlo?" Él sonrió sinuosamente y corrió dentro de la casa y arriba por las escaleras.

Troy caminó hacia mí con Sophie en sus brazos. "Buen día," sonrió, causando que Sophie mirara hacia arriba. Ella extendió los brazos, así que la tomé, dejando que se acurrucara contra mí antes de volver a dormir. "Ella no quería levantarse esta mañana," explicó Troy.

"Eso hace dos de nosotros," admití.

"Mira. Sabía que te gustaría dormir con un idiota," se burló.

"Mala palabra," murmuró Sophie contra mi cuello.

Suspirando, Troy metió la mano en su bolsillo y sacó un dólar. "Te culpo por esto," me dijo antes de deslizar el billete en el bolsillo de los pantalones morados de Sophie.

Reí. Realmente era lo mejor. Debíamos parar con el lenguaje soez. No sería de ayuda para nuestros dulces niños que se les escapara uno porque, accidentalmente, colorearon fuera de las líneas en la escuela. "¿Estarás en la práctica hoy?"

"Sólo será Antonio hoy. Jayden y yo tenemos un proyecto que revisar y luego tengo que ir a casa y limpiarla. Tendré visitas." Él parecía particularmente satisfecho acerca de la última parte.

"Espero que sepas en lo que te estás metiendo." Prácticamente todo lo que Leo y yo hacíamos estaba un poco fuera de lo usual. Ser amigo de gente loca es una cosa; invitarlos a quedarse en tu casa era completamente diferente.