Alegras mi día con tu sonrisa

296 12 4
                                    

Ya han pasado unos cuantos meses y no hay muchas cosas que contar, con los estudios todo esta muy apretado, no he tenido el tiempo de escribir, ni de salir, Elizabeth está feliz con su nueva pareja, se enamoró de Melany, llevan una relación hermosa, Amber y yo seguimos fuertemente enamoradas, ahora estoy en el balcón solo pensando en su mirada, en como nos conocimos, los momentos vividos y en el tiempo que llevamos, quiero darle una sorpresa aunque no sé como reaccionará no puedo esperar más, le tengo que decir hoy ya que pronto se acabará la universidad.

-hermosa. -me interrumpe de mis pensamientos Amber.

-mi amor, ¿como te fue en esa clase?. -le pregunto mientras me paro del suelo para saludarla.

-una tortura ya lo sabes. -nos reimos y nos dimos un beso.- pensé que aún estabas en tu clase.

-no amor, nos soltaron antes, oye te gustaría salir hoy conmigo. -le dije mientras nos dirigíamos a la cocina.

-claro, ¿para donde nos vamos?. -me pregunto emocionada.

-es una sorpresa, ponte hermosa... Bueno, aún más hermosa. -le doy un beso en la frente y le paso el plato de comida a Amber.

-sabes que amo tus sorpresas, pero me dan mucha curiosidad. -me dice y me pega suave en el hombro.

-lo sé. -le saco la lengua en forma de burla.

-ja ja ja-me dice mientras nos dirigirnos a la sala.- ¿amor donde está Elizabeth?

-dijo que Melany la invitó a comer. -mentí.- ¿amor te dejaron trabajos?.

-solo uno, pero lo hago en dos minutos. -me dijo.

-¿amor, quieres que te ayude?. -le dije.

-¿amor y los tuyos?. -me preguntó.

-no tengo. -le dije con una sonrisa, volví a mentir.

Empezamos hacer el trabajo de Amber aunque soy pesima para los números podía aportar por lo menos para la calculadora, Amber era muy buena para eso y gracias a ella terminamos rápido, al terminar Amber se fue a bañar para ponerse arreglar, yo me puse a buscar que ponerme, cuando encontré la pinta adecuada la dejé en la cama con los zapatos esperando que Amber saliera del baño, cuando sentí que la puerta se estaba abriendo salí con la toalla en mis manos.

-amo ese cuerpo tuyo. - le digo a Amber.- con gotas de agua cayendo de tu cabello y con esa toalla que cubre solo lo suficiente.

-Amoorr. -me dice y me pega en el hombro suave para después dame un tierno beso en los labios.

-¿mi princesa quiere que la guíe para que no se pierda?. -le pregunto suavemente en el oído.

-que amable mi novia, pero por lo que veo en sus manos usted también se quería meter al baño. -me dice con un tono un poco sarcastica y juguetona.

-eso se puede aplasar, tampoco es que me vaya a demorar guiandola. -siguiéndole el juego.- ya no se haga de rogar y déjeme acompañarla.

-esta bien mi amor guíame.

La cargo como una pareja de casados y la llevo hasta su cuarto para dejarla en su cama sentada, le doy un beso en los labios y me voy parando.

-gracias por traerme, aunque ¿no te gustaría quedarte un tiempo más?. -me dice con una voz coqueta, miré el reloj.

-me encantaría. -le dí un beso tierno.- pero se nos hace un poco tarde.

Con esas últimas palabras me dirigí al baño, tuve una ducha algo tranquila con música de fondo, tenía que relajar mis pensamientos para estar segura que le iba a decir y como lo iba a decir, al terminar me puse la ropa que ya tenía lista, un pantalón negro, una blusa que había mandado a estampar, decía "Soy su Julieta." en la espalda y en la parte delantera decía "Je t'aime.", con unos Converse negros, me organicé un poco el cabello y salí.

-Amor, ¿estas lista?. -le digo tocandole la puerta.

-si amor, entra. -me grita y abro la puerta, lo primero que mis ojos ven es a la hermosa persona que tengo como novia poniéndose unos zapatos negros, tenía una blusa blanca que también había mandado a estampar, decía "Aunque naciera princesa no quería un Romeo, esperaba a Julieta", un pantalón azul oscuro y tenía el cabello suelto.- ¿hola, estas en tierra?

-te ves hermosa. -le digo deleitandola.

-no tanto como tu, ¿ya me dirás a donde vamos?.

-eres mucho más preciosa, amor te darás cuenta cuando estemos haya.

Nos montamos en el carro de Amber, yo iba manejando y ella lo único que hacía era mirar através de la ventana callada con música de fondo.

-¿crees que estás en el videoclip del video? -le digo con un tono juguetón.

-claro que no. -me dice sacándome la lengua en forma de broma.- solo trato de adivinar a donde me llevas, ya que mi novia no me quiere decir.

Nos estabamos acercando al lugar, cada vez me estaba poniendo más nerviosa, no sabía que decirle o que hacer y empecé apretar el volante un poco más fuerte. Tenía sentimientos encontrados y por un momento quería regresarme pero ya era demasiado tarde, no podía solo devolverme sin decir nada, una parte de mi quería hacerlo pero otra me daba un impulso de continuar, estaba tan concentrada en mis pensamientos y emociones que no me dí cuenta que ya estaba entrando al estacionamiento, miré a Amber y se veía un poco perdida, me encantaba verla desprevenida, estaba con una mirada curiosa, unos labios mordibles, unos cachetes colorados, en su rostro se notaba ternura, inocencia, parecía un cristal tan frágil que daban deseos de cuidarla, protegerla de todo lo que le pudiera hacer daño, era una sensación hermosa, saber que era una persona un poco vulnerable pero con mucha fuerza...

-amor, ¿estas bien?. -me dice tocándome suave los cachetes.- estas muy caliente.

-estoy bien. -le digo, le agarro la mano para darle un tierno beso en ella.- tranquila, mejor entremos.

Salí del auto para darle la vuelta y abrirle la puerta desde afuera, empezamos a caminar hacía la entrada principal agarradas de la mano... Esas manos que encajaban perfectamente con las mías, suaves, delicadas y pequeñas, estaba emocionada, se le notaba en su mirada, por eso me gustaba tanto darle sorpresas, porque sé que a cada una de ellas las valora como si fuese lo más preciado, como si yo fuese lo más preciado solo por el hecho de habérsela dado.

-porque no entramos por aquí?. -me dice señalándome la entrada que había en el parqueadero.

-no es lo mismo, quiero que conozcas este lugar como yo lo conocí de pequeña. -dije e instantáneamente se vinieron recuerdos en mi cabeza, unos llenos de felicidad y otros llenos de tristeza.

Estabamos en un parque cerrado, parecia una clase de bosque por la cantidad de arboles, algunos animales se cruzaban felizmente, pero por más hermoso que era el parque yo no paraba de ver a mi novia, sus ojos, sus labios, todo de ella me encanta, sin pensarlo dos veces me pare enfrente de ella, me tiré a sus brazos dándole un tierno beso en sus labios, sin decir palabra alguna seguimos caminando agarradas de la mano, nos estábamos aproximando al lugar que le tenia guardado la sorpresa así que me pongo atrás de ella tapándole los ojos, caminamos lento para no dejarla caer mientras la estaba guiando.

-llegamos mi amor. -le digo cerca de su oído.

Mientras le voy quitando lentamente mis manos de sus ojos, lo primero que se alcanza a notar es un camino de flores que dirigía a una cobija tirada en el pasto debajo de un árbol, dando una sombra perfecta, en la cobija habían dos cojines pequeños a cada lado con bolsas de regalo atrás, la comida con postres estando en toda la cobija, un florero en el centro pero en vez de flores un ramo de chocolates con tamaños y formas diferente con sus respectivas envolturas, en los tallos de los arboles que estaban cerca habían varías fotos de nosotras, cada foto con un hermoso recuerdo diferente.

Continuará...

¿Soy Lesbiana?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora