Padres, ¿quién los entiende?

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Me desperté temprano porque tenía que ir a clases, cuando ya estaba lista arreglé la pieza y salí para desayunar, pero Amber no estaba por ningún lado y Elizabeth aun se estaba cambiando, llegue a la cocina, saque mi desayuno, revisé mi celular y tenía un mensaje de Amber que me decía que necesitaba salir antes para terminar un trabajo, me dirigí a mi primera clase, hay estaba ella sentada donde siempre, la saludo dándole un beso en los labios, la gente empezó a mirarnos raro pero ya estábamos acostumbras, ya no era tan nuevo de los homofóbicos, termino aquella clase, ya no me vería más con ella hasta por la tarde, entonces cada una se fue por caminos distintos pero las miradas seguían impresas en mi y ya me estaba empezando a molestar, ya Angie relájate -pienso- son solo personas idiotas, que porque no entienden algo lo empiezan a juzgar y lo etiquetan como raro o malo, no les pongas atención, tengo más madures yo que ellos. Llego a la ultima hora, y tenía que ver números, una materia que no me gusta pero la entendía y aveces me iba bien, se me acerca una compañera con quien nunca hablaba y se sienta al lado.

-hola. -me dice.

-hola.

-me llamo Joselin. -me estira la mano en forma de saludo.

-soy Angie. -le respondo el saludo.

El profesor empieza a decir la nota de los trabajos que hicimos.

-felicidades Angie lo pasaste. -me dice Joselin.

-gracias, igual para ti.

-pues gracias, pero lo pasé porque me ayudaron, la verdad es que soy muy mala con los números.

-no es tan difícil solo práctica y lograras entender.

-Angie, ¿me enseñarías?.

-soy pésima como profesora.

-no importa.

-pues esta bien, empezamos la otra semana, ¿te parece?

-si.

Terminó la clase, me despedí de Joselin y me fui a mi habitación, me sentía cansada, los únicos planes que tenía era dormir toda la tarde, puse mi despertador a las 5:00pm para terminar un trabajo pero justo cuando me acoste en mi cama me llaman.

-aló. -dije sin fuerzas de nada.

-hola Angie. -reconocí la voz era mi madre.

-hola ma, y ese milagro.

-milagro que usted no hace, -me río- Angie ¿puedes venir un momento a la casa?, tengo que decirte algo.

-¿paso algo?. -dije asustada.

-no, todo esta bien pero agradecería que vinieras sola.

-ok, ya salgo haya nos vemos.

Me pareció extraña aquella llamada, parecía que algo ocultaba, pero aun más que extrañada estaba asustada pensé que estaba pasando algo grave, así que me apresuré para llegar rápido, cuando llegue a la casa, entré todo estaba en orden, pero aun tenía mis dudas.

-hola bebe. -me dice mi madre, mientras cocinaba.

-holas. -digo mirando a mi madre y mi padre.

-hola muñeca. -me dice mi padre y me da un beso en la mejilla.

-eso huele rico.

-tienes hambre. -me dice mi madre.

-yo siempre tengo hambre. -nos reímos todos.

-algunas cosas no cambian ¿no?. -me dijo mi padre.

-jamas.

Después de hablar y comer, todos nos sentamos en la sala.

-¿que era eso importante que tenían que decirme?. -ambos se miran.

-hija... -me dice mi madre mientras agarra de mi mano.- quiero que termines con tu novia.

-QUE!?, NO!. -me levanto enojada.
-es lo mejor para todos. -me dice ella.

-¿lo mejor para todos o para ti?. -le digo aun más enojada, no es justo que ella primero me diga que sí y actúe como si nada y después me salga con esto.

-es por tu bien, hija. -dice ella.

-¿mi bien?, ¿tu acaso sabes que es lo mejor para mi?, no lo creo, no me conoces.

-Angie!, no quiero que la gente te vea con una mujer.

-¿no pues que me apoyabas?, y que si la gente me ve con una mujer, ellos no me dan de comer, tampoco es el fin del mundo, solo somos dos personas enamoradas, ¿es eso tan malo?, ¿y tu? padre, acaso no dices nada. -mi padre se quedo callado. -esta bien no importa, seguiré con Amber con o sin, su apoyo.

Me fui a la universidad, ya era tarde, tenía mucha rabia con ellos, la discusión se repetía constantemente en mi cabeza, cuando llegué solo me dirigí a mi habitación y sin comer me acosté a dormir.

Son las 2:44am, no había dormido nada, pero tampoco quiero escribir, nada se me ocurría, me fui al balcón solo para tomar aire.

-¿estas bien?. -me dice Amber, preocupada.

-no lo se.

-¿pasa algo?, tu sabes que yo siempre estaré para ti. -le conté lo que había pasado, Amber lo tomó bien, pensé que no le agradaría la idea de no ser aceptada en mi familia.

-tal vez, no es una gran discusión, hemos tenido peores, pero casi siempre por lo mismo y eso es lo que me cansa, ellos no aceptan como soy, solo quieren convertirme en una persona que no me gusta ser, pero nunca les daré ese placer... Dame un minuto voy por mi cuaderno. -le digo esto y busque mi cuaderno, tenía una idea para un escrito y no quería que se me olvidara, me senté y empece a escribir.

Las personas te discriminan por no ser como ellos, por no tener los mismo gustos, por ser y pensar diferente, siempre seras etiquetado no importa lo que hagas, tal vez, lo que digan o hagan hacía ti te duela, pero de quien es la felicidad ¿tuya o de ellos?, solo tú puedes decidir quien eres y que hacer con tu vida, que importa lo que los demás piensen, hay que ser feliz para uno mismo y no para complacer a otros.

Lo leí varías veces, al final no me gusto de mucho pero aun así lo guarde.

-ven, hay que dormir. -me dice Amber.

-si ya es tarde, hey puedo dormir contigo.

-claro.

Nos fuimos a su pieza y nos acostamos abrazadas.

-¿de donde te inspiras?. -me dice Amber.

-esa es información clasificada. -me río.

-ja ja ja no es chistoso, ya dime.

-la vida, la muerte, pasados, presentes, en todo lo que me rodea, etc.

-cuéntame algo de tu pasado, no me has dicho nada de eso.

-eso lo descubrirás con el paso del tiempo, no me gusta mucho hablar de el, pero si eres atenta no hace falta que yo te cuente.

Amber se acostó en mi pecho, quedando casi encima mio y se quedo dormida, yo me dormí minutos después.

¿Soy Lesbiana?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora