Una gran sorpresa (parte 2)

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-es nuestro sueño, ¿te acuerdas?. -le digo mirándola a los ojos

-pero, ¿como lo hiciste?. -me dice.

-tenía mis ahorros.

Amber sin contener la emoción se lanza hacia mi pecho dándome un fuerte abrazo y un tierno beso pero en mitad del beso siento una lágrima caer por su mejilla, lo cual hace que me separe de ella.

-¿porque lloras amor?. -le digo secando la lágrima.

-perdón, es la felicidad, no puedo creer que esto esté pasando, parece un sueño. -me dice con una alegría que no puede ocultar.

Nos quedamos calladas por un rato mientras seguíamos comiendo lo poco que nos quedaba, al terminar recogimos todo y nos regresamos, esta vez Amber iba manejando, estábamos escuchando música cuando suena una canción que yo le había dedicado tiempo atrás, le subió el volumen y empezamos a cantarla con todo lo que nuestra voz nos daba, entre risas y gritos alcanzo a notar que Amber se desvío del camino, lo que hace que inmediatamente baje el volumen de la música.

-Amor ¿para donde vamos? -pregunto confundida.

-confía en mi, te va a gustar. -me dice con una hermosa sonrisa.

-sabes que soy muy curiosa. -le dije con un tonito casi suplicante.

Y como si no me hubiera escuchado siguió su rumbo, un camino el cuál era totalmente desconocido para mi, la curiosidad mía hacía que cada vez me pusiera más inquieta, sentía que nunca iba a llegar, trataba de mirar el camino para ver si tal vez reconocía algo, pero todo intento fue inútil...

-¿quien es la curiosa ahora?. -me pregunta con un tono burlón.

-ja ja ja. -le respondo siguiéndole el juego.

Pronto se va a oscurecer y nuestro paseo aún no terminaba, Amber seguía manejando totalmente concentrada como era de costumbre, me encantaba verla manejar, mirando fijamente el camino callada y cuando sentía mi mirada se le notaba una pequeña sonrisa con unos cachetes que se van sonrojando a cada segundo... Hemos llegado, estamos en la paya un lugar que para ambas es muy significativo y hermoso, ahora entendía porque no reconocía el camino, se había venido por la ruta más larga, esa hermosa costumbre que tenía de darme curiosidad.
Amber me iba guiando agarrada de mi mano y yo solo me dejaba llevar, empiezo a sentir como se va poniendo nerviosa, su mano estaba temblando, empezó a sudar frío y como siempre su mirada la delataba, estaba nerviosa más no sabía el por qué.

En un momento Amber se frena y me dice...

-ya pronto llegamos, ¿confías en mi?. -me dice con un tono tierno y una venda pequeña en sus manos, señal que me quería tapar los ojos.

-confío en ti más que en mí misma. -digo y al instante se pone a mis espaldas para ponerme tiernamente la venda, cuando me la pone sin yo ver nada me da un beso suave en mis labios.

-Te Amo. -le digo después del beso y era cierto, la amaba más que cualquiera, para mi Amber era no solo mi pareja sino también mi confidente, mi amiga, era todo lo que necesitaba en la vida.

Caminamos por un rato más con Amber a mis espaldas abrazándome, sentía su respiración agitada en mi cuello y su corazón que pareciera se fuera a salir, sentí como sus manos se pusieron sudorosas y temblorosas, estaba poniéndose más nerviosa que antes, hasta que frena, lentamente me quita la venda y lo que miran mis ojos me dejan sin saber que hacer o que decir, de mi rostro desprende una expresión de sorpresa, entendí los nervios de Amber hasta yo los fui sintiendo lentamente, no creí que estaba pasando realmente...

¿Soy Lesbiana?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora