Consejero: tienen a cuatro humanos con ustedes y mi magia es una magia sumamente extraña y particular conocida como "liberación"
Hécate: ¡Olvídalo! –Desapareció y apareció nuevamente frente a él, rápidamente lo sujeto del cuello de su camisa y lo levanto hasta que sus pies dejaron de tocar el suelo mientras sus ojos cambiaban rápidamente a un color rojo sangre- te propongo lo siguiente, ayúdanos y no te asesinare aquí mismo
Consejero: ¿segura que no deseas intentarlo? Porque ellos podrían quedarse aquí para siempre
Hécate: o morir en el intento
Edison: ¡Hécate! ¿Esta no debería ser nuestra elección?
Hécate: ¡No! No son sujetos de pruebas y no saben nada acerca de esto
Consejero: no claro que no son sujetos de pruebas –Hécate en ese momento lo bajo y soltó lentamente- y no morirían por i magia, no es así como dicen los antiguos escritos, mi maga e diferente, si funciona o no, no causara la muerte de nadie, por eso se llama "liberación" porque solo libera, valga la redundancia
Edison: yo si quiero entender esa magia
Consejero: fácil yo todo lo que tengo que hacer es tocar a un humano –caminaba hacia él mientras hablaba- invocar mi magia y ella se encargara de liberar tu propia magia interior reprimida... claro si es que tienes, sino simplemente te quedaras como el humano que ya eres
Hécate: ¿y tú que estarías ganando con eso?
Consejero: activar mi magia irónicamente me da un increíble placer, hablo de un placer incluso más grande que un orgasmo y mucho pero mucho más duradero
Hécate: Cuéntales como seria para ellos dicha activación
Consejero: bueno sería un fuerte dolor en el cuerpo al momento de la liberación, causado por el proceso de que su cuerpo debe adaptarse a su nueva condición para sobrevivir
Erick: si aceptamos... ¿no tendríamos que volver?
Gea: no podrían volver ni aunque quisieran
Ceres: la magia no debe vivir en el mundo humano, son las reglas
Hécate: no tienen que aceptar
Miguel: yo si quiero, acepto
Consejero: deben saber que el proceso en ustedes puede tardar o puede ser inmediato, eso es imposible para mí de saber
Miguel: no me importa, yo si quiero
Perséfone: Miguel –camino hasta quedar frente a el- ¿no quieres volver a tu hogar?
Miguel: no me importa, siento que este es mi lugar, no sé cómo explicar este sentimiento, solo lo sé, es aquí donde quiero y debo estar, además creo que me estoy enamorando y jamás me había pasado
Consejero: la verdad es que a mí con uno me basta, así que parece que tenemos un buen trato
Hestia: entonces listo, sáquenme de aquí y denos de una buena vez la información que necesitamos para irnos
Consejero: bueno es simple, coloquen a un embajador entre tierras, la tierra de la magia, jamás ha tenido ni un solo embajador, lo cual me parece a esta altura un grave error
Perséfone: no es suficiente, quieren una alianza que o pueda ser traicionada que no se pueda romper con trampas y obviamente por nuestra lealtad es que nos eligieron a nosotras
Consejero: para una alianza así no se requieren don bodas sino una sola en tal caso, creo que por ese lado ya salve a una de ustedes pero justo si las eligieron a ustedes por su lealtad pueden cambiar su boda por el hecho de ser embajadoras, por supuesto la que lo sea deberá mudarse a este país, pero seguirá siendo libre para encontrar el amor verdadero y de cualquier manera seguirá siento una sola, yo mismo lo aconsejare aquí para darles un respaldo político que me parece que es lo que más necesitan pero deben ser ustedes las que soliciten y organicen la junta
Perséfone: nosotras nos ocuparemos de eso, la organizaremos para mañana mismo al atardecer... Hestia llévate al equipos a casa y arregla mis cosas por favor, Ceres quiero que arregles todos los documentos necesarios y Flora necesito que redactes las cartas para anunciar la necesidad de una junta al país del fuego... Astarte no podría pedirle a nadie más esto, necesito que seas tú la que hable con mi madre.
Astarte: no te preocupes yo me encargo
Hestia por fin logro levantarse del suelo y se acercó a sus compañeras de equipo
Hestia: hare dos viajes
Perséfone: no hace falta tratare de darte mi fuerza para que se vallan las cuatro juntas
Hestia: y ¿tú no vienes?
Perséfone: no yo me quedare un poco aquí
Hestia: ¿segura? debo volver para cuidarte entonces
Perséfone: ¡No! No te preocupes, igual nos veremos mañana
Hestia. Entiendo, está bien –cuando termino de hablar las cuatro chicas desaparecieron-
Hécate: hermana – se acercó hasta quedar a su lado, un poco apartadas de los demás y en un tono de voz muy bajo prosiguió- ¿te estas quedando por él?
Perséfone: por supuesto es lo mínimo que puedo hacer después de lo que está haciendo por nosotras
Hécate: ¿segura que es solo eso? ¿Agradecimiento?
Perséfone: por supuesto ¿Qué más podría ser?
Hécate: ¿sabes? Tal vez tú tengas más suerte, Edison ni siquiera lo pensó
Perséfone: o tal vez ninguna tenga suerte con los humanos, ya veremos, igual Miguel esta de alguna extraña manera con Arianrhod ¿no?
Hécate: Al inicio creí que entre ellos había algo pero luego no sé, pude notar que algo cambio de parte de él
Perséfone: ero no de ella
Hécate: yo la adoro pero si vas a dejarte guiar por los sentimientos de todas las mujeres del mundo al final siempre perderás tu hermana y tu también tienes derecho a ser feliz ¿lo sabes verdad?
Perséfone: ¿Quién lo diría? Mi hermanita está tratando de cuidarme
Hécate: siempre, por extraño que parezca, además mi equipo es de mujeres fuertes, superaremos todo esto
Perséfone: lo se
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Cambio de mundo.
Romance¿Es posible la existencia de dos mundos, que sean tan diferentes y a la vez tan similares? ¿Es posible que personas separadas por mundos, que no saben de la existencia de los otros, estén destinadas a encontrarse? ¿Es real el destino? ...