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"Entonces... Jos es bueno contigo, ¿verdad, cielo?"

Alonso oye la voz de su madre al otro lado de la línea telefónica, mientras él está recostado en su linda cama, junto con Jos. Su hermano había salido, así que podían ser ellos mismos hasta que regresara. Las grandes manos de Canela siempre tocando el pequeño cuerpo de Alonso por debajo de la ropa.

"Sí, la verdad que Jos es muy bueno conmigo"

El mencionado escucha eso y sonríe. Sabe que hay tantas cosas escondidas detrás de esas palabras.

Después de la primera mamada que Alonso le hizo a Jos, ocurrieron cientos de ésas más. Jos quería agradecerle al menor, pero él decía que no era necesario o que simplemente se lo follara de una buena vez, pero éste le seguía diciendo que era demasiado pronto aún. Entonces el niño hizo un berrinche y no le ha hecho una mamada desde ese día. Y el mayor piensa que puede morir de frustración sexual.

"Me alegra, amor" le dice después su madre. "Ahora cuéntame, ¿cómo te va en el colegio? Te extrañamos por aquí" 

"Sí, la verdad es que- Oh" su voz cortándose, sintiendo la lengua de Jos en su cuello y parte de su hombro. 

Sacó el celular de su oreja,  tapando el micrófono para que su madre  no escuchara, se volteó hacia el ojimiel con falsa indignación. Canela no le dio mucha importancia, ya que siguió besando el cuello del menor, pasando su lengua por las marcas que dejaba.

"¿Qué haces, José? Estoy hablando con mi madre" su voz sonaba falsamente molesta, pero la verdad era que había extrañado ese contacto con el pelinegro.

"Shh, niño" le dijo Jos, subiéndose entre las piernas de Alonso. Sus deliciosos muslos a la merced de Canela. "Sigue hablando con tu madre, anda"

"¿Alonso?" la voz de su madre sacandolo de su aturdimiento. "¿Estás bien?

"Sí, sí, lo siento, má" aclarando su garganta, Alonso volvió a hablar. "En el colegio me va bastante bien, aunque aún está este chico; Gustavo que sigue molestándome. Pero nada que no pueda controlar" le dice Alonso a su madre, sonriendo al sentir a Canela gruñir contra su cuello.

Entonces pronto Jos pierde el interés en la conversación, poniendo toda su atención en el cuello del menor, acariciando su cuerpo por debajo de las telas. 

De pronto se siente muy caliente como para contenerse al sacarle la camisa a Alonso por encima de la cabeza, sus ojos fijos en el pecho plano del menor, sin un rastro de vello, y eso es algo que a Jos vuelve loco.

Su atención va directo a los pezones del niño, rosados y perfectos. Con un dedo pasa suavemente su yema por ellos, sintiendo a Alonso sisear por el contacto y la frialdad de sus dedos.

"Jossy..." casi le ruega el menor. Necesita hablar con su madre y Jos sólo está logrando que gima hacia el otro lado del teléfono.

"Tus pezones me vuelven loco" sonriendo, Canela le dice. Ama tener a Villalpando a su merced, casi siempre es el niño es quien controla la situación, siempre al mando, haciendo gemir a Jos. Pero hoy no; hoy es el turno de Jos, porque no hay otra cosa que ame más que los hermosos y sonoros gemidos que suelta Alonso para él. 

"¿Está todo bien, hijo?" la voz de su madre lo hace sentir sólo un poco mal, sino fuera porque Jos le acariciaba los pezones; sabiendo que es su zona más sensible.

"Sí, mami, sólo me siento..." su voz se entrecorta cuando siente la lengua rasposa de Jos pasar por uno de sus rosados pezones. Casi siente la necesidad de gemir, pero se controla; no quiere darle un espectáculo a su madre. "Un poco mal, pero nada de lo que debas preocuparte"

❝操我❞┇follame, jos⇢jalonso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora