Harry's POV
Salí de la casa los más rápido que mis piernas me lo permitieron, para que así mi madre no tuviera alguna chance de reprocharme por haber sido así de grosero con ella. Pero a este punto, ya era hora de que se acostumbrara. Cuando puse un pie fuera de la casa, y cerré la puerta completamente, pude sentir que la asfixia provocada al permanecer, por más tiempo de lo necesario, en esa estancia desaparecía, no por completo, pero lo hacía. Aspiré el frio clima por mis fosas nasales, y rápidamente pude apreciar la sensación de aire gélido quemando dentro de mí. Sonreí para mí mismo. El invierno era una de las pocas cosas que amaré por siempre.
Me recargué en la puerta del copiloto con una de mis piernas apoyada sobre esta, y mis manos dentro de los bolsillos de mi chaqueta gruesa mientras esperaba por mamá. Ella sabía que odiaba que me hicieran esperar y parece que hoy, en específico, lo hacía a propósito. Busqué dentro de las bolsas de mi atuendo por la cajetilla de cigarrillos, pero me sorprendí al no encontrarla por ningún lado. Me maldije a mí mismo por ser tan estúpido y haberlos olvidado en donde sea que ahora se encuentren. Empezaba a desesperarme e impacientarme, estaba a punto de patear el carro y sacar a mi madre a rastras, si era necesario lo cual esperaba que no ya que pues que miedo tener una mamá calva por mis impulsos locos, para que así este día de mierda pudiera acabar antes de que realmente empezara. No estaba seguro si mi madre tenía una cámara fuera de la casa, o si Dios la amaba, o si simplemente se dio cuenta que me estaba haciendo esperar mucho, sabiendo que no era buena idea, pero no tuve la necesidad de caminar más allá de un paso porque ella ya se encontraba fuera de la casa. Esperé, de nuevo, a que abriera el auto para así entrar, pero para la suerte de uno, no lo hizo. Cuando levanté la mirada de la manija del auto pude ver como sus ojos se encontraban posados sobre mi cara.
"Harry, hijo. Me preocupas." Fue lo único que dijo. Me incomodó un poco ver a mi mamá así de seria. Así que era momento de sacar mi otro yo. Harold.
"¿En serio, mamá? ¿Hablaremos de esto ahora cuando estas consciente de que mis pezones son visibles con este frío?" Me removí un poco intentando aligerar el ambiente y con una risilla en el rostro. Quería que me dejara de ver con esa preocupación en la mirada, además de que la señora Francis era de esas vecinas fisgonas y no dudaba que en cualquier momento saldría arrastras y con mi despertador en mano. Viejilla loca.
Para gran alivio mi mamá aceptó mi chiste y abrió los seguros del auto, no perdí ni un segundo más cuando mis oídos captaron el sonido de la puerta siendo liberada, abrí esta misma y entré, sin siquiera importarme ayudarle a mamá con las bolsas y cajas que traía en brazos. Si ella quería llevar todo eso al estúpido trabajo al cual nos estamos dirigiendo, entonces tendrá que cargar con ello.
Estuve a segundos de prometerle a Dios ir a la iglesia cada domingo si hacía que mi madre entrara al auto de una vez por todas, pero cuando estaba a punto de cerrar los ojos para comenzar a rogar escuché la puerta del piloto ser cerrada. Sonreí. Más suerte a la otra, viejo, hubieras sido muy afortunado si me tuvieras."Si quieres puedes tardarte más, realmente no me importa. Ya sabes, amo que me dejen esperando." Crucé los brazos a causa del poco espacio que el auto me brindaba. Ella solo suspiró y se concentró en encender el auto que, gracias a la misericordia Del Señor, se tomó la gran decencia de rugir a la primera vuelta de llave que mi madre realizó. Perfecto, una cosa más que tachar en la lista de "estupideces por realizar." Qué alivio que ya son menos...
"Lo siento, pero no podía encontrar mi bolso." Intentó justificarse una vez dentro del auto como si en verdad me importara lo que hiciera o no. Puso el auto en reversa para salir de la cochera pero justo cuando estiramos a la calle, pude visualizar a la señora Francis caminado corriendo como liebre por toda la acera. No voy a mentir, me asusté.
"Mamá, larguémonos de aquí."
"Sí, sí. Ya voy." Volteó hacia los lados por seguridad y pudo ver a la vieja esa. "¿Acaso no es la señora Francis la que viene ahí?" Intentó asomarse por mi ventana.
"No, no es. Vámonos." Me comenzaba a impacientar.
"Sí es, Harry. ¿Qué trae en la mano?"
"Nada, nada. Vámonos, mamá." Mi mirada iba de un lado al otro. Por uno estaba mi mamá siendo hipnotizada, y por el otro la señora Francis a paso veloz. Vaya viejilla, ahora sí le convenía correr. "Mamá, se hará tarde. ¡Vámonos!" Y sin decir más, presioné mis manos sobre la rodilla de mi mamá y salimos finalmente de nuestro vecindario, dejando a la vieja roñosa por detrás. Di una risa de victoria y me aseguré de que nos estuviera viendo mientras le mostraba mi bello dedo de en medio por la ventana. Ahora sí, ha dirigirnos al gran, ruidoso, e insoportable centro de la ciudad.

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Dancing In The Sky
Fanfiction• Ella lo encontraba fascinante. Una manera pura, sincera y delicada de expresar el sin fin de emociones encontradas en su pecho. • Él lo encontraba como otra pérdida de tiempo cualquiera. Una acción igual de sobrevalorada como las demás. Un juego s...