Chapter 5

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Harry's POV

Mis opciones por el momento eran simples, pero seguras. No sabia si llorar, golpearme fuertemente contra la pared hasta que no reaccionara, o salir corriendo de ese lugar. La segunda parecía la más recomendable. Tomé una nueva mirada del lugar antes de darme la vuelta y dirigirme hacia la pared más cercana, desgraciadamente las manos de mi madre me despertaron de mi trance; las posicionó sobre mi brazo, y me jaló hacia la pequeña recepción. Suspiré enojado por su acto, pero no pude hacer nada más que seguirla hacia la barra, en ella había una chica no más allá de mi edad, cabello negro, y piel morena; me sonrió en cuanto me vio. Asco.

"Hola, Jenni. Buen día. Te vengo a presentar a mi hijo Harry." Como siempre, queriendo hacerme quedar bien con todos. Típico de mamás. Mire a la chica, que aún tenía la gran y espeluznante sonrisa en su rostro, asentí fastidiado mientras apoyaba mi codo sobre la superficie, y la mire aburrido esperando a que hiciera su, no tan esperada de mi parte, introducción.
"Hola, soy Jennifer, pero me dicen 'Jenni'. Un gusto en conocerte. 'Hola, soy Harry, pero me dicen '¿QUÉ MIERDA ESTÁ MAL CON TU VOZ?' Styles.' Si creí que la sonrisa de la chica era escalofriante, su voz era horrenda; una mezcla del pato Donald y Goofy. Es definitivo, Señor. Si antes, en mi vida, fui a misa los domingos, me tendrás en el próximo de rodillas para rezarte a ti y a todos los Santos que saquen tanta gente estúpida de mi vida.
"Bien lo dijiste, Goofy, es un gusto en conocerme." Le di una sonrisa falsa y me di una media vuelta para darle la espalda, me cruce de brazos, y esperé a alguna orden de mi madre por mi comportamiento.
"Dios mío. No. Lo si-siento tanto, Jenni." Anne movía sus brazos de un lado para otro abruptamente, tratando de encontrar alguna disculpa que fuera lo necesariamente buena para hacer que la chica Goofy no se ofendiera por mi comentario. ¿Pero a quién quería engañar? Lo que dije fue sincero, desde lo más profundo de mi gran, bello, y buen cuidado corazón. ¡Ja! Buen chiste.
"N-no te pre-preocupes, Anne." La chica se escuchó suspirar y prosiguió hacia mi madre. "Sé que no era su intención."
"Claro que no, Jenni."
"Oh. Claro que sí, Jenni."
"¡Harry!"
"¡Anne!"
"Basta. Toma, toma." La vi sacar desesperadamente dinero de su bolsa, y cuando tuvo unos buenos billetes en mano me los dio.
"¿Y qué se supone que haga con esto? ¿Largarme de aquí? Si eso es, no debiste molestarte." Guardé el dinero en mi bolsillo mientras seguía agradeciéndole ante su gran prueba de amor maternal por hacerme salir de ese asqueroso lugar, y con una sonrisa triunfadora me dispuse a salir. Desgraciadamente mi victoria no duró mucho. No estaba a más de cinco pasos de ellas que la voz de Anne se escuchó de nuevo.
"No, cariño. Irás a comprarnos una merienda."
"¿Una mierda? No. Por supuesto que no." Saqué el dinero de mi bolsillo, caminé de vuelta hacia ella, y lo coloqué en su mano una vez más. "No estoy aquí para ser tu gata."
"No eres gata de nadie, Harold." Sonrió divertida. Mierda. Mierda. Y más mierda. Sabía a dónde llegaría con su esa sonrisa. "Solo irás por un poco de pan a la panadería que está a dos cuadras de aquí." Acomodó el dinero en su mano, y lo puso en barra frente a Goofy, la cual ni recordaba que estaba aquí. Gracias a Dios ya no estaba hablando, porque si fuera..... ¡No! Concéntrate Styles. No puedes pensar en perros cuando te quieren traer de gata.
"Me niego. No lo haré. Y no habrá nada que me haga cambiar de opinión." Me crucé de brazos y la mire decidido. ¿Aparte de gata, paquetería? ¿Cree que tengo cuerpo biónico con piernas de alta velocidad como el niñito Bolt? ¿Qué carajos le pasa por la mente a esta mujer?
"Oh. Bien. Supongo que serás tú el que le cambie los pañales a los niños pequeños mientras yo voy por el pan. Es una lástima que no sea yo la que pueda pasar tiempo con esos pequeñines. En fin, serás tú el que les de la bienvenida." Joder que no. Tomé el dinero y me apresuré a salir de ahí. Tenía que volar si era necesario.
"Cuernos. No pienso salir de aquí chorreado con los líquidos amarillentos de los mocosos. ¡Que no, joder!" Y sin más cerré la puerta y me dirigí a la panadería.

Mujeres, siempre siendo un fastidio. Al salir del establecimiento volví a acomodar mi gorro de lana, de una forma la cual no se resbalara de mi cabeza ante mis movimientos. Comencé a caminar hacia mi destino, pero fue cuando ya estaba en la esquina que la realidad me golpeó, ¿Dónde carajos estaba la mentada panadería? Era mas que obvio que no iba a volver con Anita y Goofy a preguntarles. Así que sin mas me acerqué hacia el anciano que barría la acera. Señor, déjeme le informo de una buena vez que mi día a sido un fastidio, de la manera mas atenta posible le pido que me mate a escobazos de una vez por todas.
"Disculpe. Si. Uhm...." Rayos, que difícil es hablar con personas así. No se me vaya a salir una estupidez. No, aun mejor. Espero y a él no se le salga una estupidez, ya he tenido suficientes por hoy. "Estoy buscando una panadería, que según mi madre esta a dos cuadras, ¿podría decirme por donde es?" Vaya, pero que complicado es ser amable.
"Muy buenos días, joven." El anciano me sonrío amablemente y descanso todo su peso, si es que tenia alguno, sobre el palo de la escoba. "Buscas por la panadería mas cercana, ¿eh?"
"Así es. ¿Podría decirme por donde es?"
"¿Qué me darás a cambio?" ¿QUÉ? Estúpido viejito abusa chicos guapos como yo. Pero no anda nada perdido. Ya sabía yo que ser amable solo me trae problemas a la vida de las personas. De repente, el viejito loco comenzó a reír. Enumeremos las cosas que este anciano es: primero que nada es viejo, luego puede ser confundido fácilmente con el palo de su escoba, descubrí después que es un contrabandista de órganos de jóvenes guapos para luego venderlos en el mercado negro, y ahora también un psicopata. Vaya. "Hubieras visto tu cara, hijo. Fue como para tomarle foto." Se limpió las lágrimas con sus manos, y por una última vez se carcajeó golpeando sus rodillas él mismo. Lo mire con cara de incrédulo.
"¿Eso significa que me dirá? Porque mire que no tengo mucho tiempo para esto." Me crucé de brazos y rodee los ojos un poco fastidiado. El viejo solo me estaba haciendo esperar. Perder el tiempo.
"Tranquilo, hijo, un poco de diversion no le hace daño a nadie." Me sonrío y suspiró con ojos soñadores. "La panadería más cercana, según mis años de gran experiencia, y vaya que son muchos, esta por esa dirección." Miro hacia la izquierda y señaló un punto celeste no muy lejos. Asentí, me froté los ojos, y suspiré.
"Muchas gracias, ancia..."
"Bob."
"¿Disculpe?" Levanté una ceja permitiéndome verlo desde que me mostró el camino de la panadería.
"Ese es mi nombre. Bob." Asentí de nuevo, a lo cual me volvió a mostrar una gran sonrisa seguida por una fuerte carcajada. "¿Pero qué sigues haciendo aquí? Fuiste tú el que dijiste que no tenias tiempo para esto y aún así que estas, pese que ya te di la información que buscabas." Con una ultima sonrisa me palmeó el hombro fraternalmente y volvió a su acción primaria, barrer la banqueta. Vaya viejito loco. Debería presentárselo a la señora Francis. Me alejé de ahí en cuanto volví a la realidad, no queriendo que mas ancianos locos me detuvieran.

En camino a la tonta panadería, ahora nombrada 'Color jode ojos', pensé por un apodo para el viejito maniaco. No debería ser tan difícil nombrarlo. Veamos, su nombre es 'Bob' y barre; ya existe 'Bob el constructor', y él no construye, ¿'Bob el barrendero'? ¡No! Vamos, guapo Harry, piensa. 'Bob Escobas,' 'Bob Manias,' 'Bob Mafias.' ¿Por qué fue tan fácil con Bolt y Magdalena? Alto, paren todo... Alguien acaba de pisarme. Alguien acaba de posar su sucio pie sobre el mío.
¡ALGUIEN PUTAS ME PISÓ!
Voltee la cara rápidamente para mirar al idiota que tuvo la dicha de posar su asquerosa suela de zapato en mi pie. Uhm, un chico no mas allá de los 16, vaya basura.
"Hey, idiota." El chico de pelo negro paró y congeló en su mismo lugar, se encogió de hombros y juro que lo vi temblar. Eso esta bien. Eso esta muy bien. "¿Qué acaso necesitas lentes? Mejor aún, ¿Un cambio de cerebro? Porque parece que el que tienes no funciona. Pedazo de mierda. Mira por donde caminas, imbécil." La señora que estaba a su lado pareció reaccionar ante mis llamados porque me dio la cara, y debo decir que es una de las mas horribles que mis ojos hayan visto en mi vida.
"Vaya, muchacho, pero que vocabulario."
"¿Es su hijo?" Apunté al muchacho que se escondió tras la señora en cuanto volví mi atención hacia él. La señora no hizo mas que asentir. Perfecto. "Bien, señora. Permítame informarle que tiene un estorbo como hijo. Las personas comunes usamos nuestras orbitas de aquí," apunté a mis ojos" para mirar por donde caminamos. Es obvio que la cosa que tiene como hijo no es común."
"Mi hijo no es 'común' como tú lo llamas, él es especial para mi, para todos."
"¿'Especial'?" Retomé mi acción de dirigirme a la panadería ignorándolos durante el proceso. Antes de entrar por completo dije, "no es mas que otra forma de llamarnos a nosotros mismos diferentes a los demás."

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⏰ Última actualización: Aug 14, 2019 ⏰

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