Ligeramente embarazada |Aaron Johnson|

Capítulo 21: ¿Que sientes por mi?

Capítulo 21: ¿Que sientes por mi?

Zoey.

Y oh sí, ¿recuerdas cómo nos sentíamos?
Porque yo sí recuerdo, así que escúchame, nena
No intento arruinar tu felicidad
Pero nena, ¿no sabes que soy el único para ti?
No intento arruinar tu felicidad
Pero nena, ¿no sabes que soy el único? - Shawn Mendes (Ruin)

La luz del sol entraba por la pequeña ventana que se encontraba en la habitación, coloque mi brazo aun lado de mi sien para cubrirme de esa molesta luz, sentí un peso en mi costado y fue ahí donde reaccione, yo no me encontraba en mi cuarto sino en el de Aaron, me moví un poco para poder ver aquel chico con el que tuve una noche espectacular. Aaron estaba completamente dormido hasta durmiendo se veía tan sexy este hombre, me gire por completa para estar cara a cara con él y fue entonces que pase uno de sus rizos hacia atrás, él solo gimió un poco  pero no se despertó me acerque a su rostro para darle un pequeño beso en su mejilla rosada. 

Como pude me levante de la cama para poder recoger mis bragas y colocármela una vez echo eso tome la playera de Aaron y me la coloque esta me quedaba enorme pero al verme en el espejo me hacia ver tan adorable que solté una pequeña risita y salí de la habitación para ir a la cocina y así preparar el desayuno, pique un poco de fruta, prepare jugo de naranja y un poco de café ademas de que hice unas tostadas de mantequilla junto con unos huevos con jamón los cuales se me hicieron agua a la boca, puse los platos en la mesa del comedor junto con los tenedores, los vasos y la taza de Aaron. Cuando termine de arreglar la mesa sentí una mano en mi inflado vientre que me hizo soltar del susto, los besos en el cuello hacían que mi piel se pusiera como de gallina, me gire para mirar al chico detrás de mi que solo tenia sus boxers puestos, joder si que esta muy bueno, pase mis manos por sus pectorales hasta llegar a su bien formado y trabajado abdomen.

-Buenos días hermosa-. Cuando dijo eso se acerco a mi cuello para dejar besos que me hicieron soltar algunos jadeos que eran inevitables no soltar, pase mis manos a su nuca para acercarlo más a mi, Aaron si poder evitarlo me dio una leve mordida.

-Si así van hacer mi mañana entonces deberíamos hacerlo más seguido-. Aaron rió un poco y se separo de mi cuello para darme un pequeño beso en mis labios.

-Lo tendré en cuenta-. Él miro la mesa que ya estaba puesta y sonrió más-. No debiste haber echo el desayuno te puede haber ayudado-. Negué con la cabeza.

-Claro que no tu muchas veces haz echo el desayuno ahora es mi turno de consentirte-. 

-Ya me consentiste mucho, una fue darme a mi bebé y otra lo que paso anoche-. Joder este hombre estás perfecto y tan sexy que me pone cachonda ¡Malditas hormonas! me lo quiero volver a coger. 

-Bobo, vamos a desayunar-. Él asintió con la cabeza y fue a la mesa para tomar asiento, tome el sarten en mis manos para servirle su huevo en su plato y después su tostada, luego fui yo quien se sirvió y me senté frente a él. Lo bueno es que puse el jugo en la mesa pero olvide servirle café el vio que me iba a poner de pie para darle la bebida pero simplemente negó con la cabeza diciéndome que el lo haría, una vez echo eso volvió a su lugar. Mientras comíamos en un silencio para nada incomodo se me paso por la mente una pregunta ahora que hacia recuento de los echos tal vez sonaría muy tonto lo que le preguntaría pero no quería ser solo una aventura, yo quiero pasar mis mejores momentos con Aaron. 

-Aaron-. Lo llame él levanto la mira y me hizo un gemido para indicarme que continuara hablando, yo pase un poco de saliva pues me sentí nerviosa ante la respuesta que recibiría-. ¿Que sientes por mi?-. Cuando dije eso él me miro como si no pudiera creer lo que pregunte y eso me preocupo más pues pasaron unos cuentos minutos y no recibí ninguna respuesta eso me comenzaba a decepcionar.

-Y-yo...no se como decírtelo-. Joder sentía que comenzaba a dar un jodido ataque cardíaco-. Pero creo que me estoy enamorando de ti Zoey-. Sus palabras fueron como música para mis oídos no podía creerlo.