Little History | [Victuuri] | [Editando]

Capítulo 11. Liven, debes disculparte.

Estoy cansada, ¡Yo sé que el señor Viktor es mi papá! Pero mi tío Yurio dice que no, ¡Dios! Sé que aún tengo 5 – Ya muy pronto 6, ¡Yupi!, me salí de tema – pero eso significa que sea una tonta, sé reconocerlo fácilmente, no estoy tan ciega... Al menos no como mi Mami.

Mami dice que debo disculparme con tío Yurio pero no quiero, él tiene la culpa, me dijo que aunque mi papá confiese que lo sea no estará de nuevo con nosotros pues él anda con esa tal Annaliese, pero ¡No es verdad! Yo sé que mi papá nos quiere más que a esa señora, yo confío en que es así.

-Mi niña, ¿me dirás por qué le gritaste todas esas cosas a tu tío Yurio? – La voz de mamá siempre me tranquiliza, siempre amaré que mami me trate así, con mucho, mucho cariño.

-No... No puedo decirle a Mami, al menos no aún.... – Evité la mirada de mi Mami, pues sé que si lo miro me sentiré mal y le diré lo que sé y no puedo. Definitivamente no, no aún.

-¿Y cuándo me lo dirás, mi niña? – Odiaba cuándo mi Mami era muy insistente, bueno, no lo odiaba, me encantaba pero hoy no...

-Cuándo esté segura... Supongo... - Estaba en la cama acostada y decidí que lo mejor era darle la espalda, no quería que me mirará así, toda horrible y con la nariz muy roja por llorar.

-Liv... - Sentí como se acostaba a mi lado y me jalaba dándome la vuelta para quedar frente a frente. Me abrazó ocultando mi cara en su pecho mientras me acariciaba el cabello. Amo cuándo Mami hace eso, me relaja mucho. - ¿Y sí te cuento una historia?

-¡Si! – Moví mi cabeza varias veces, los cuentos de mi Mami siempre son los mejores.

-Muy bien. – Suspiro y beso mi frente. – Había una vez...

"Dos hermanas que habitaban un Reino, el cual tenía por nombre Astros, una era de piel blanca, pero tan blanca como la nieve, por otro lado la otra poseía un poco más de color, aunque claro, no llegando a desentonar con su hermana, las dos poseían el cabello blanco, algo que para muchos era increíble, fue el tono de sus ojos, uno de color amarillo ámbar mientras que él otro de un color azul profundo, eran cómo dos gemas, aunque claro, una siempre era más resaltada que la otra.

Ellas eran unas hermosas princesas destinadas a iluminar la tierra de noche y de día. Luna era la hermana mayor y debía ser la reina, pero le gustaba sentirse libre, conocer gente, tener muchos amigos y tener una vida de mucho placer. En cambio, Sol deseaba en su corazón ser la reina pues era muy ambiciosa y le gustaba tener poder. Se acercaba el día de la coronación y una mañana, al levantarse, las hermanas conversaban y se pusieron de acuerdo para cambiar de lugar aprovechando que eran muy parecidas. Acordaron que por unos días Sol, la hermana menor, ocuparía el lugar de Luna hasta que regresara para la coronación.

Luna se divertía tanto conociendo amigos y disfrutando de placeres, que se olvidó de la coronación, siendo coronada como reina su hermana Sol. Cuando Luna por fin regresó al palacio, su madre se dio cuenta que habían coronado a Sol y no a Luna como debía ser. La mamá habló con Luna y le dijo que Sol ya había sido coronada como reina y que tendría que ser así por la eternidad, aunque ello fuera contra el deseo de todo el reino. Sin embargo, solo la madre sabía la verdad y todo el reino pensaba que Luna era la reina recientemente elegida. Sin embargo, Luna no estaba triste sino que por el contrario estaba feliz pues sabía que ahora ella iluminaría la noche y la llenaría de emoción para los bohemios y para todo aquel que busque placer y quiera sentirse libre como ella.

Así es que surgen el Sol y la Luna. Aunque la Luna estaba predestinada a ocupar el lugar del Sol en el día, al final no fue de esa forma ya que a Luna le gustaba más la noche. Aun así son hermanas inseparables y cada día que termina, el sol se va a dormir y sale la Luna para iluminar la noche y divertirse.