Little History | [Victuuri] | [Editando]

Capitulo 7. Cuidado con lo que deseas.

Especial 1/?

Las tarde paso entre risas, era sorprenderte el cómo logré divertirme con estos dos, no pensé en poder hacer que estos dos estuvieran bien, bromearon entre ellos y eso me hizo sonreír, pues tanto mi niña como yo nos la pasamos bien, eso sí, mi princesa estuvo pidiendo muchas cosas, cuando yo decía que no, Viktor se lo daba, ganándose más a mi niña, como si ya no la tuviera ganada... Estúpido Viktor.

-¿Quieres? - Me preguntó Raven, yo saliendo del trance asentí y sin esperarme lo siguiente me acerco una paleta de hielo, yo solo la lamí un poco, sabía muy bien, era de un sabor vainilla, delicioso.

Los miré cuando sentí una mirada en mí, tanto Raven como Viktor estaban sonrojados... ¿Qué? Oh no. Malditos.

-¡I-Idiotas! - Chillé mientras me llevaba a mi niña de la mano para entrar a un parque de diversiones.

Estúpidos, idiotas. Pervertidos, ¡Son de lo peor!

-Mami, ¿por qué estás rojo? - Mire a Liven con un semblante confundido y su cabecita inclinada al lado izquierdo.

-P-Por nada cariño, anda, ¿a cuál te quieres subir primero?

-Ella medito y al final apuntó las sillas voladoras. - Ahí Mami.

Asentí y nos encaminamos hacía el juego. Nos formamos y mi niña subió, se veía tan feliz, tan radiante... Como amo a esa niña, si no fuera por ella yo seguramente no sabría que hacer.

Sus ojos tan resplandecientes, su determinación, su manera de expresarse, esa inocencia que todo niño posee pero más que nada, aquella luz que hace que mi princesa pueda comerse el mundo, justo como su padre. Dolía a veces el que fueran tan parecidos, pero lo amaba al mismo tiempo.

-¿Por qué? - Susurré. Sé que el hubiera no existe pero... ¿Que hubiera pasado sí él... No se hubiera ido? ¿Habría cambiado algo? ¿Nuestra niña sería más feliz?

Verla sonreír, el cómo gritaba "Mamá" pensando si no le dolerá la garganta por elevar su voz así, esos saludos que sin darme cuenta logre tomarle fotos con mi celular, sus cabellos oscuros danzando junto con ella en el aire, su piel blanquecina, ella era toda una estrella.

Ella poseía lo mejor de nosotros dos, mi determinación y aguante, el cielo en su mirada como el encanto de Viktor, ella poseía lo mejor y solo lo mejor... Pues ella es Liven Nikiforov Katsuki, la hija de dos campeones.

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Viktor me tomo de la mano, sorprendido lo mire interrogante.

-¿Podrías soltarme? No quiero que tu pareja lo malinterprete. - Dije algo irritado y triste.

-¿Anna? - Soltó una risilla. - Eres tierno cuando eres celoso, Yuuri. - Y ahí de nuevo su estúpida y encantadora sonrisa. Te maldigo.

-¡Y-Yo no estoy celoso! - Chillé con algo de calor en la cara. - Sólo déjame.

Me solté a como pude y empecé a caminar hacía la salida de aquel establecimiento, debía ir con Raven y mi pequeña niña.

-¡Yuuri! - Cansado me volteé y lo observé, con una ceja alzada.

-¿Qué?

-Tenemos que hablar.

Parpadee, ¿Qué? ¿Hablar?

-No me hagas reír Nikiforov, ¿ahora para qué quieres hablar?

-Sobre nuestra hija.

-¿Nuestra? Nuestra los cojones, es MI HIJA Viktor, yo no fui quien se fue, yo no fui quién no dejo explicación alguna, yo no fui quién dejo una estúpida carta ¡Yo no fui, fuiste t! ¡No me vengas con esa estupidez de que quiera es nuestra hija! - Ahora sí, bien chucho saliste cabrón.

-Yuuri, por eso mismo debemos hablar, por favor, no quiero hacerlo por las malas.

-¿Me estás amenazando, Nikiforov? - Lo fulmine con la mirada.

-Por supuesto que no, Yuuri, pero no pienso que ese tal Raven sea una buena figura paterna para nuestra niña, sé que apenas estoy en la vida de ella pero... No quiero estar lejos de su vida. - ¿Skius me?

-Estás de broma, ¿no? Esto debe ser una estúpida broma ¡¿Quién demonios te crees?! ¡¿Crees que con solo venir, verla y demás mágicamente te diré que sí?! ¡Por supuesto que NO! - Ahora sí estalle.

-Yuuri...

-¡Yuuri los cojones! ¡No me llames por mi nombre! ¡No eres nada mío! Lárgate, no deseo verte ¡Vete por donde viniste! ¡Fuera de nuestras vidas! ¡No quiero volver a verte jamás en todo lo que me queda de existencia!

Y antes de que me pusiera a llorar corrí hacia donde estaba mi hija, no quería estar más ahí.