Estaba en Japón. Estaba en casa...
Sentía el escozor picar mis ojos y en mi garganta se forma poco a poco un gran nudo.
¿Cuánto había pasado desde la última vez que estuve aquí?
La verdad: era que no estaba seguro, lo único que sabía con certeza es que debía de escapar de San Petersburgo. Irme de todo lo que me recordara a Victor.
Fue esa la razón por la que tomé el primer avión que vi en cuánto me dieron el alta. No lo pensé dos veces.
En mis brazos se encontraba una pequeña niña con cortos y suaves mechones de cabello oscuro. Una manta de color lavanda la rodeaba, protegiéndola del duro y seco frío que hacía en mi pueblo natal.
—Vayamos a casa mi niña, tus abuelos están ansioso por verte. — Con mi nariz le di un pequeño beso esquimal en su frente.
[...]
Ver el Onsen que se encontraba frente a mí me generaba un poco de angustia.¿Estaría mi familia enojada conmigo? ¿Y si no nos querían a mi niña y a mí? ¿Qué pasará entonces? Podría quizá buscar un hotel o pedirle ayuda a Minako-sensei...
—¿Yuuri? —La voz de mi hermana Mari me distrajo de la telaraña de ideas que se comenzaba a formar en mi cabeza. — ¿Qué estás haciendo ahí? Entra, no se vayan a congelar.
Asentí. Al entrar, sentí calidez. No sabría decir si fue por las aguas termales que había o... Las sonrisas llenas de amor que mis padres me estaban dando en este momento.
—Oh, mi dulce niño. — Los brazos de mi madre me envolvieron. No supe en que momento mis piernas cayeron al suelo, pero el calor que producía mi mamá era lo único que me mantenía a flote. —Bienvenido a casa. — Las lágrimas que había estado ocultando desde que estuve en aquel hospital, al fin salieron. Parecía que la llave de mis sentimientos se había roto y lo único que podía hacer era llorar en los brazos de mi mamá como si hubiera regresado a mi niñez. El lindo ser que estaba en mis brazos comenzó a llorar. Rápidamente mi madre y yo nos separamos. Ella para ver a mi bebé y yo para intentar calmarla.
—Shh, shh... Tranquila corazón... —Los ojitos de esta criatura me miraron con curiosidad. Su mano, la cual era tan diminuta que solo era dueña de una pequeñísima parte de todo el espacio: se acercó lentamente a mi cara, dándome palmaditas. Poco después comenzó a reírse, como si todo rastro de su llanto se hubiese ido en cuando me tocó.
—Parece que te está diciendo que todo estará bien. — La voz de mi padre se escuchó por primera vez. Aquel tono tan amigable me hizo sonreír, poniéndome en conjunto con todas las personas que estábamos en aquel lugar. —Así que Yuuri, ¿Cómo se llama esta pequeña señorita? —Preguntó poco después.
—Liven. Su nombre es Liven.
—Es un bonito nombre. —Comentó contenta mi madre, recibiendo un asentimiento de Mari y de mi padre. —Es algo tarde, pero muchas felicidades por dejar nacer a Liven.
Fue una vez más que sentí ganas de llorar.
☆☆☆
5 años después.
"En otras noticias: nos confirman que el patinador estrella de Rusia con 32 años y más de 8 veces ganador del Grand Prix, Victor Nikiforov está en una relación con la patinadora inglesa Annaliese Write de 27 años. Ella es conocida como "Swam" en el mundo del patinaje sobre hielo.
El dúo hizo oficial su relación poco después de que la señorita ganara el Grand Prix en la liga femenil.
Según la pareja, no estaba en sus planes hacer oficial la relación por cuestiones personales. Esperemos que esta relación termine en algo serio, pues como ya sabemos: ha pasado mucho tiempo desde que Victor tiene una pareja pública."
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Little History | [Victuuri] | [Editando]
FanficYuuri Katsuki tiene una hija con el amor de su vida: Victor Nikiforov. Pero no todo resulta ser un cuento de hadas y eso lo sabe a la perfección. ---- "Adiós Yuuri. Espero que nuestra pequeña historia no haya sido en vano." ----- Portada hech...