No quiero decir Adiós

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¿Saben lo difícil que es escribir después de sentirte feliz, triste, angustiada, enojada, alterada y con miedo? Pues se nos acabó YOI pero bueno, si queremos que este fandom siga vivo pues dependerá de nosotras. Además, hay esperanza con el See you Next Level. <3

El capítulo está hecho con mucho amor.

Los días en el campamento fueron algo entretenidos debido a cierto par que estaba compitiendo entre sí por quien pasara más tiempo con cierto joven.

Yurio realmente no sabía porque estaba haciendo todo eso, porque le irritaba la idea de que Viktor estuviera cerca del cerdo o simplemente porque la idea de que este tuviera con otro le molestaba demasiado, su mente no lograba encontrar alguna idea, pero seguía actuando a base de impulso. Viktor por su parte aun cuando sabía que estar pelean con un menor no era nada maduro, pero sentía un gran peligro provenir de el cuándo se acerba al pelinegro.

Por las mañanas el primero en levantarse era Lee y este se iba cambiando con toda la tranquilidad y sin hacer ruido ya que no quería despertar a cierto tailandés, ya que le daba pena cambiarse delante de él y se sonrojaba enormemente cuando este le abrazaba de repente, según había visto era normal en Phichit ya que lo hacía con todos, pero seguía teniendo ese efecto sobre el pobre coreano. Una vez vestido no demoro mucho en salir de la cabaña, unos minutos después fue despertado Phichit a la vez con Yuri quienes no se sorprendieron al no ver a su compañero.

- ¿Por qué Lee siempre se va sin saludar? -

-No lo sé, pregúntale-

-Nunca me responde, solo no me mira y se va-

-Tal vez está enojado contigo Phichit-kun-

- ¡¿Por qué?! ¿Qué fue lo que hice? -

-No estoy seguro, pero cuando lo abrazas se pone rojo de ira-

- ¡Oh! Es cierto...tal vez no le gusta que lo abrasen...-

-Pero sería mejor que le preguntaras-

-Está bien-

En menos de 3 minutos Phichit ya estaba listo, tenía una linda camiseta de hámster y su fiel celular en la mano.

-Okay, me voy adelantando, tu despierta a Yurio-

Y sin más el tailandés desapareció del cuarto, Yuri no podía creer que siempre lo dejaban y para colmo siempre le decían que debía despertar a Yurio, no le molestaba, pero era sorprendente que siempre fuera él. Se subió por la escalera hasta llegar a la parte de arriba de la litera y vio el rostro el pequeño durmiente, se le quedo viendo máximo un minuto, se le veía tan tranquilo y sereno nada comparado como cuando estaba despierto. A veces se preguntaba porque Yurio era tan salvaje y agresivo con todos, tal vez solo era algo Tsundere y eso le impedía a mostrar su verdadero ser. Aunque tal vez todo eso le daría igual, en realidad lo único que deseaba Yuri es que la pequeña riña que había entre él y Viktor parara, no le gustaban las peleas, él era puro amor y paz y ver como dos de sus amigos se la pasaban lanzando miradas que podrían sepultar a las personas, no le alegraba mucho.

Con su mano derecha toco el hombro del menor tratando de despertarlo, pero no respondía, así que lo sacudió más, pero tampoco funcionaba así que recurrió a su última opción, con ambas manos se acercó a la cintura del menor y comenzó el ataque de cosquillas, el rubio despertó de golpe entre asustado y muriendo de risa.

-Buenos días Yurio-

- ¡Ya te dije que no hagas eso, cerdo! -

-Es que no te levantabas y pues es la única manera en la que reaccionas-

Little Big LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora