We lost the sea.

FOUR DAYS TO GO.

149,150,151,152,153...

- ¿Estás listo? - Hoseok me preguntó deteniendo el coche, desconcentrándome de mi arduo trabajo, llevaba todo el camino desde casa contando las gotas de lluvia en el cristal.

- Estoy cansado, ¿necesito estar listo para esto? - me quejé, viendo el hospital frente a nosotros, sintiendo como la mano de mi novio se alejaba de la mía.

- Taehyung... - empezó a decir pero le corté.

- Te veo en un rato. - me bajé del auto, y empecé a correr hacia la entrada, olvidándome de cubrirme de la lluvia.

El hospital lucía igual que la semana pasada, y la semana anterior a esta, y así desde hace meses. Sus largos y silenciosos pasillos blancos, las desgastadas sillas de espera, los rostros cansados y angustiados, todo era tan familiar, lo conocía tan bien.

- Buenas tardes, Tae. - me saludó Hye, mi enfermera favorita de todo el lugar. - Llegaste temprano. - miró su reloj, que seguramente marcaban diez minutos antes de las dos. - ¿Llevas prisa?

- Tengo una cena. - le platiqué, mientras ambos nos dirigíamos hacia la habitación. - La verdad no quería ir... prefiero quedarme en casa viendo películas, ¿sabes?

Hye abrió la puerta de la habitación, en donde había pasado muchas horas de mi vida ahí sentado, leyendo, platicando, durmiendo, escuchando música o tomado de la mano de Hoseok.

- ¿Por qué no quieres ir? Se honesto, a ti te gustaban las fiestas. - me aseguró, preparando las maquinas en su lugar. Yo desvíe la mirada, jamás me gustó observar como sacaban la aguja, así que la posee en la vieja ventana del fondo.

- Me gustaban... pero ahora no.

- ¿Es por Hoseok?

- Todo es por él, Hye. T-o-d-o.

La aguja atravesó mi piel con demasiada facilidad, las cicatrices en mis manos lo demostraban, usualmente mostrándose en tonos morados y pequeñas costras pequeñas que parecían lunares, o eso solía decir Hoseok.

- Listo... - exhaló, dejándose caer en la silla del frente. - ¿Cómo lo sientes? ¿No te molesta? - negué con la cabeza, regresando mi vista hacia ella. Le sonreí. - Perfecto, ¿quieres que te traiga algo...? ¿un libro? ¿traes tu computadora para una película?

- Así estoy bien... dormiré un rato, he estado muy cansado últimamente. - me recosté, acomodándome en mi viejo amigo, el sillón azul rey. - Pero ¿podrías traerme un bote? A veces me dan nauseas.

- Vale. Yo estaré afuera. - se levantó, y me pasó el viejo bote que terminó en el piso. - Nos vemos en unas horas.

- Adiós. - la despedí con la otra mano hasta que desapareció por la puerta, cerrándola a sus espaldas.

Mi nombre es Kim Taehyung, vivo en Seúl, Corea del Sur, tengo 25 años de edad, mi signo zodiacal es Sagitario, tengo un viejo perro llamado Coco, me gusta dormir con la ventana abierta, tomo el café sin azúcar y estoy enamorado de Jung Hoseok, ambos vivimos en un pequeño departamento al lado de la torre de Seúl. Me gusta el invierno, aunque haya crecido en un lugar tan cálido como Busan. Soy un poco extraño, y prefiero no llevar zapatos en la casa. Trabajo medio tiempo en una empresa de Asesoría de Imagen, y casi siempre llego tarde. Pero al parecer, todo lo demás pierde importancia cuando digo lo siguiente: Tengo Leucemia Mieloide Aguda, o como a mí me gusta llamarla, LMA.

¿Lo bueno del cáncer? No gastas en ir a una estética cada mes. ¿Lo peor del cáncer? Todo lo demás.

Siempre lo tuve, desde niño viví entre paredes blancas, entre esperanzas de medicamentos prueba, pero nunca habían funcionado, hace unos años estuve en recesión, pero ahora... bueno, tengo sesiones de quimioterapia con más frecuencia.