A DAY TO GO.

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Pasajeros con destino a Busan, por favor abordar por las puertas correspondientes, partiremos en cinco minutos. Gracias y buen viaje.

Con mi pequeña mochila de mano caminé hacia el tren, buscando mi vagón correspondiente. La madrugada era fría, sentía mis dedos entumidos por la temperatura, y podía jurar que el abrigo no funcionaba.

Eran las tres de la mañana cuando el tren salió de la estación.

Me despedí de Seúl en silencio, recostando mi cabeza sobre la ventana, viendo como nos alejábamos cada vez más de todos los edificios, hasta perderla de vista minutos después.

Sería un viaje largo, y yo esperaba estar bien hasta llegar a mi destino, en donde sería esperado por Jimin y Jungkook.

Había dejado el departamento en silencio, la noche anterior había escondido todos mis documentos importantes en mi vieja mochila color verde, escondiéndola detrás de la puerta. Decidí dejarle una carta, donde le explicaba todo, la razón por haberme escabullido en la noche, y donde me disculpaba por romperle el corazón de esa forma... pero era lo mejor para ambos.

La carretera te hace pensar... me dijo una vez mi madre en alguno de los pocos viajes que hice con ella, y como siempre, tenía razón. Dentro de cada kilometro que recorríamos, me fui perdonando por mis errores, e incluso riéndome de mis momentos vergonzosos o tristes, los veía en cámara lenta, y sabía que volvería a hacer todo de la misma forma, no estaba arrepentido de haber vivido de esa forma, había sido feliz, muy feliz.

Era verano, mientras yo corría y saltaba por toda la playa, mi abuelo venía a mis espaldas, con Coco a su lado, mi viejo amigo peludo, que con cada movimiento de su colita me decía que el igual estaba tan contento como yo.

Era una hermosa tarde, mi abuela lo había dicho, todos mis amigos estaban de viaje, mientras yo me había quedado en Busan, recorriendo las calles con mi bicicleta nueva, aquel día habíamos estado los cuatro juntos, mis abuelos, mamá y yo. Para mí no había nada mejor que eso, mi familia era lo que más amaba en el mundo. Poco a poco vimos el sol bajar por la ventana, decidiendo instantáneamente en ir a caminar a la playa, en donde yo gozaba de toda la libertad de moverme, siempre y cuando no me metiera al agua, porque... es verdad, no sé nadar. Después de minutos de debate, solo partimos mi abuelo, Coco y yo, con la promesa de encontrar pastel de guayaba al regresar.

- Tae. Espérame. - me gritó mi abuelo desde lo lejos. - ¡Ya estoy viejo para correr así!

- ¡Eres una tortuga! - me burlé, corriendo hacia él, intentando recobrar el aliento. Se quedo serio por un momento, y pensé que le había hecho enojar, pero dos segundos después me encontraba en una batalla de cosquillas contra él.

A diferencia de Jungkook, mi segundo mejor amigo, tenía más de 60 años. ¿Pueden creerlo?

- Abue... - terminamos sobre la arena, con Coco durmiendo entre los dos. - ¿Has viajado en el mar?

- Sí, una vez fui a India... - me empezó a contar. - y luché contra cientos de piratas.

- Wow... - Mi abuelo era el mejor de todos. - Increíble. Ojala un día pueda estar en el mar...

- Ya estás en él, Tae.

- No, te juro que no. Mi mamá se pondrá furiosa si cree eso.

- ¿Por qué?

- Ella dice que mi caso es especial... que no puedo hacer muchas cosas que los demás. Jimin dice que es porque algo tiene mi sangre, su papá le contó porque es mi doctor, pero ¿no es malo, verdad? Ser especial.

We lost the sea.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora